Creemos en el nuevo transmisor
La compra y puesta en funcionamiento de un nuevo transmisor para Radio Provincia de Buenos Aires es un hecho histórico y esperado. Lamentablemente su personal no pudo ser parte, ya que la dirección decidió no convocar ni comunicar el acto de lanzamiento que se realizó, con la presencia del gobernador Scioli, en la planta de Villa Elisa.
Si bien estuvieron presentes algunos compañeros y delegados gremiales, no existió ni siquiera un simple memo (utilizado para variados motivos por los funcionarios de la emisora) por el cual se extendiera la invitación al resto del personal.
Mientras la gestión se “enorgullece” de dotar de tecnología de última generación a la Radio Pública y se adjudica el mérito de haberlo concretado, no dice que se trata de un viejo reclamo de los trabajadores que, desde hace años, vienen denunciando el deplorable estado de la radio en materia de equipamientos.
De todas maneras, el deterioro de la emisora pública no se limita a lo tecnológico. Mientras el director Roberto Zarlenga celebró la puesta en funcionamiento del nuevo transmisor para llegar mejor “con todas las voces” a toda la provincia, el discurso que en realidad se emite es “unidireccional” a favor de la gestión de Scioli.
Los trabajadores han denunciado en reiteradas oportunidades los hechos de censura, aprietes y amenazas que han sufrido por opinar o difundir informaciones que la gestión política calificó como “tendenciosa” o por entender que era un deliberado ataque a las autoridades bonaerenses.
Además, la radio no cuenta con elementos básicos que hacen a la labor diaria como computadoras, mobiliario e insumos administrativos elementales. Los baños están en pésimas condiciones y han pasado días enteros sin agua.
El proyecto de comunicación que implementa la actual gestión desde 2007, atenta contra el espíritu de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, gestada por la lucha de numerosos sectores que pugnaron por una verdadera democratización de la palabra y un auténtico ejercicio de la libertad de expresión, banderas de las que también fue referente el actual candidato a vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto.
Todo esto adquiere mayor gravedad por tratarse de una Radio Pública que debe reflejar y hacerse eco de la diversidad ideológica y cultural de los habitantes de la provincia de Buenos Aires. Los recursos (móviles y cronistas) y los minutos de aire son monopolizados por actos oficiales que van desde inauguraciones de obras de agua potable encabezados por Scioli, hasta actividades del titular de ARBA o eventos de Karina Rabolini.
Esto, sumado al intento de usar la música de campaña sciolista en la artística de la Radio y el color naranja con que se pintó la Planta Transmisora (edificio muchos años olvidado) no es otra cosa que una intervención gubernamental en un medio que debería ser estatal.
Paradójicamente, en el mismo edificio de la radio, ubicado en 11 y 53 de la ciudad de La Plata funciona la delegación regional de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. Está a cargo del señor Maximiliano Pérez y se incurre en dos incompatibilidades graves: En primer lugar, Pérez también cumple la función de asesor político del director Roberto Zarlenga; y por otra parte, el organismo nacional que debe controlar la aplicación de la Ley de Medios no puede coexistir dentro de un edificio público provincial.
Creemos en el nuevo transmisor para nuestra radio. Creemos en una radio que llegue lo más lejos y nítidamente posible… Para que hablemos todos: Scioli y Luciano Arruga. Creamos.
Trabajadores y trabajadoras de Radio Provincia