Los números del "Fútbol para todos" no cierran y funcionarios oficiales han contactado a empresas nacionales y extranjeras para formar una sociedad
Por: Fernando Gañete Blasco
En la Casa Rosada ya saben que los números no cierran. Los millones de pesos que la presidenta prometió al deporte amateur a la hora de parir el Programa Fútbol para Todos suenan a espejismo. Las reuniones para conseguir un socio estratégico que venda los derechos al exterior se suceden. Y en los últimos días, los funcionarios oficiales se habrían juntado con ejecutivos de Telefé y Tenfield, la empresa uruguaya que tiene los derechos del fútbol oriental, y pertenece al zar del fútbol uruguayo, Francisco “Paco” Casal y a Enzo Francescoli.
El 25 de agosto pasado, Aníbal Fernández, ministro plenipotenciario y jefe de Gabinete, charló con los ejecutivos más importantes del canal de las pelotas. “Ochocientos millones de pesos”, pidió Fernández por todo el paquete futbolero, que a esa altura pertenecía el Estado a cambio de 600 millones de pesos. Traducido: Fernández quería ganar 200 millones de un saque.
En Telefé se le rieron en la cara. “Nosotros no tenemos esa plata”, le respondieron, sabedores, además, de que el fútbol, tal como está planteado, no es negocio para el canal. Varios días después, el Gobierno, despechado, se desquitó. Y borró de un plumazo a las telefónicas de la Ley de Medios que impulsa en el Congreso. Era la mejor manera de vengarse de los dueños de Telefé, el Grupo Telefónica.
El otro eje en el que se trabaja desde las oficinas del Comfer es la comercialización de los derechos televisivos del fútbol argentino en el extranjero. Los 5 millones de dólares que ingresaba TSC en ese concepto no les cierra a los funcionarios oficiales. Quieren más.
La empresa con la que ya habrían empezado a negociar sería de capitales uruguayos: Tenfield. Con ramificaciones en Miami, donde tiene GolTV, una señal enteramente futbolística que a fines de los `90 quiso aterrizar en Argentina. Tenía todo arreglado con DirecTV, pero no se pusieron de acuerdo en el precio con Cablevisión.
De allí quedaron grandes rencores con el Grupo Clarín. Sobre todo en la cabeza de Francisco “Paco” Casal, intermediario y empresario del fútbol oriental que fue varias veces investigado por el grupo mediático que ahora persigue el gobierno K. El odio por el multimedios hermana a Casal y los Kirchner. A tal punto que, más allá de las cifras, ya habrían acordado que, a la firma del contrato, la foto se la saquen Cristina Kirchner y Enzo Francéscoli.
Si la asociación con los uruguayos se cae, ya hay otro jugador en las gateras para comercializar el fútbol extranjero en el exterior: la española MediaPro. Esta última, que comparte algunos negocios con el grupo Santa Mónica (que en la Argentina se encarga de la comercialización de la Selección Nacional), le paga 3 millones de dólares al año a TSC por los derechos del fútbol argentino en todo el mundo salvo el continente americano.
En las primeras reuniones con los ejecutivos españoles, la Jefatura de Gabinete pidió 25 millones de dólares por los derechos para todo el mundo, a lo que MediaPro respondió negativamente. Según fuentes del mercado, en los próximos días podría cerrarse el acuerdo, aunque a un precio final mucho menor: 15 millones de dólares.
Si bien fuentes gubernamentales aseguraban que la norteamericana IMG era otra de las interesadas en exportar el fútbol argentino, desde la filial argentina de la empresa se encargaron de desmentir la versión.
Fuente: SportBussines