Entrevista al presidente de la Asociación de Radiodifusores Católicos Argentinos (ARCA)
Por: Adrián Hernández, adrian11hernandez@gmail.com
Osvaldo Bufarini es Presidente de ARCA que nuclea alrededor de 50 emisoras a lo largo del país, en su mayoría FM, entre ellas, Radio María, con su cadena de repetidoras.
El Presidente de ARCA señala que “las frecuencias son un bien para todos y de todos”, que los grandes grupos no son los únicos con derecho a tener “voz en los medios” y que las radios católicas no reciben publicidades del estado nacional.
Bufarini, sacerdote de los medios católicos, con 17 años de trabajo en el sector, dirige FM del Rosario, de Rosario, y FM Asunción, de Arroyo Seco, ambas santafesinas. Telefónicamente, responde a la entrevista desde Rosario, sobre el proyecto de Ley de Radiodifusión, que, el próximo viernes, el Senado discutirá su aprobación.
¿En qué consistieron los aportes que realizó a la Comisión de Comunicaciones e Informáticas de la Cámara de Diputados de la Nación?
Solicitamos que se tenga en cuenta la pluralidad, que se considere a la Iglesia en su capacidad de poder tener frecuencia para su tarea evangelizadora. Y el derecho de los grupos católicos a poder acceder a tener frecuencias, que, hasta el momento, se había aprobado por Decretos.
Se discutió mucho sobre si era el momento justo para discutir esta Ley. ¿Cuál es su reflexión sobre el tema?
Que es necesaria una ley de Radiodifusión actualizada creo que no se discute. Se podría elaborar una ley más actualizada, más dinámica que contemple la pluralidad de organizaciones, por la cual la radiodifusión llegue a todos. Sería un gran aporte. El Estado asume el derecho de normar para que los intereses individuales y grupales estén un poco contenidos en el bien común.
La radiofonía ha crecido mucho en los últimos años. ¿Cuáles son los problemas que ve en el sector?
El problema es que hay muchos grupos que detentan mucha capacidad, muchas radios, muchos canales; emporios económicos. La posibilidad de permitirle a otra gente participar de la radiofonía me parecía un principio de igualdad. Todas aquellas personas capaces, honorables, no sólo las empresas, sino también las organizaciones comunitarias, la Iglesia y los particulares. La comunicación es un derecho, en un país libre, la radiodifusión debe llegar a todos.
¿Cuáles son los aspectos positivos que usted rescata de este proyecto?
La conciencia clara de la necesidad de implementar una nueva Ley de Radiodifusión. La pluralidad que, en principio, se debe respetar y que la Ley de Radiodifusión está abierta a todos. Que se regule a los grandes grupos que, no por contar con los recursos económicos, son los únicos que tienen voz en los medios. Las frecuencias son un bien para todos y de todos. Las frecuencias son un bien que no es ilimitado.
¿Con este nuevo marco regulatorio, la Iglesia mantendrá la misma cantidad de licencias?
No sabemos todavía cómo va a salir la Ley. La Ley es general. Iremos viendo cómo la van adaptando a los casos particulares.
¿Siente temor a que la Iglesia pueda perder alguna licencia?
Yo no siento temor.
Este proyecto quiere orientar los contenidos hacia a las regiones donde se otorguen las licencias. ¿Qué opina de esto?
Las distintas regiones del país mantienen entidad propia. Esto no me parece mal, siempre y cuando, se respeten los valores humanos, se promueva lo regional, el desarrollo local y la igualdad de oportunidades de la gente. Es fundamental un cierto control sobre los contenidos, lo cual no significa cercenarlos, ni sacar la Ley de la libre expresión. Y los contenidos que sean contenidos para todos.
¿Cómo se sostienen económicamente las radios católicas en la actualidad?
Las radios católicas, por lo común, subsisten gracias a las donaciones y aportes de los fieles. Las radios de la Iglesia no son comerciales. Aunque se trasmitan algunas publicidades para solventar los gastos.
¿Las radios católicas reciben publicidad del Estado nacional, municipal o provincial?
No, no. A veces, algunas municipalidades y algunos gobiernos provinciales ayudan a las radios con publicidad municipal o provincial, no nacional.
El proyecto se obligaría a presentar el origen del capital social para solicitar una licencia. ¿Cómo enfrentarán las radios este requisito?
Las radios pertenecen a los obispados, y los obispados están reconocidos como personas jurídicas. El capital social no sólo implica la capacidad de llevar adelante la radio, sino, también, la capacidad moral, institucional del dueño.
Fuente: Revista San Pablo