En la semana que termina, hubiesen cumplido años dos de los grandes maestros del periodismo: Gabriel García Márquez (nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia; muerto en 2014) y Ryszard Kapuscinski (nacido el 4 de marzo de 1932 en Pinsk, Polonia; muerto en 2007). Este ombudsman quiere hoy recurrir a algunas de las inspiradoras definiciones de ambos acerca del ejercicio de esta profesión, en la certeza de que habrán de servir a nuevas generaciones de periodistas y –tal vez, en utópica ilusión– a ciertos comunicadores que trabajan en los medios con más vocación de voceros del poder que de auténticos buceadores en lo que viven, gozan o padecen los pueblos, el nuestro incluido.
Dijo o escribió García Márquez, cuya novela póstuma, En agosto nos vemos, llega en estos días a las librerías argentinas (sus crónicas y reportajes debieran estar en las bibliotecas de todo aquel que quiera ejercer esta profesión):
- Considero que mi primera y única vocación es el periodismo. Nunca empecé siendo periodista por casualidad –como mucha gente– o por necesidad, o por azar: empecé siendo periodista porque lo que quería era ser periodista.
- La mejor noticia no es siempre la que se da primero sino muchas veces la que se da mejor.
- Para ser periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica, y también mucha ética. Hay tantos malos periodistas que cuando no tienen noticias se las inventan.
- La ética no es una condición ocasional, sino que debe acompañar siempre al periodismo como el zumbido al moscardón.
- La investigación no es una especialidad del oficio sino que todo el periodismo debe ser investigativo por definición.
- En un buen artículo puede no haber buenos ni malos, sino hechos concretos para que el lector saque sus conclusiones.
- (El periodismo) es importante porque es un género literario con los pies puestos sobre la tierra.
- El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad.
Cada libro de crónicas, cada trabajo de investigación, cada reportaje, cada parte de guerra de Kapuscinski es, también, un ejercico de buen periodismo. Algunas de sus frases:
- Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante.
- La ideología del siglo XXI debe ser el humanismo global, pero tiene dos peligrosos enemigos: el nacionalismo y el fundamentalismo religioso.
- El nacionalismo es algo intrínsecamente malo por dos motivos. Primero por creer que unas personas son, por su pertenencia a un grupo, mejores que otras. Segundo, porque cuando el problema es el otro, la solución implícita de este problema siempre será el otro.
- Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias.
- Momentos amargos para un periodista: tener una información de importancia mundial y no poder transmitirla.
- El pasado no existe. Solo existen sus infinitas interpretaciones.
- No seas codicioso, no pugnes por estar en primera fila, haz gala de moderación y humildad, si no, te alcanzará la fustigadora mano del Destino, que corta las cabezas de los engreídos.
- El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse.
- Si entre las muchas verdades eliges una sola y la persigues ciegamente, ella se convertirá en falsedad, y tú en un fanático.
- Sin la memoria no se puede vivir, ella eleva al hombre por encima del mundo animal, constituye la forma de su alma y, al mismo tiempo, es tan engañosa, tan inasible, tan traicionera.
Fuente: Diario Perfil