Por: Fernando García
La emisora se fundó el 1 de julio de 1947. Y desde entonces repite su fórmula. Nada de música, nada de diálogos, fuera distracciones. Sólo noticias y la hora. La hora una y otra vez, cantada cada minuto. Lo único que ha variado es la orientación informativa. Las razones se comprenden al instante cuando ubicamos el medio. Baste decir por ahora que el estilo apenas ha variado desde 1959.La lectura de las noticias se acompasa con un sonoro segundero que al principio era marcado por un metrónomo para músicos y ahora es una señal electrónica. Al llegar cada minuto exacto suena un pitido múltiple y rápido, como de morse.
Las reglas de locución de los textos son bien precisas. Primero: "Las cuartillas leídas a dos voces deben tener entre 15 y 16 líneas escritas, y las anunciadas a una voz, entre 13 y 15", dicta la norma. "Siempre que la información cumpla ese requisito y el locutor lea a un ritmo adecuado desde el comienzo, la lectura concluirá en el minuto exacto", añade el libro de instrucciones.
Y segundo: "Cuando la noticia se extiende por más de este tiempo -sesenta segundos-, justo antes de que transcurra el minuto el locutor debe decir: 'Continuará". Y al concluir dicha noticia en el minuto siguiente, dirá para finalizar el texto y avisar: "Conclusión...".
Al finalizar la noticia, y salvo que se trate de un comunicado oficial de la autoridad competente, se cita el nombre del redactor: "Reportó Orestes Eugellés Mena", por ejemplo (y el nombre es real). Al llegar la hora en punto al final de cada bloque (matinal, verpertino, nocturno), se nombra a los locutores. Y de vez en cuando se recita un refrán.
La máxima animación llega a mediodía y medianoche, cuando se da cuenta de la hora que es en ese momento en más de veinte capitales del mundo, una por una: "La una de la madrugada en Brasilia, Brasil. Las cinco horas en Madrid, España. Las siete horas en Moscú, Rusia...".
El noticiario continuo cubre todo el espectro de la información: local, nacional, internacional, deportes, el tiempo, reportajes varios. Predominan, eso sí, los informes sobre logros y "sobrecumplimientos" en el área productiva, así como las conmemoraciones y efemérides relacionadas con los episodios más gloriosos de la patria.
Aunque la emisora siga sin ser muy conocida en Europa, en el caso de España todo el mundo escuchó su soniquete y su nombre en la canción con la que Manu Chao la hizo famosa hace justo 20 años.
Fue, y sigue siendo, su composición de mayor éxito: Me gustas tú. "Qué horas son, mi corasón", arranca la melodía... Para poco después reproducir el sonido de la emisora a las "doce de la noche en La Habana, Cuba; las once de la noche en San Salvador, El Salvador", etcétera... Y para terminar con las voces de un pareja mixta de locutores: "Rrrrradio Reloj. Cinco de la mañana", anuncia él. "No todo lo que es oro brilla", añade ella, sin que sepamos a qué se refiere.
Radio Reloj nació como una versión depurada de la emisora mexicana XEQK, que daba la hora a cada minuto. Fue el comunicador Gaspar Pumarejo propuso crearla en el seno de la compañía de radio y televisión cubana CMQ.
Hasta el triunfo de la Revolución, en 1959, los avisos horarios se alternaban tanto con noticias como con anuncios en vivo. Era la Cuba del presidente Batista en su primer mandato. El Gobierno de Fidel Castro conservó la marca y la fórmula, cambió los anuncios por consigna... y reescribió la información.
El asalto de 1957
La Comisión Nacional de Monumentos del Gobierno cubano tiene declarado Monumento Nacional una vieja cabina de Radio Reloj “por sus valores históricos” en relación con los sucesos del 13 de marzo de 1957, fecha del asalto al Palacio Presidencia protagonizado por el Directorio Revolucionario. Aquel día, el líder de la Federación Estudiantil Universitaria José Antonio Echeverría encabezó la ocupación de la emisora para informar sobre el asalto. El joven dirigente, de 24 años, afirmó ante el micrófono que los asaltantes acababan de "ajusticiar revolucionariamente" al dictador Fulgencio Batista “en su propia madriguera”. La alocución quedó cortada cuando un empleado de la radio la interrumpió. Echeverría, al saber que ya no estaba en antena, salió huyendo a la vez que ametrallaba la cabina. A los pocos minutos, Echeverría “cayó acribillado a balazos" por la policía de Batista en las inmediaciones de la Universidad de La Habana
Fuente: Diario La Vanguardia