A través de un comunicado, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, manifestó su repudio ante la presencia del periodista Alejandro Fantino, invitado por una organización estudiantil
La Facultad de Periodismo repudia la presencia de Alejandro Fantino en nuestra institución
Al enterarnos que el día miércoles 17 de mayo a las 14 horas, la agrupación estudiantil "Nueva Generación" organizó una charla con el Sr. Alejandro Fantino en nuestra Facultad, queremos señalar que su presencia no es bienvenida. Más allá de gozar de total libertad para concurrir a nuestra casa de estudios –derecho que la Universidad Pública garantiza a todo ciudadano/a/e– y para ejercer su derecho a comunicarse, creemos que nuestra Facultad también tiene el derecho a dejar en clara su propia opinión.
El Sr. Fantino representa las modalidades de ejercicio de la práctica del periodismo que repudiamos profundamente.
Desde su rol en la conducción de programas con evidente sentido patriarcal y machista hasta su protagónica participación en operaciones de prensa en la modalidad lawfare contra líderes y liderezas populares y con discurso de odio contra minorías y diversidades. Por ejemplo, también, su participación en el encuentro anual de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina, que se llevó a cabo en el marco del 200° aniversario de las relaciones bilaterales entre ambos países, con un espacio denominado Conversaciones AmCham: ciclo "Protagonistas políticos", donde entrevistó a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich..
Asimismo, en lo que respecta al periodismo deportivo en el que ha ejercido con prácticas hegémonicas adhiriendo a discursos con intenciones políticas y económicas, y como se mencionó anteriormente, con modos machistas haciendo oídos sordos al avance de las mujeres en esa profesión.
En una Facultad que se enorgullece de contar con la tradición periodística e investigativa de grandes periodistas y comunicadores/as – Rodolfo Walsh, García Lupo, Gregorio Selser, Jorge Masetti; y que además tiene un compromiso de décadas con el derecho a la comunicación como derecho humano, la presencia de una referencia del periodismo como mercancía no puede menos que resultarnos non grata.