La compañía repartirá 50.000 bolsos de rafia en los próximos 15 días.El objetivo con esta acción es fomentar el reciclaje y la reutilización.
Carrefour comenzó ayer a retirar de sus centros en Córdoba las bolsas de plástico con el objetivo de fomentar la reutilización, potenciar el reciclaje y reducir el consumo de estas bolsas. El director del centro Zahira, Francisco Martín, aseguró que la jornada transcurrió sin incidencias reseñables, aunque admitió que se produjo determinada descoordinación en las líneas de caja a la hora de repartir bolsas reutilizables de rafia de forma gratuita a los clientes, ya que algunos consumidores se quejaron de que habían pagado las bolsas adquiridas.
Martín comentó que los malentendidos serán corregidos, ya que la consigna es entregar bolsas a todos los clientes que las necesiten. De hecho, durante 15 días Carrefour repartirá gratis más de 50.000 bolsas de rafia, subrayó el director. A su vez, aclaró que la compañía no está obteniendo ningún beneficio con la nueva medida adoptada, pues destinará el dinero de las bolsas a organizaciones no gubernamentales para proyectos solidarios y, además, colabora con Banco de Alimentos y Cruz Roja. Francisco Martín también insistió en que con esta actuación "nos adelantamos al plan del Gobierno, que regulará a partir del 2010 el consumo de residuos".
Carrefour ofrece a los consumidores alternativas sostenibles con bolsas de rafia y nylon por 0,50 euros o biodegradables, de fécula de patata, por cinco céntimos. Además, durante estos días, en el centro Zahira, un joven, Rafael Ruiz, ofrece información para concienciar de cómo se puede contribuir a mejorar el medio ambiente.
La mayoría de los clientes que ayer se acercaron hasta el Carrefour Zahira optaron por llenar los carros de compra sin necesidad de colocar los productos en bolsas, como es el caso de Gloria Luque y Luis Rodríguez, que aseguraron que en el coche tenían las que les habían dado en otros supermercados, pues ayer Carrefour tan solo le regaló una bolsa de rafia por superar 20 euros de compra. Para ellos, "esto es un negocio y otra forma de sacarle el dinero al consumidor". En cambio, Rafael Quirós se encontró ayer con la sorpresa de tener que pagar más de siete bolsas biodegradables que necesitó para su compra de 168 euros. "A mí no me han regalado nada", exclamó. Lo mismo les ocurrió a Toñi Jiménez y Rosario Colorado, que optaron por llevar sus productos en los brazos. "Al final, usaremos los canastos de toda la vida", exclamó Rosario.
Fuente: Diario Córdoba