martes, 2 de mayo de 2023

Chile: Un canal del Fantasma elimina reportajes de su web

De fondo, antiguo sitio de La Red. En la esquina, el dueño del canal, Ángel Remigio González

Por: Laura Landaeta

Como parte de las medidas de ‘despolitización’ de la estación de TV - propiedad del mexicano nacionalizado estadounidense, Ángel Remigio González y González- la empresa decidió borrar de sus archivos una serie de reportajes relacionados con el estallido social, denuncias de corrupción y malas prácticas medioambientales.

En Chile, La Red televisión vuelve a estar en el ojo del huracán, esta vez por borrar todo el contenido editorial de los últimos dos años, bajo la administración de Víctor Gutiérrez, de su sitio web. Algo que no sólo atenta contra la libertad de expresión, sino también contra quienes se atrevieron a denunciar y dar testimonios de gran valor editorial y periodístico en pleno estallido social.

Contenidos como la denuncia por el robo de madera en la Araucanía en el que estaban involucrados Carabineros; la entrevista de Eduardo Fuentes a Mauricio Hernández Norambuena, el Comandante “Ramiro”, en Mentiras Verdaderas; las denuncias por los crímenes cometidos en el estallido social en la fábrica Kayser, donde uno de los fallecidos presentaba no solo quemaduras, sino también un impacto de bala en su cuerpo; imágenes exclusivas de la quema de una estación de Metro por parte de funcionarios de Carabineros en pleno 18/O; y decenas de reportajes con denuncias contra instituciones corruptas y atropellos sindicales, medioambientales y de derechos humanos durante el estallido social fueron botados a la basura con un simple delete.

“Es una pena que hayan eliminado todo el trabajo hecho con tanto cariño”, señala un ex colaborador del canal; sentimiento que comparten muchos de sus trabajadores.
Casos similares han ocurrido con contenidos de noticieros y matinales, pero jamás un medio ha decidido borrar antojadizamente sus contenidos periodísticos como medida de eliminación de un fragmento de su historia –y, por cierto, la historia reciente de todo un país.
Una práctica jamás vista en Chile desde la dictadura pues, si bien en algunos momentos canales de televisión debieron bajar contenidos de sus plataformas digitales, jamás lo hicieron borrando un pedazo de su historia, sino siempre con fallos judiciales adversos que los obligaban a ello. Como por ejemplo cuando Canal 13 debió borrar el reportaje donde se acusaba a las alumnas del Liceo 1 de estar impartiendo escuelas de guerrillas en el patio del colegio, y no era así.

Casos similares han ocurrido con contenidos de noticieros y matinales, pero jamás un medio ha decidido borrar antojadizamente sus contenidos periodísticos como medida de eliminación de un fragmento de su historia –y, por cierto, la historia reciente de todo un país.

No en vano La Red fue el canal más confiable para las audiencias el año 2022, según la encuesta del CNTV (Consejo Nacional de Televisión), y eso, en gran medida, se debió a su trabajo periodístico y denuncias que día a día se plasmaban primero en el área digital, donde quien suscribe este artículo era la editora general, y luego en la pantalla.

Esta situación se vuelve común al analizar la forma en que Albavisión, de propiedad del mexicano nacionalizado estadounidense, Ángel Remigio González y González, apodado "El Fantasma", ha llevado adelante su modelo de negocio televisivo en el continente completo.
El modelo en el que González ocupa las emisoras en los 14 países en que tiene presencia -donde operan 43 estaciones de TV, 46 emisoras de radio, 11 medios impresos y 3 empresas de cine- lo ha llevado a adquirir un gran poder político.
El modelo en el que González ocupa las emisoras en los 14 países en que tiene presencia -donde operan 43 estaciones de TV, 46 emisoras de radio, 11 medios impresos y 3 empresas de cine- lo ha llevado a adquirir un gran poder político de mano tanto de la izquierda como de la derecha, según sea la conveniencia en todo Centro América.

Pero hasta ahora Chile se había librado de ese manejo politizado que el “Fantasma” ha hecho habitual en Centro América, pues La Red era utilizada como una “casetera”, el término que ocupa el dueño de Albavisión para referirse a las señales que mantiene en América y cuyo grueso de transmisión se basa en cine, teleseries y series envasadas. Un modelo que le rinde frutos financieros cuando no tiene un interés político mayor.

Cuando despierta el interés
Distinto es cuando están en juego negocios millonarios. En el caso de Bolivia, en los últimos años del gobierno de Evo Morales, Bolivisión, canal de su propiedad, hizo la campaña para destituir al presidente e incluso fue parte activa durante el golpe de estado de 2019, donde se autoproclamó presidenta de la nación Jeanine Añez.

En Paraguay, las cadenas de El Fantasma han apoyado a la derecha más dura y al Partido Colorado. En Nicaragua, su sociedad es con Daniel Ortega, la cual le ha permitido tener dos estaciones de televisión pese a que los medios los controla el gobierno. En El Salvador le hizo la campaña a Nayib Bukele, y en Honduras también apoyó a la derecha.

