El vocero presidencial, Manuel Adorni, se refirió al tema en sus redes: "El presidente Milei puso fin a otro curro disfrazado de fomento de la economía social. El Decreto Delegado 1094/24 disuelve la Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Promoción del Microcrédito para el Desarrollo de la Economía Social (CONAMI), creada por el kirchnerismo en 2006 mediante la Ley 26.117. Desde su creación, y manteniendo un gasto constante desde aquel año, CONAMI le habría costado al presupuesto el equivalente a $469.880 millones en pesos actuales". Sin embargo, en un giro más preciso, agregó: "La cartera activa es de apenas $751 millones. En otras palabras, desapareció el 99% de su presupuesto". Para concluir, con su habitual imprecisión, enfatizó: "Curro que se detecta, curro que se elimina".
Frente a este nuevo atropello del gobierno a los sectores más postergados, dialogamos en Señales con Marita Milagro, una referente clave en el tema que también creó uno de los Bancos Populares de la Buena Fe. Esta medida, que afecta a un programa clave en el desarrollo de políticas de microcrédito, tuvo durante años un impacto significativo en miles de emprendedores y emprendedoras de todo el país.
Marita Milagro comenzó la charla con una opinión crítica sobre las decisiones de la administración libertaria: "No quiero ser maleducada en un medio. Mirá, es una guanacada, es una brutalidad, es una mentira, es una falta de respeto". Además, expresó su indignación contra Adorni, a quien definió como un "títere" sin la debida comprensión de este sistema. Marita reflexionó sobre la responsabilidad de quienes votaron por estos cambios, afirmando que destruyen un sistema social sólido construido en conjunto por kirchneristas y no kirchneristas.
Orígenes del Microcrédito: Historia y propósito
Marita profundizó en los orígenes históricos del sistema de microcréditos en Argentina, citando a figuras como el padre Carlos Cajade y su inspiración en el libro El banco de los pobres, de Mohammed Yunus en Bangladesh. Recordó cómo el sistema comenzó en los barrios, impulsado por el deseo de salir de la pobreza a través de proyectos cooperativos de microcréditos.
"El corrupto del padre Cajade de La Plata puso fondos de su bolsillo, de los feligreses, la limosna que daban el domingo en misa, y formó un pequeño fondo de microcréditos. Recorrupto era", señaló con ironía y agregó: "Así empezó un sistema de pequeñas soluciones para mujeres en situación de vulnerabilidad".
Marita relató cómo estas prácticas se institucionalizaron en el contexto de políticas públicas, bajo el liderazgo de Daniel Arroyo, quien era Ministro de Desarrollo Social de la Nación, con el apoyo de organizaciones comunitarias. Desde ese momento, la Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Promoción del Microcrédito, a través de los Bancos Populares de la Buena Fe, se convirtió en una herramienta esencial para la inclusión financiera de grupos de emprendedores.
El impacto social y los logros del programa
El programa de microcrédito permitió a familias emprender pequeñas actividades de autoempleo, principalmente en áreas como la textilería, panificación, rotiserías, artesanías y construcción. Según Marita, el enfoque estaba en la formación, el trabajo en comunidad y la solidaridad. Se exigía a los grupos de cinco integrantes un compromiso colectivo para asegurar la devolución de los fondos, lo que generó mecanismos de confianza y reciprocidad entre los beneficiarios.
Marita enfatizó: "El microcrédito no era solo entregar un préstamo, sino ofrecer un proceso formativo. Por eso cada reunión era un momento de formación política, salud reproductiva, violencia de género y educación". También contó historias conmovedoras de cómo el programa ayudó a mujeres a salir de situaciones de vulnerabilidad, a jóvenes a estudiar y a familias enteras a acceder a oportunidades económicas.
El programa de microcrédito permitió a familias emprender pequeñas actividades de autoempleo, principalmente en áreas como la textilería, panificación, rotiserías, artesanías y construcción. Según Marita, el enfoque estaba en la formación, el trabajo en comunidad y la solidaridad. Se exigía a los grupos de cinco integrantes un compromiso colectivo para asegurar la devolución de los fondos, lo que generó mecanismos de confianza y reciprocidad entre los beneficiarios.
Marita enfatizó: "El microcrédito no era solo entregar un préstamo, sino ofrecer un proceso formativo. Por eso cada reunión era un momento de formación política, salud reproductiva, violencia de género y educación". También contó historias conmovedoras de cómo el programa ayudó a mujeres a salir de situaciones de vulnerabilidad, a jóvenes a estudiar y a familias enteras a acceder a oportunidades económicas.
