El Congreso debe darnos una nueva Ley de Radiodifusión
Una de las deudas más vergonzosas de la democracia con todos los habitantes de este país comienza a saldarse. El 27 de agosto pasado, fecha en que se celebra el día de la radiodifusión en la Argentina, el Poder Ejecutivo Nacional envió el anteproyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual al Congreso. Una jornada histórica que recrea la esperanza de que al fin se derogue la ley de la dictadura firmada por los genocidas Videla, Harguindeguy y Martínez de Hoz, basada en la doctrina de la seguridad nacional y que al calor de las políticas neoliberales transformó a los medios en un símbolo de la concentración económica.
El Sindicato de Prensa Rosario junto con la CTA conformamos desde su inicio la Coalición por una Radiodifusión Democrática, autora de los 21 puntos consensuados entre más de trescientas organizaciones del campo popular que son base fundacional de este anteproyecto. Es tiempo de discutir la democratización de los medios que ponga fin al monopolio de la palabra para que todos tengamos la posibilidad de hacer oír nuestra voz ampliando el horizonte de la comunicación. Romper con la hegemonía del poder mediático es una tarea imprescindible para avanzar hacia una justa distribución de la riqueza, para que crezca la lógica de una construcción inclusiva con trabajo, educación, salud y acceso a los bienes culturales, como lo declara el artículo 14 bis de la Constitución nacional.
Desde el regreso a la democracia venimos reclamando por una nueva ley; se presentaron proyectos que nunca prosperaron, participamos en audiencias públicas, se interpusieron cientos de reclamos jurídicos contra la discriminación a las organizaciones sin fines de lucro para poder acceder a licencias de radiodifusión, se rechazó la privatización de los canales de televisión perpetrada por el menemismo, se repudió la prórroga de las licencias otorgada por Néstor Kirchner, se denunció la conformación de monopolios. Todo lo que debimos hacer lo hicimos y lo seguiremos haciendo sin arriar jamás la bandera. Por eso hoy reafirmamos, como lo asume el proyecto de ley, que la comunicación es un derecho humano y del que no se nos puede privar a manos de quienes han montado medios como factorías al servicio de unos pocos. Esto es un principio irrenunciable.
Esta larga lucha debe tener su correlato en el Congreso, son los legisladores quienes deben asumir la defensa de una nueva ley que involucra a todos los argentinos y que reclamamos como propia. Las instituciones democráticas deben estar a la altura de este acontecimiento y demostrar que la construcción de ciudadanía, tantas veces invocada, requiere de todas las voces y de legisladores comprometidos.
También decimos que no se pueden mantener indefinidamente tantas mentiras, una penosa red de inescrupulosas afirmaciones mediáticas, contra el tratamiento de una nueva ley. Queremos que se escuche la voz del pueblo y que nadie asuma una falsa defensa en nuestro nombre. Los periodistas, los trabajadores de la comunicación, los trabajadores en su conjunto, exigimos respeto por nuestra lucha y la de todas las organizaciones que trabajamos para que esta ley sea posible y sostenemos:
Es mentira que es un proyecto hecho a las apuradas. Fue discutido en cientos de foros, y ya se cumplieron cinco años de la presentación de los 21 puntos.
Es mentira que cercena la libertad de expresión. Amplifica el espectro para que otros tengan lugar.
Es mentira que atenta contra los medios de comunicación. Muchos de ellos atentan contra los intereses de la mayoría.
Es mentira que es sólo un proyecto del oficialismo. Hemos participado en su construcción antes de que el oficialismo siquiera pensara en debatir la ley.
Es mentira que regula contenidos. Hay marco regulatorio para licencias y cuotas de producción de carácter local, regional y nacional.
Es mentira que la tiene que debatir otro Congreso. Este Congreso tiene su composición producto del voto del pueblo.
Es mentira que nadie lo conoce. Ningún proyecto de ley llegó al Congreso con tanto apoyo y movilización popular.
Apelamos a todos los legisladores nacionales y especialmente a los de Santa Fe para que asuman el debate de esta ley teniendo presente nuestro firme apoyo para que sea realidad un país con más oportunidades, con equidad en el reparto de los medios, con transparencia en el otorgamiento de licencias y autorizaciones, con límites a los monopolios, con protección de contenidos a niños y adolescentes, con la universalización del acceso a los medios audiovisuales, con diversidad y pluralidad, con tarifa social, con reserva del espectro para las organizaciones sin fines de lucro, estados provinciales y municipales, universidades, pueblos originarios, con cuotas de pantalla para el cine nacional, con amplia participación ciudadana en el órgano de control, con federalismo y responsabilidad social en el manejo de bienes que son de todos.
Los argentinos nos merecemos una nueva ley de medios audiovisuales. Este es el momento.
Sindicato de Prensa Rosario-FeTraCCom-CTA Provincia de Santa Fe