En medio de este clima de reivindicación y protesta, un grupo de periodistas ha creado en facebook el grupo 'Periodismo real ya' para reclamar que la profesión se dignifique. De momento la página se encuentra en proceso de creación, pero ya ofrece un decálogo que invita a la reflexión:
No a los contratos basuraprnoticias ha hablado con una de sus impulsoras, Marta Molina, que nos explica que con esto se pretende concienciar a la gente y a los medios de comunicación sobre la situación que vive actualmente la profesión. 'Somos demasiado importantes' afirma. En su opinión, los periodistas tienen la obligación de velar por la democracia, y una tarea como esa no se puede descuidar maltratando a los profesionales que se ocupan de ella.
No a los despidos masivos
No a los becarios de 35 años
Fuera políticos de los medios
Guerra al algoritmo
No al periodismo multimierda
Copiar es delito
Informar no es un pasatiempo y los informativos no son un circo
No al fin de los corresponsales y los enviados especiales
Servicio público y sentido de la responsabilidad
Con esta iniciativa se pretender volver a colocar a la información en el lugar que se merece. 'Las piezas informativas apenas duran un minuto en los informativos, y si son demasiado informativas, si no son populares o amarillistas, no entran' argumenta Marta Molina.
Este movimiento está en pleno proceso de creación y la idea es que todo el mundo contribuya. 'Queremos que todo el mundo trabaje en ello, que los periodistas se impliquen y empecemos a trabajarlo' explica.
Mayte Carrasco, Cecilia Ballesteros, Cristina Ávila y Marta Molina son las creadoras de esta idea, en la que se han implicado desde el principio Ramón Lobo y Mónica García Prieto. Aunque la idea es que sea una página de todos y para todos.
La campaña previa no tuvo lugar sólo en las redes sociales, como Facebook o Twitter, donde la plataforma es muy activa, hasta el punto de que sus hashtags (las etiquetas que identifican asuntos en Twitter) han sido trending topic mundial. También pegaron cartelería y participaron en conferencias y asambleas. Contactaron además con asociaciones de desempleados, de lucha contra los paraísos fiscales o contra los abusos bancarios. Otras muchas también se les unieron hasta contabilizar más de 500 adhesiones.
La plataforma cree que una de las claves del éxito de las manifestaciones fue precisamente su desvinculación de partidos políticos y sindicatos y su llamada a la unidad dejando de lado preferencias ideológicas. "Había ganas de salir a la calle sin que nadie instrumentalizara la protesta", señala Gándara.
La mayoría de miembros de la organización se consideran cercanos "a diferentes corrientes progresistas", mientras que otros se califican de apolíticos. Y no son abstencionistas: "Creemos en el voto, lo que nos parece mal es el actual marco electoral".
En Madrid, la manifestación transcurrió tranquila, en un ambiente festivo. Democracia Real había hecho un llamamiento expreso al carácter pacífico del movimiento. Sin embargo, al final de la concentración se produjeron algunos disturbios que acabaron con varios detenidos. La plataforma se desvincula de lo sucedido pero denuncia también la violencia policial. "Condenamos cualquier acto violento, además ocurrieron una vez que acabó la convocatoria, pero también hay que denunciar que la policía actuó de forma brutal", asegura Gándara.
Por el contrario, Democracia Real apoya cualquier movimiento de resistencia pacífica como el que se ha producido espontáneamente y de forma ajena a la organización de la manifestación en la Puerta del Sol, donde varias personas han decidido acampar hasta las elecciones del 22 de mayo. La nueva protesta fue ayer trending topic mundial en Twitter.
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Fuentes: prnoticias, Público
Manifiesto “Democracia Real Ya”:
Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.
Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie.
Esta situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor. Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:
Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.
Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.
El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.
La democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno) así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad, no la de enriquecerse y medrar a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura partitocrática encabezada por las inamovibles siglas del PPSOE.
El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto. Hasta el colapso.
La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, primándola por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad. Despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.
Los ciudadanos formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni de nuestras necesidades. Somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.
Si como sociedad aprendemos a no fiar nuestro futuro a una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría, podremos eliminar los abusos y carencias que todos sufrimos.
Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro.
Por todo lo anterior, estoy indignado.
Creo que puedo cambiarlo.
Creo que puedo ayudar.
Sé que unidos podemos.
Sal con nosotros. Es tu derecho.