La puja entre la AFA y Torneos y Competencias, la empresa que maneja los derechos de televisación del fútbol local, es una pelea por plata, que no tiene por qué alarmar a nadie.
Por: Pablo Arias
Y aunque se trata de un partido de dos, según sospechan desde el lado empresarial hay un tercero –el Gobierno o sus intermediarios disfrazados- que viene mostrando un marcado interés, que lo lleva a incentivar a los popes del fútbol para que se atrincheren en sus posiciones, bajo promesa de una benéfica política impositiva para el sector y alguno que otro subsidio, siempre bienvenido para los que se acomodan a la sombra generosa de los recursos del Estado.
Argumentan los clubes, con Grondona como gran espada mediática, que son insuficientes y escasos los $ 268 millones anuales que aporta la televisión para los torneos de de Primera, B Nacional y B Metropolitana. Propone, como se sabe, que todos los abonados del cable, un universo estimado en 5.600.000 usuarios, financien a los clubes mediante una ampliación del abono de $ 12, contraten o no los servicios codificados.
Desde el punto de vista de los números, está claro, hay mucha diferencia. Demasiada. Aunque una certeza predomina: las partes saben que de algún modo tienen que acordar.
¿Quién tiene más necesidad de hacerlo? En todo el mundo la inversión de la TV por cable se organizó para ganar dinero, a cambio de prestar un servicio. Así se consolidó desde antes que el fútbol se convirtiera en una fuente de excelentes recursos. Así fue y así es: sin el fútbol, su negocio menguaría los márgenes de ganancia, pero seguiría funcionando.
Grondona asegura que es al revés, pero desde la empresa afirman que se trata de un sofisma discursivo, fácil de desmontar, a medida que se pase una mirada sobre ambas actividades por separado.
En ese sentido, el fútbol flamea. Con un panorama de clubes quebrados, morosos impositivos crónicos, más la carga de deudas salariales millonarias con sus planteles y un marcado descenso en la concurrencia a los estadios si se la compara con la época dorada de los '50, '60 y '70, el fútbol como actividad autónoma necesita de los recursos de la televisión para subsistir.
Las recaudaciones y los espónsores ya no pueden sostener una actividad que sigue ofreciendo contratos imposibles jugadores y técnicos, incluso los de nivel medio, los cuantiosos gastos en seguridad y hasta los fondos, muchas veces en negro, para la cofradía de intermediarios y representantes, además de la logística de barrabravas y otros trapicheos menores de dirigentes poco apegados a la decencia administrativa, de fluidos contactos con el sistema político a través de punteros barriales non sanctos.
El fútbol, aún el profesional, no nació como negocio, por eso los clubes son jurídicamente asociaciones civiles sin fines de lucro. Y ahora que es un negocio fenomenal los clubes no saben cómo manejarlo, como no fuere con el dispendio y la dependencia de la televisión, el propio Estado y la misma AFA.
Salvo un puñado de nombres conocidos y citados hasta el hartazgo (Vélez, Lanús, Estudiantes) la mayoría carece del mínimo management profesional que requiere el volumen económico de la actividad.
Es probable que la televisión pueda aportar más recursos si afina el lápiz, pero eso no cambiará el panorama de fondo. El fútbol se fue devorando, en las últimas tres décadas, todos y cada uno de los salvavidas que le tiraron: ProDe, derechos televisivos, publicidad estática, esponsorización de las camisetas, entre los más notorios. Un monstruo grande que pisa fuerte, pero que en estos treinta años fue empobreciendo cada vez más a los clubes. Por una coincidencia del destino, Grondona lleva al frente de la AFA esa misma cantidad de tiempo.
Fuente: DyN
La TV dice que le adelantó a la AFA $45 millones
Televisión Satelital Codificada, propiedad del grupo Clarín, habría entregado esa cifra para destrabar el conflicto del fútbol. Ofreció otros $40 millones, que fueron rechazados.
La AFA ya recibió un adelanto de 45 millones de pesos por parte de la empresa que tiene los derechos de televisación del fútbol local, pero rechazó otros 40 para destrabar el conflicto actual.
En ese sentido, trascendió que Televisión Satelital Codificada (TSC), propiedad del grupo Clarín, ya entregó cheques por 45 millones con fechas de cobro en este mes, septiembre y octubre.
Además, y según un informe publicado hoy en ese matutino, la AFA rechazó otros 40 millones, en efectivo, para paliar la crisis económica de los clubes.
Precisamente, las deudas -especialmente con los futbolistas- puso en jaque a toda la actividad, a punto tal que se postergó el comienzo de todos los torneos oficiales.
Por su parte, el titular de la AFA, Julio Grondona, y el resto de la dirigencia presionó para lograr un aumento significativo por parte de la televisión.
TSC pagará 268 millones durante esta temporada, aunque desde la casa matriz del fútbol apuntan a conseguir el doble de esa cifra, que podría obtener si interviene el Estado y pone a disposición la pantalla de Canal 7.
Fuente: Noticias Argentinas