lunes, 25 de marzo de 2024

En Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba no sobra nadie

En defensa de los medios públicos y contra el ajuste, trabajadores del Multimedio brindaron un discurso ante una multitud al finalizar la marcha.

Este domingo, trabajadores de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba brindaron un discurso durante la marcha por el Día de la Memoria.

La movilización contó con unos 150 mil asistentes que escucharon las palabras en defensa de los medios públicos, la educación pública y contra el ajuste.

Dante Leguizamón y Josefina Frattari, en representación de la Intersindical, dieron voz al documento que inició con un recuento histórico del Multimedio: desde la censura y el control durante la dictadura hasta el ajuste en la actualidad:
Queridas abuelas y madres, compañeros de HIJOS, familiares y trabajadores. Pueblo cordobés. Gracias.

Si nos permiten, les vamos a contar una historia...

En marzo de 1976 el directorio de los SRT, a manos del Tercer Cuerpo del Ejército, contrató por un año y para ocupar un rol clave, pero no de jefatura, en el Servicio Informativo de Radio Universidad a un periodista llamado Carlos Revello. El nombre es conocido para algunos, pero para otros no. Según una investigación judicial, Revello fue identificado como Agente/Periodista de los Servicios de Inteligencia que se infiltró para espiar compañeros durante la dictadura y la democracia tanto en los SRT como en La Voz del Interior.

Por entonces estaba en vigencia la ley que establecía de 2 a 5 años de prisión a los redactores o editores de medios de comunicación que propagasen información que divulgase conductas consideradas indeseables para los genocidas. Unos meses antes, en enero del año 1975 el brigadier Lacabane había expulsado "por zurdos y radicales" a 31 trabajadores de la empresa.

Quizás de los propios SRT surgieron los datos de inteligencia que pusieron la mira de la dictadura en nuestro delegado gremial de entonces: El periodista y camarógrafo Luis Mónaco, secuestrado en Villa María en enero de 1978.

En los siguientes años el plan de la dictadura fue controlar los SRT, pero ni siquiera ellos pensaron en cerrarlo.

La censura tuvo varias caras y se crearon numerosas comisiones para asegurarse de que existiera lo que la dictadura llamaba "la pureza profesional" del periodismo. El nombre de una de esas comisiones, lo resume todo: Se llamaba "Comisión de autocontrol".

Controlar la comunicación era el objetivo, no terminar con ella; Silvia Romano, la académica fuente de muchos de estos datos, cuenta que hacia finales de la dictadura cívico militar los genocidas buscaron (como otros lo han buscado hasta el día de hoy) reducir al máximo la producción propia de información para asegurarse de que nadie se viera tentado a violar las normas de autocontrol.

Por eso en el año 1981 en los SRT casi no se producía ninguna información propia y sólo se reproducía lo que llegaba desde Buenos Aires realizado por la agencia estatal TelAm.

En la actualidad algunos dicen que los Servicios de Radio y Televisión tienen demasiados trabajadores. Pero nosotros les decimos con claridad y con pruebas. En los SRT No sobra nadie. En 1983 había solo dos medios (Radio Universidad y Canal 10) y la empresa contaba con 206 empleados.

En la actualidad tenemos casi la misma cantidad de trabajadores distribuidos en cinco medios: Canal 10 – Radio Universidad – Cba24n – Canal U – 102.3 – y un sexto que son las redes sociales.

En los SRT No sobra nadie. 

No es casualidad que, como pasaría también en la década de 1990 y como ocurre hoy, en 1982 hubo un proyecto de la Junta Militar que avanzaba en la idea de privatizar los Servicios de Radio y Televisión.

Entonces ocurrió algo que hoy resulta increíble. Los interventores del Tercer Cuerpo del Ejército le pidieron a los Rectores civiles impuestos por la dictadura en la Universidad que le solicitaran a los interventores en la provincia gestiones en Buenos Aires para evitar la privatización.

De hecho, por primera vez en siete años, se permitieron asambleas en los SRT y se lanzó una campaña en toda la provincia que obligó al genocida Galtieri a firmar un decreto que suspendió esa privatización.

Finalmente la Justicia Federal ordenó que el proceso se suspendiera.

Es decir: Ni la dictadura genocida pudo privatizar los Servicios de Radio y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba.

No es casual que el proyecto de gobierno actual haya elegido a los medios públicos y universitarios como su primer gran enemigo. Nos quieren callar, porque los quieren callar a ustedes. Detrás del discurso que sugiere que somos sólo un gasto innecesario se esconde el deseo de eliminar aquello que no se puede controlar. Radio Nacional, Canal 7, Telam y los SRT comenzaron siendo las primeras víctimas de una política que busca acabar con la comunicación y controlarla. Por eso, en asamblea general, los y las trabajadores de los SRT decidimos venir a esta maravillosa marcha por la Memoria, la Verdad y la Justicia para gritar: En los SRT No sobra nadie.

El principal error que cometen los que quieren privatizar o cerrar los Servicios de Radio y Televisión es no comprender qué es un medio público. Y quizás valga la pena decirlo con pocas palabras.

