Desde hoy lunes, cerramos el Bar La Capilla para desmantelar y entregar el inmueble.Fracasamos en la intención de declararlo Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad.
No pudimos o no supimos transmitir la importancia del tema.
Se cierra un ciclo y lo único que lamentamos en no poder abrir el debate con calidad y razonamiento acerca del modelo de ciudad al que nos enfrentamos.
La defensa que asumimos, no era sólo el bar, era la preservación como un elemento de la proyección de la memoria y la de la identidad cultural, pluricultural y también diversa en lo social y económico. Traspasaba el bar como recinto acumulativo de historias, lo físico, y nos acercaba a la idea de resistencia desde la identidad, (parafraseando al sociólogo Boaventura do Santos).
Desaparecemos. Al hacerlo no sólo se pierde la memoria sino que, el vacío se llena con otros elementos y propósitos. Así parece ser.
Desde nuestra postura, sólo resta agradecer a quienes nos acompañaron con la esperanza que desde las dirigencias y las instituciones del Estado se colaboraría a la resolución de la problemática referida. No llegamos a interesarlos.
Elejimos un camino institucional y no violento para expresar nuestro derecho, que entendimos se encontraba en la Ordenanza referida a patrimonio del año 2000.
Fracasamos en ello.
Gracias todos.
Sergio López Castillo
Cheche
Foto: Dardo Ceballos
