Por: Julio Petrarca. Defensor de los lectores de Diario Perfil
"El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes, y el honor de estos se interesa en que todos conozcan la execración con quienes miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal".
El texto transcripto corresponde al primer número de La Gazeta de Buenos Ayres, primer periódico creado con los aires de libertad que iniciaron el proceso de separación de estas tierras del reino de España. Fue una decisión valiosa para la difusión de ideas y noticias, fruto de la febril vocación independentista germinada el 25 de mayo de 1810. Vale la pena dedicar algunos minutos a recordar el valor que dieron Mariano Moreno, Manuel Alberti, Luciano de Monteagudo y otros a las ideas llegadas desde Europa, con algunas consignas que debieran mantenerse inconmovibles en estos tiempos: libertad para pensar y actuar, fraternidad para estrechar vínculos solidarios, igualdad ante la ley y en las relaciones humanas.
Un puñado de días separó el 25 de mayo del primer número de La Gazeta, publicado el 7 de junio (fecha elegida para celebrar en la Argentina el Día del Periodista). No es casual que haya habido una urgencia semejante: las ideas revolucionarias necesitaban de un medio que les sirviera de respaldo y afirmación ciudadana. Guardando las distancias, es la tarea que hoy cumple el periodismo independiente, entendiendo por tal el que mantiene una saludable distancia del poder, sean quienes fueren los que lo ejercen.
Podemos elegir medios y periodistas confiables para separarlos de otros más comprometidos con la defensa a ultranza de lo que hace, dice y propone el gobierno (el actual y los que lo precedieron). A quienes ejercemos este oficio de comunicar con la mayor cercanía a la verdad, nos provoca cierta vergüenza ajena el ver y escuchar a personajes que ocupan medios de gran influencia en la población para servir de partenaires a quienes ejercen el poder.
En algún tiempo no lejano, las aguas se dividían entre la prensa alineada con los gobiernos y periodistas que actuaban en la vereda opuesta. Así se profundizó una grieta que va más allá de lo ideológico y lo político: una grieta entre modelos democráticos. Hoy ya no es así: la grieta está abierta entre quienes defienden los valores de la democracia y los que la entienden como un obstáculo para la imposición de un modelo distinto, autocrático, personalista.
La frase impresa en la portada de La Gazeta es muy reveladora de las motivaciones que llevaron al 25 de Mayo como fecha inicial del proceso independentista de nuestro país. Se atribuye al historiador romano Cornelio Tácito y dice: "Tiempos de rara felicidad son aquellos en los cuales se puede sentir lo que se desea y es lícito decirlo".
Vendría bien que la tomaran en cuenta los que hacen del periodismo un ejercicio de mala praxis.
Fuente: Diario Perfil