Durante décadas, las empresas de medios en Argentina no tuvieron conflictos destacables con las autoridades, como resultado de una historia de colusión entre los dueños de los medios y el poder político, según un nuevo informe centrado en las relaciones entre los encargados de la formulación de políticas, reguladores y medios en Argentina publicado hoy por el Center for Media, Data & Society (CMDS).
La ley de 2009 contrastó con las tendencias históricas en materia de políticas de comunicación, donde las empresas de medios en general lograron promover políticas y leyes destinadas a la desregulación de la propiedad de los medios. Su cabildeo suele tener éxito. “Las empresas siempre son escuchadas por los gobiernos”, afirma el informe.
A pesar de su poder, la industria de los medios en Argentina no representa un grupo homogéneo de intereses. Por un lado, hay un grupo de poderosos grupos multimedia radicados en la ciudad de Buenos Aires (Clarín, La Nación, América). Por otro lado, el país cuenta con un sector de medios de comunicación medianos y pequeños que se asientan en el resto del territorio nacional.
Publicado en cooperación con Observacom, un think-tank panregional que cubre América Latina, y la Universidad de Santiago de Compostela, el informe presenta los desarrollos clave en la legislación de medios y describe los principales mecanismos regulatorios que afectan a los medios y al periodismo en Argentina. También ofrece un análisis de los actores más influyentes en el campo de la política de medios de Argentina, con un enfoque en la industria, la sociedad civil, los actores políticos y los influenciadores externos.
El informe es parte de Media Influence Matrix, el proyecto insignia del CMDS que, desde 2017, ha estado investigando el panorama cambiante de la política gubernamental y de medios, con un enfoque en los cambios en el entorno normativo y regulatorio; su financiamiento, con un enfoque en las fuentes clave de financiación del periodismo y el impacto en la cobertura editorial; y la tecnología en la esfera pública, con un enfoque en cómo las empresas de tecnología, a través de actividades como la automatización y la distribución de contenido basada en algoritmos, impactan en los medios de comunicación y el periodismo.
Fuente: Centro de Medios, Datos y Sociedad
“Ha existido un pacto tácito en el que los medios no fueron sustancialmente críticos a cambio de la no injerencia del poder político en el desarrollo de sus mercados”, recoge el informe, que fue elaborado por Guillermo Néstor Mastrini, Carla Belén Repetto y Martín Razzeto.Sin embargo, el período 2008-2015 estuvo marcado por el fuerte enfrentamiento entre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y el Grupo Clarín. Se destaca la sanción de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009 como un intento de atenuar la concentración de la propiedad de los medios y fomentar la comunicación no comercial.
La ley de 2009 contrastó con las tendencias históricas en materia de políticas de comunicación, donde las empresas de medios en general lograron promover políticas y leyes destinadas a la desregulación de la propiedad de los medios. Su cabildeo suele tener éxito. “Las empresas siempre son escuchadas por los gobiernos”, afirma el informe.
A pesar de su poder, la industria de los medios en Argentina no representa un grupo homogéneo de intereses. Por un lado, hay un grupo de poderosos grupos multimedia radicados en la ciudad de Buenos Aires (Clarín, La Nación, América). Por otro lado, el país cuenta con un sector de medios de comunicación medianos y pequeños que se asientan en el resto del territorio nacional.
Publicado en cooperación con Observacom, un think-tank panregional que cubre América Latina, y la Universidad de Santiago de Compostela, el informe presenta los desarrollos clave en la legislación de medios y describe los principales mecanismos regulatorios que afectan a los medios y al periodismo en Argentina. También ofrece un análisis de los actores más influyentes en el campo de la política de medios de Argentina, con un enfoque en la industria, la sociedad civil, los actores políticos y los influenciadores externos.
El informe es parte de Media Influence Matrix, el proyecto insignia del CMDS que, desde 2017, ha estado investigando el panorama cambiante de la política gubernamental y de medios, con un enfoque en los cambios en el entorno normativo y regulatorio; su financiamiento, con un enfoque en las fuentes clave de financiación del periodismo y el impacto en la cobertura editorial; y la tecnología en la esfera pública, con un enfoque en cómo las empresas de tecnología, a través de actividades como la automatización y la distribución de contenido basada en algoritmos, impactan en los medios de comunicación y el periodismo.
Fuente: Centro de Medios, Datos y Sociedad