Un futbolista de la Premier League inglesa ha pedido al Alto Tribunal de Londres que autorice investigar los correos electrónicos y mensajes de texto de los periodistas de la empresa News Group International en lo que constituye un caso sin precedentes
Así lo informa hoy el diario Financial Times, según el cual el jugador, cuyo nombre no puede revelarse por razones legales, trata así de averiguar si la prensa violó las condiciones de una de las llamadas "órdenes mordaza". La extraordinaria petición de intervención judicial, sobre la que aún debe decidir el tribunal, ha provocado escalofríos en medios periodísticos, actualmente involucrados en un apasionado debate sobre el recurso creciente de ricos y famosos a las órdenes mordaza, para evitar que se revelen sus "affaires" extramatrimoniales.
La pasada semana, un usuario de Twitter nombró a varios famosos que han recurrido a esas leyes, y hace unos días un juez emitió una orden que prohíbe explícitamente publicar ese tipo de informaciones en las redes sociales.
El problema, sin embargo, es que tanto Twitter como Facebook tienen su domicilio legal en Estados Unidos y escapan a la jurisdicción británica, con lo que se produce una situación un tanto surrealista según la cual la prensa del Reino Unido no puede publicar los nombres de personas que están en boca de todos al haberse revelado sus identidades en esas redes sociales.
El abogado Hugh Tomlison, que representa al futbolista que mantuvo supuestamente relaciones sexuales con una exmodelo y exconcursante del programa "Gran Hermano" llamada Imogen Thomas, pidió al Alto Tribunal que investigara los correos de los periodistas a raíz de un comentario del columnista del diario The Sun Kelvin MacKenzie.
MacKenzie dijo que se veía inundado de correos electrónicos de personas que le pedían que revelase el nombre de las personas que han buscado el amparo de una orden mordaza para ocultar su identidad.
"A veces les doy los nombres, a veces no", explicó el columnista en declaraciones a la BBC.
El abogado Tomlison justificó así su recurso al Alto Tribunal tras escuchar esas declaraciones: "(McKenzie) está diciendo al mundo que viola las órdenes judiciales cuando le da la gana".
En una intervención separada, el News Group, del que es propietario el magnate de la prensa australiana Rupert Murdoch y al que pertenecen los tabloides The Sun y News of the World además de The Times, ha pedido al mismo tribunal que se permita a los medios revelar el nombre del futbolista implicado.
El juez que emitió la orden mordaza justificó, sin embargo, su acción diciendo que las pruebas de que disponía indicaban que el futbolista había sido objeto de chantaje por parte de la exmodelo.
Según esa versión, Imogen Thomas, de 28 años, le dijo al futbolista primero que necesitaba 50.000 libras (57.000 euros) para terminar pidiéndole el doble.
Thomas le explicó a su amante ocasional que el tabloide 'The Sun' pensaba revelar sus relaciones y publicar fotos en las que aparecía ella llegando a los hoteles donde ambos se habían dado cita.
En declaraciones a la prensa, la exmodelo negó, sin embargo, haber intentado chantajear al futbolista y se quejó de la doble vara de medir de la justicia ya que mientras se arrastraba por el lodo su nombre y su reputación, el juez permitía al deportista refugiarse en el anonimato.
El juez justificó su decisión de proteger la intimidad del futbolista y negó que él y otros jueces que han concedido órdenes mordaza intentasen introducir "por la puerta trasera" una nueva ley de privacidad ya que todas sus decisiones las han basado, según dijo, en la Convención Europea de Derechos Humanos.
Fuente: Agencia EFE