sábado, 5 de febrero de 2022

Diferencias entre la Deutsche Welle y RT (Russia Today)

Rusia revocó la licencia de transmisión de Deutsche Welle y cerró la oficina de DW en Moscú, después de que los reguladores alemanes prohibieran la emisora rusa RT Deutsch. Pero las dos emisoras no son lo mismo
Por: Matthias von Hein
La decisión del Kremlin de cerrar las operaciones de DW en Rusia parece en un principio una respuesta de ojo por ojo a la de los reguladores alemanes, tomada un día antes, de prohibir a la emisora ​​rusa RT Deutsch transmitir en Alemania.

Pero existen diferencias significativas tanto en la naturaleza de las prohibiciones como en las regulaciones que rigen a las dos emisoras extranjeras.

Para el primero, solo el contenido en vivo de RT ha sido detenido por el regulador alemán, luego de su decisión de no solicitar una licencia de transmisión. El contenido on-demand y en línea no se ve afectado, mientras que los corresponsales de RT continúan siendo libres de trabajar en Berlín y asistir a las conferencias de prensa del gobierno. La decisión de Rusia de cerrar la oficina de DW en Moscú significa que los periodistas de DW ya no están acreditados para trabajar en Rusia.

El segundo punto, sobre cómo se gobiernan las dos emisoras, se puede resumir mejor en el principio de "neutralidad estatal".

Después de la experiencia de la dictadura nazi, el panorama mediático alemán se diseñó específicamente para evitar que quienes estaban en el poder controlaran los periódicos, las transmisiones y los medios en línea.

Es cierto que tanto Deutsche Welle como RT, una vez llamada Russia Today, son emisoras financiadas por el estado dirigidas a audiencias extranjeras. Pero para garantizar que Deutsche Welle pueda trabajar de forma independiente y seguir los estándares periodísticos, no forma parte de la oficina de prensa del gobierno federal.
Independiente del gobierno
Lo que parece claro es que no existe un principio de neutralidad estatal que rija RT, como se requiere para DW. Cuando el corresponsal de la revista Time en Moscú, Simon Shuster, visitó a la editora en jefe de RT, Margareta Simonyan, en su oficina en 2015, notó un teléfono amarillo anticuado en su escritorio. Era su línea segura directamente con el Kremlin, admitió Simonyan a Shuster, "para discutir cosas secretas". Ha sido editora en jefe de RT desde su creación en 2005.

En una entrevista con el diario ruso Kommersant en 2012, Simonyan dijo que veía a RT como parte de una guerra de información con el mundo occidental y comparó el papel de la emisora con el del Ministerio de Defensa.

"El Ministerio de Defensa estaba peleando con Georgia, pero nosotros estábamos haciendo la guerra de la información, y lo que es más, contra todo el mundo occidental", dijo. "¡Es imposible comenzar a fabricar un arma solo cuando la guerra ya comenzó! Es por eso que el Ministerio de Defensa no está luchando contra nadie en este momento, pero está listo para la defensa. Nosotros también".

'Un instrumento de la política exterior rusa'
En 2013, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que RT "no puede dejar de reflejar la posición oficial del gobierno ruso sobre los acontecimientos en nuestro país y el resto del mundo". En declaraciones a la emisora ​​SWR, Stefan Meister, experto en Rusia del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, describió a RT como un canal de propaganda: "Es un instrumento de la política exterior rusa con objetivos muy específicos. Es un canal controlado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otros. otros, sino también por otras instituciones del Estado”.

También hay diferencias en la forma en que se manejan los medios extranjeros dentro del país. Esto se ilustra con la prohibición de radiodifusión impuesta a RT en Alemania por una autoridad supervisora ​​de medios independientes, la Comisión de Licencias y Supervisión de la Autoridad de Medios de Berlín-Brandeburgo, que no es una agencia gubernamental.

La comisión justificó su prohibición de transmisión de RT DE al afirmar que "falta la licencia requerida por la ley de medios". En otras palabras, nunca se solicitó la licencia de transmisión, aunque la transmisión comenzó en diciembre pasado, quizás debido al requisito de neutralidad estatal. El Tratado de Medios de Alemania, que regula los derechos de los organismos de radiodifusión en Alemania, prohíbe, excepto en casos excepcionales, la concesión de licencias de radiodifusión a organismos estatales en Alemania y en el extranjero.

Sin embargo, la organización matriz de RT, TV Novosti, posee una licencia de transmisión para RT DE en Serbia y la considera suficiente. La autoridad supervisora ​​de medios alemana no está de acuerdo y se considera responsable porque la emisora ​​alemana RT tiene su sede en Berlín.

Mientras que a los periodistas de DW ahora se les han revocado sus acreditaciones, los periodistas de RT pueden continuar trabajando en Alemania, protegidos por el principio de libertad de prensa. Los periodistas de RT, por ejemplo, siguen asistiendo regularmente a las conferencias de prensa organizadas por el gobierno alemán. RT DE puede continuar operando su sitio web y puede distribuir videos, pero no transmitirlos en vivo.