En todos estos países se ha denunciado, al igual que en Chile, la manera en que se ha apropiado de estaciones de televisión, rozando la ilegalidad. Sin embargo, en ninguna de ellas se ha cesado sus funciones pues, señala un detractor del empresario, es mucha la plata que corre entre los gobiernos y las televisoras del Fantasma.
El medio El Periódico de Guatemala, denunció en marzo de 2021 a Alba Lorenzana Cardona, la esposa del “Fantasma”, copropietaria de su conglomerado y a quien le debe el nombre; quien fue protagonista de dos portadas seguidas debido a una orden de detención internacional en su contra por corrupción y cooptación del Estado durante el gobierno de Otto Pérez Molina.
Sin duda, el ejemplo más complejo de las redes del Fantasma, habituado a perseguir a sus detractores, es el ocurrido el 2021 en Guatemala, cuando el medio El Periódico de Guatemala, denunció en marzo de 2021 a Alba Lorenzana Cardona, la esposa del “Fantasma”, copropietaria de su conglomerado y a quien le debe el nombre; quien fue protagonista de dos portadas seguidas debido a una orden de detención internacional en su contra por corrupción y cooptación del Estado durante el gobierno de Otto Pérez Molina, y otra denuncia por la adjudicación ilícita de contratos por 26 millones de quetzales (equivalentes a $3 millones de dólares) con el gobierno de Giammattei, del Partido Patriota. (Revise acá el reportaje sobre adjudicación ilícita de El Periódico de Guatemala).
Reportaje de El Periódico de Guatemala sobre la esposa de González
Las dos denuncias publicadas por aquel medio independiente terminaron con su director tras las rejas y sus periodistas perseguidos políticamente por el gobierno de turno, socios y amigos del Fantasma.

Y es precisamente ese estilo, siempre al borde de la legalidad, el que ha permitido que este empresario, que comenzó vendiendo manzanas y uvas en Guatemala y que hoy posee un indudable poder político en varios países del continente, subsista en todas las realidades con una doble militancia cuestionada pero efectiva.
Es en ese entonces cuando decide comenzar a ahogar con falta de recursos a la administración de Gutiérrez, situación que termina por acabar el proyecto editorial por meses de sueldos retrasados de los trabajadores.
El Fantasma en Chile
En relación a Chile, el Fantasma no había mostrado real interés editorial en el país hasta que Sebastián Piñera llamó para quejarse por la cobertura de La Red de sus últimos años de gobierno y al estallido social. Es en ese entonces cuando decide comenzar a ahogar con falta de recursos a la administración de Gutiérrez, situación que termina por acabar el proyecto editorial por meses de sueldos retrasados de los trabajadores.

Luego de eso prosiguió un largo silencio y hoy, con este intento pusilánime de refundación, del cual se han dado algunos indicios en los últimos días, la idea de la estación es reflotarse con contenido envasado y algunos programas de factura externa que se distancien y dejen en el pasado el estilo confrontacional y periodístico de La Red de Gutiérrez.

Algo de eso adelantó El Mercurio hace unos días en sus páginas de espectáculos, donde se anuncia el programa “El Disidente”, del periodista Oscar Céspedes, quien anteriormente realizó en Youtube un espacio ultraderechista llamado “Liga Libertaria”, vinculado al Partido Libertario (el mismo que no alcanzó las firmas para legalizar su inscripción ante el Servel) y también el nuevo espacio de Adriano Castillo, que debutó este domingo.

En la mencionada nota, el productor Cristián Leiva, de la productora a cargo del programa de picadas, comenta: “conversamos con el canal lo importante que es tener programas como este y cambiarle la cara a este canal que en algún momento se encasilló en una postura política… quitarle el sesgo”.

Algo que se anticipaba como la nueva línea editorial y de lo cual esta periodista tomó conocimiento hace un mes. Luego de escribir un reportaje en Interferencia sobre la ilegal propiedad de dos estaciones de televisión del empresario Ángel González y debido a que quien escribe fue acusada de injurias ante la justicia como editora general de LaRed.cl, el abogado de su defensa preguntó al canal si se podía bajar la nota de gendarmería intentando llegar a un acuerdo judicial, situación ante la que el director ejecutivo actual respondió que lo podían hacer, pero a cambio Interferencia debía bajar la publicación contra González, escrita por la misma Landaeta. Interferencia jamás bajó ni bajará un reportaje sea cual sea la presión.

Al respecto, sólo resta señalar que al día de hoy y tras la renuncia de Faride Zerán a la presidencia del Consejo Nacional de Televisión, nadie responde por la ilegalidad que sigue teniendo la propiedad de La Red y Telecanal, adjudicadas a Ángel González y uno de sus socios, respectivamente. En Chile es ilegal tener dos canales de televisión abierta, pero, por alguna extraña razón, el CNTV sigue sin ir tras el Fantasma.

En relación a esta nueva mirada de La Red, fuentes al interior de la estación señalan que tras la intención de borrar y dejar atrás los contenidos punzantes de los dos años anteriores, bajo la administración de Gutiérrez, se está intentando “despolitizar” a La Red, lo que pareciera traducirse en volverla otro canal más de derecha que reniega de su pasado dedicado a la investigación periodística y la denuncia.

Otras Señales

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