Un medio es público no solo porque pertenece al Estado, sino porque tiene como prioridad prestar un servicio a la sociedad y no hacer negocios: multiplicar la información, hacerle lugar a la mayor cantidad de voces posibles y abrir espacio a todas las opiniones sin ser esclavo del interés comercial, eso es lo que hace público a un medio.

Miren, por ejemplo, lo que pasó en la pandemia: mientras algunos parecían querer sacarle provecho a la muerte, los medios públicos garantizamos el derecho humano al acceso a la información segura y no distorsionada por el poder económico.

Los SRT existimos y le damos voz a aquellos que en otros medios no la tienen y un ejemplo puede servir. Hoy todo el mundo conoce el homicidio de Blas Correas a manos de la Policía de Córdoba, pero antes de ese caso de Gatillo Fácil sólo los SRT hablaron del Guere Pellico en 2014 y de "Beco" Avila en 2020 y de Jorge Reyna asesinado en una comisaría de Capilla del Monte en 2013. Muy pocos se acordaron después —como si lo hicimos nosotros, los SRT— de Joaquín Paredes: asesinado en Paso Viejo el mismo año que Blas también por la policía. Alguien que sí se acordaba de todos ellos era nuestra querida Sonia Torres que no dejó de activar la memoria de todos hasta el último día de su vida.

Al amenazar el futuro de los SRT y de los medios públicos nos están amenazando a todos. Por eso, venimos a pedirles que "como antes y como siempre" sepamos que si tocan a uno, nos tocan a todos. Porque En los SRT No sobra nadie.

Gracias a las autoridades de la Universidad Nacional de Córdoba hoy no existen herramientas de censura, somos libres de decir todo lo que queremos, pero la que está siendo censurada es la propia Universidad Nacional de Córdoba. Venimos aquí a decir lo que algunos todavía no se atreven a gritar, pero la comunidad universitaria ve con mucha claridad. El gobierno de Javier Milei utiliza la billetera y la Motosierra para tratar de censurar las ideas del Sistema Público Universitario. Así como los medios de comunicación, también quieren controlar el saber. Las políticas del gobierno nacional han reducido un 70 por ciento el presupuesto del funcionamiento universitario. Es el mismo gobierno que por medio de ataques directos y por la vía del ajuste, amenaza los derechos por los que lucharon, defendieron y dieron su vida los 30 mil compañeros desaparecidos. Por eso, decimos que la comunidad Universitaria y la sociedad cordobesa deben entender que somos la punta del iceberg. Por eso nos adelantamos a decir que en la Universidad Nacional de Córdoba no sobra nadie.

Empezaron por nosotros pero ya estamos viendo que siguen por el CONICET, por los docentes, por los no docentes y el objetivo vuelve a ser el Sistema Público Universitario completo. Si les permitimos cerrar los SRT, cuando todo eso pase no va a existir ningún lugar donde sea posible denunciar esos y otros ataques a la sociedad en general. Por eso, nuestra responsabilidad es luchar en unidad para defender lo conquistado.

En estos días nos sentimos agobiados. No sabemos cómo cruzar el cerco informativo. Terminamos discutiendo sobre los perros de Milei y se nos escapan los despidos en la Secretaría de Agricultura familiar. Entonces muchos nos preguntan a nosotros cómo hacer para revertir el tremendo poder que ejerce el gobierno nacional sobre las redes y los medios. La verdad es que no lo sabemos. 

Luchamos cada día contra eso y la mayoría de las veces volvemos a perder. Pero si existe una respuesta debe surgir de un texto escrito hace 47 años: de la carta que nos permitió llegar al número de 30 mil y de la pluma de Rodolfo Walsh cuando denunciaba que se aplicaba en el país una "Miseria Planificada que sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales".

Contra eso, el propio Walsh recomendaba: «Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copia a sus amigos; nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. 

El Terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad». 

Los SRT deben seguir siendo un medio público para, con todas las voces de esta sociedad adentro, seguir sintiendo la satisfacción moral de comunicar en libertad.

Gracias por dejarnos subir a este precioso escenario de lucha. Gracias por considerar que somos dignos de ocupar este espacio que para nosotros es sagrado. El espacio para rechazar la prepotencia, para enfrentar el olvido, para resistir toda injusticia y oponernos a La Motosierra.

Los queremos invitar a acompañarnos en un grito que quiere tomar fuerza en la memoria de cada uno de los compañeros desaparecidos porque así como nos faltan 30 mil. 

Aquí y hoy necesitamos gritar que: 
En el CONICET No sobra nadie 
En TelAm, Canal 7, Radio Nacional y todos los medios públicos, No sobra nadie 
En el INCAA, No sobra nadie 
En las Universidades Pública, No sobra nadie 
En la Secretaria de Derechos Humanos, No sobra nadie 
En la  Secretaría de Agricultura Familiar, No sobra nadie 
En los SRT No sobra nadie 
En nuestro país, No sobra nadie
Muchas Gracias.
Fotos: Satoshi Higa 
Fuente: Multimedio SRT

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