En Rusia, los corresponsales extranjeros deben obtener la acreditación a través de un proceso de aprobación a menudo opaco. En Alemania, RT DE puede contratar periodistas y reporteros sin acreditación, como cualquier otra emisora.

Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció el cierre de la oficina de DW en Moscú y el final de la transmisión de DW en Rusia, una clara indicación de que la medida tenía motivaciones políticas. Rusia dijo que estaba reaccionando a las "acciones hostiles de la República Federal de Alemania" hacia RT DE.

Mientras tanto, Rusia ocupa el puesto 150 entre 180 países en el Índice de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.

Cómo se llegó al cierre de DW en Rusia
En una medida sin precedentes, Rusia prohibió las emisiones de DW. Se presentó como una reacción al bloqueo de RT DE en Alemania, pero ya había habido amenazas previas
El estudio de DW en Moscú
Por: Roman Goncharenko
No fue algo sorpresivo. Antes de que el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso decidiera el cierre de DW en ese país, hubo señales de advertencia. "Estamos preparando una respuesta a los alemanes. Ojalá esta vez se produzca efectivamente”, anunció la jefa de redacción de la emisora estatal RT (antes llamada Russia Today), Margarita Simonjan, el 22 de diciembre, en Facebook.

Los antecedentes del caso
El motivo: el operador satelital Eutelsat había suspendido las transmisiones de RT DE. Esa emisora de noticias en idioma alemán había puesto en marcha, el 16 de diciembre, un programa de 24 horas ofrecido por satélite e internet. El organismo regulador de medios de comunicación de Berlín-Brandeburgo, MABB, presentó un recurso en su contra, porque RT DE no había solicitado la correspondiente licencia.

La importancia que tiene la emisora para Moscú quedó de manifiesto en enero, durante la visita de la ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, a la capital rusa. Los rusos dejaron claro que habría represalias contra medios germanos si no se encontraba una solución para RT DE.

Un día después de que la MABB prohibiera definitivamente las transmisiones de RT DE, el 2 de febrero, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso anunció su respuesta: DW debe cerrar su oficina en Moscú y se retiran las acreditaciones a sus corresponsales. Además, se prohíben las transmisiones de programas de DW en Rusia, y la estación alemana ha de ser incorporada al polémico registro de "agentes extranjeros” en el Ministerio de Justicia ruso, lo que dificultaría su labor. En Moscú se dice que habría aún otras medidas adicionales.

Reacción asimétrica
Esta no es una reacción simétrica, como la presenta Moscú. Las medidas rusas contra DW van mucho más allá de las restricciones aplicadas en Alemania a RT DE y sus colaboradores, que siguen pudiendo trabajar sin cortapisas. Además, DW disponía de licencias vigentes en Rusia para emitir sus programas en alemán e inglés. La Asociación Alemana de Periodistas (DJV) criticó en un comunicado que se "compare peras con manzanas”. DW se financia con recursos del erario público, pero el organismo que la controla está integrado "mayoritariamente por organizaciones no estatales”. La JDV cataloga a RT DE como "parte de la propaganda rusa de corte estatal”.

El servicio alemán de RT comenzó a operar en 2014, el año de la anexión de Crimea por parte de Rusia, con programas en internet. RT DE cuenta actualmente con más de 650.00 abonados en Facebook. Una cifra comparable tenía también su canal principal en YouTube, antes de ser bloqueado, en septiembre de 2021, al igual que un canal secundario. El motivo fue que Google, consorcio estadounidense al que pertenece YouTube, lo acusó de difundir informaciones falsas sobre la pandemia del coronavirus, cosa que RT niega. El gobierno alemán dijo en ese entonces no tener nada que ver con el bloqueo, y rechazó las críticas de Moscú.

RT DE intentó infructuosamente conseguir una licencia para emitir en Alemania a través de Luxemburgo. Finalmente optó por la vía de una licencia obtenida en Serbia, pero el organismo regulador alemán no la acepta. RT se propone interponer recursos judiciales contra ello.
Ver también: Alemania prohíbe la difusión de la cadena rusa RT en alemán
Amenazas contra DW en Rusia
Aun cuando Rusia justifica las medidas adoptadas ahora contra DW remitiéndose al trato dado a RT DE, ya en años anteriores había habido amenazas. Desde fines de la década de 1980, DW había podido emitir en Rusia sin problemas por onda corta y media, a lo que después se sumaron algunos programas de televisión y una página de internet. La manera de informar no recibió críticas de Moscú.

Las primeras nubes surgieron en el horizonte en 2019. Una comisión de la Duma estudió lo que consideraba una "intromisión de medios extranjeros” en asuntos internos rusos. También DW fue criticada. La comisión dijo haber constatado varios casos, entre ellos el de un tuit de la redacción rusa de DW sobre protestas opositoras previas a las elecciones locales de Moscú, que interpretó como un llamado a sumarse a las manifestaciones. DW rechazó esa interpretación.