Resistencia y desafíos en el contexto actual
Al referirse a la disolución de la CONAMI, Marita no ocultó su enojo y preocupación. Argumentó que la medida es parte de una tendencia de desprecio por la promoción social y que refleja una visión elitista que ve en la inclusión económica y social una amenaza.
"Nos quieren tristes, vamos a estar alegres. Nos quieren solos, vamos a estar juntos. Nos quieren pobres, vamos a ser ricos, sumando nuestras abundancias", remarcó.
Para Marita, el objetivo ahora es resistir a través de organizaciones comunitarias, como La Bandada, un grupo de trabajo colaborativo que, desde Capitán Bermúdez, agrupa distintas organizaciones para intentar reconstituir el apoyo social y económico en el contexto actual de crisis.
El futuro del microcrédito y la esperanza colectiva
Con optimismo, Marita reflexionó sobre el legado del microcrédito, más allá de sus dificultades actuales: "Viva por siempre, aunque la quieran matar, enterrar, borrar de la historia, está en el corazón del pueblo el microcrédito. Está en el corazón de cada emprendedor". Subrayó que, aunque los recursos se han visto fuertemente limitados, la experiencia sigue viva en los sueños de miles de personas que aún luchan para salir adelante con sus proyectos de vida.
En este sentido, hizo referencia a casos particulares de éxito a lo largo de los años: mujeres que iniciaron emprendimientos con pequeños créditos, familias que mejoraron sus condiciones de vida y jóvenes que pudieron acceder a la educación gracias al financiamiento. Historias de panaderos, costureras, albañiles y pequeños comerciantes que, con esfuerzo, se levantaron gracias a una oportunidad de crédito y capacitación.
Por último, Marita mencionó que, a pesar de la falta de recursos y la disolución de instituciones, la clave está en la unión, la solidaridad y los sueños intactos: "Cada uno por separado no tiene nada, pero entre todos generamos una abundancia que se puede reproducir".
Con esta perspectiva, la lucha continúa: no solo contra el ajuste y el desmantelamiento de políticas públicas, sino también en la búsqueda de alternativas para preservar la solidaridad y la inclusión como principios fundamentales para el progreso social.
Con optimismo, Marita reflexionó sobre el legado del microcrédito, más allá de sus dificultades actuales: "Viva por siempre, aunque la quieran matar, enterrar, borrar de la historia, está en el corazón del pueblo el microcrédito. Está en el corazón de cada emprendedor". Subrayó que, aunque los recursos se han visto fuertemente limitados, la experiencia sigue viva en los sueños de miles de personas que aún luchan para salir adelante con sus proyectos de vida.
En este sentido, hizo referencia a casos particulares de éxito a lo largo de los años: mujeres que iniciaron emprendimientos con pequeños créditos, familias que mejoraron sus condiciones de vida y jóvenes que pudieron acceder a la educación gracias al financiamiento. Historias de panaderos, costureras, albañiles y pequeños comerciantes que, con esfuerzo, se levantaron gracias a una oportunidad de crédito y capacitación.
Por último, Marita mencionó que, a pesar de la falta de recursos y la disolución de instituciones, la clave está en la unión, la solidaridad y los sueños intactos: "Cada uno por separado no tiene nada, pero entre todos generamos una abundancia que se puede reproducir".
Con esta perspectiva, la lucha continúa: no solo contra el ajuste y el desmantelamiento de políticas públicas, sino también en la búsqueda de alternativas para preservar la solidaridad y la inclusión como principios fundamentales para el progreso social.
También dialogamos sobre el mensaje en X del responsable de esta acción, el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger:
En el cierre de la nota se leyeron varios mensajes de oyentes, destacando el siguiente:Hoy, por Decreto Delegado 1094/24 (¡gracias Ley Bases!), el presidente @JMilei puso fin a otro de los tantos curros disfrazados de fomento de la economía social. El Decreto disuelve la Comisión Nacional de Coordinación del Programa de Promoción del Microcrédito para el Desarrollo…
— Fede Sturzenegger (@fedesturze) December 13, 2024
"Soy David, quiero enviar un mensaje a Marita. ¡Muchas gracias!, soy maestro mayor de obras y recibí un microcrédito, del cual estoy orgulloso. Todavía tengo las herramientas que pude comprar allá en 2009".
La moneda social, una experiencia de los banquitos