En esa ocasión, la comisión de la Duma recomendó conferir a DW el estatus de "agente extranjero”. Pero eso no se llevó a cabo. El Ministerio ruso de Relaciones Exteriores se opuso. El director de DW, Peter Limbourg (foto), viajó a Moscú y el conflicto pareció superado.
Sin embargo, en septiembre de 2021 el tema resurgió, en el contexto del bloqueo de RT DE en YouTube. A medida que RT DE sufrió mas derrotas en sus esfuerzos por emitir en Alemania, más claras se fueron volviendo las amenazas de Moscú. La jefa de RT DR, Simonjan, instó varias veces al Ministerio de Relaciones Exteriores a adoptar represalias.

El director de DW calificó las medidas rusas de completamente desproporcionadas y anunció recursos legales. Y prometió reforzar la información sobre Rusia.

Rusia: periodismo independiente bajo presión
En Rusia, la presión estatal y la autocensura por temor a represalias son el pan de cada día para muchos periodistas. No obstante, todavía hay medios que informan con mirada crítica
Una periodista rusa alza un cartel con la leyenda "libertad de prensa", en agosto de 2021
Por: Carla Bleiker
Una cifra dice a veces más que mil palabras: 150. Ese es el lugar que ocupa Rusia en el ranking de la libertad de prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras, que incluye a 180 países.

Más de un centenar de organizaciones de prensa y personalidades figuran en la lista rusa de "agentes extranjeros”. La ley de "agentes extranjeros” data de 2012, y se aplicaba originalmente a organizaciones no gubernamentales que recibían fondos del exterior. En 2019 se amplió e incluye ahora a personas u organizaciones que reciben recursos extranjeros y que publican informes u otros materiales impresos, acústicos o audiovisuales”.

Quien esté en la lista, debe indicarlo en todas sus publicaciones. Además, debe entregar cada seis meses informes sobre sus finanzas y actividades al gobierno, y someterse a revisiones anuales.

Independientemente de lo anterior, los periodistas extranjeros solo pueden trabajar en Rusia con una acreditación del gobierno. Y esta puede serles retirada sin mayores advertencias previas, como acaba de ocurrir con los corresponsales de DW en Moscú.

La TV goza de confianza
En Rusia, la televisión es todavía la principal fuente de información. De acuerdo con una encuesta del instituto demoscópico independiente Centro Lewada, la mitad de los rusos confiaba en 2018 en los noticieros de TV, aunque la televisión rusa está bajo firme control estatal, según Reporteros sin Fronteras.

También Dekoder, un laureado portal que traduce al alemán informes de medios rusos independientes, ha señalado que en Rusia la TV está en gran parte controlada por el Estado. Eso quiere decir que los informativos de TV funcionan en gran medida como portavoces del Kremlin y casi no tiene cabida en ellos la información crítica. Algo similar se aplica a la radio, según Dekoder.

Desde 2014 existe una ley que restringe, además, la libertad de los medios en línea. En virtud de la "Ley Lugowoj", se puede bloquear el acceso a páginas web de noticias sin orden judicial, cuando la Fiscalía lo solicita. El temor a perder la accesibilidad lleva a muchos medios a la autocensura, indica Dekoder: los periodistas practican la censura previa y "desisten de publicar materiales que podrían ponerlos en dificultades”.

También la inseguridad sobre lo que, desde la parte oficial, se considera aceptable o no dificulta el trabajo de los periodistas rusos. "Los periodistas se meten en aprietos por cosas que otros escriben sin problema. Eso es visto por muchos expertos como parte de una estrategia”, indicó a DW Heiko Pleines, politólogo y subdirector del Centro de Estudios de Europa del Este de la Universidad de Bremen. "Cuando los límites no están definidos con exactitud, todos se vuelven más cautelosos. Como consecuencia, la autocensura está muy extendida”, apuntó.

Se estrecha el cerco 
La población rusa obtiene información que también aborda críticamente lo que hace el Kremlin, sobre todo a través de los periódicos y los medios virtuales. Entre los principales se cuentan el diario Nowaja Gaseta, conocido por sus investigaciones, el canal de TV en línea Doschd (TV-Rain), que en agosto de 2021 fue incorporado a la lista de "agentes extranjeros”, y el portal informativo Meduza, con sede en Riga, que fue catalogado como "agente extranjero” en abril de 2021.

La labor crítica tiene su precio. Según Pleines, también el trabajo de estos periodistas independientes se ve cada vez más limitado, por una creciente presión y también por la violencia contra la gente de prensa.

El 3 de febrero, Nowaja Gaseta comunicó que su periodista Elena Milaschina, que informaba sobre violaciones de derechos humanos en Chechenia, había tenido que dejar el país "en vista de las numerosas amenazas personales proferidas en su contra por destacados representantes de la República de Chechenia”. Desde la fundación de Nowaja Gaseta, cinco de sus periodistas han sido asesinados, entre ellos la conocida periodista y defensora de los derechos humanos Anna Politkóvskaya.

"La presión contra los periodistas va en aumento desde hace 20 años”, opina Pleines, y también Dekoder hace notar que hay una creciente "tendencia a un mayor control estatal”. El cierre de los estudios de DW en Moscú es otro paso en esa dirección.
Fuente: Deutsche Welle

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