"La comunicación es un derecho, qué en realidad, circula en el capitalismo como una mercancía.Más adelante llegó en tiempo de las preguntas. Seguro alguien saldrá a refutar algo de todo lo que este paladín del socialismo sostenía, pensé… En la platea un ex trabajador de una de sus empresas preguntó:
Eso hace que aquellos que tienen el derecho, por un lado de la información, qué son los ciudadanos. Por otro lado aquellos que tienen el derecho a la libertad de expresión que también son los ciudadanos, pero que es un derecho más específicamente ejercido por los periodistas, terminan siendo tutelados, no solo por el estado sino por actores privados de la economía.
La cuestión se pone mucho más grave porque hay un concepto del capitalismo social, qué podríamos llamar el rostro bueno del capitalismo –si es que lo tiene- qué se llama la subsidiariedad. ¿Qué significa subsidiariedad? La subsidiariedad del estado en teoría política es allí donde hay un derecho que un privado no cumple, viene el estado y cumple ese derecho. Por ejemplo el derecho a la vivienda, donde el mercado no puede cumplir el artículo 14 bis de la Constitución, sobre los derechos a la vivienda, viene el estado e intenta suplir a los privados.
La pregunta es cuando el derecho a la información no está suficientemente bien tutelado por el sistema privado que lo considera una mercancía ¿qué significa subsidiariedad del estado?
La televisión pública, la radio pública, no pueden en realidad, muchas veces es más un estorbo para la resolución del problema de la falta del derecho que una resolución a la falta que se crea en la falta del derecho.
Los empresarios periodísticos tutelamos derechos de terceros y que en realidad devienen en bienes sociales, y que se llaman como yo decía estos dos derechos la libertad de expresión y el derecho a la información.
En el derecho a la información los peligros que acechan y que la función del empresario, tal como nosotros lo concebimos, es lo que podemos llamar mantener el mayor grado de asepsia para que la labor del periodista pueda ser desarrollada en este marco.
Los posibles agresores son siempre los mismos: el estado por un lado, las empresas anunciantes por el otro, el sistema político que incluye a los opositores que también manejan recursos, no solo el recurso del dinero si no también la fuente de información, que para los periodistas es más importante que los recursos económicos y el cuarto qué es, quizá, el más difícil de todos y es el de los intereses de la propia empresa qué es propietaria de los medios.
Vale decir, esto que son los intereses de la empresa periodística deviene de dos lugares. En el mejor de los casos en una situación casi ideal deviene de los intereses que esa empresa periodística tiene, en el logro de la consecución de su ganancia económica, pero deviene de la venta publicitaria, la venta de ejemplares y la relación con el estado para obtener licencias y beneficios en caso de estar en el mercado regulado qué es el de la radio y la televisión y no en la industria gráfica. Aunque la industria gráfica, también, está regulada de alguna manera por el estado a través de los impuestos a los insumos que tienen que ver con el papel, la tinta y el resto de los impuestos. Con lo cuál en el mejor de los casos esos son todos los factores que los intereses de una empresa tienen que considerar como una posible agresión a la tutela de los derechos que debe ejercer sobre la información y la libertad de expresión. El derecho a la información y la libertad de expresión.
Pero mucho peor se pone la situación para aquellas empresas que no solo tienen esos condicionantes sino que tienen los condicionantes de ser parte de un emporio empresario que tiene otros intereses y otros negocios. Es el caso de aquellas empresas periodísticas que son dueñas de una red eléctrica o que son dueñas de un negocio petrolero o que son dueñas de un sistema de distribución de cables, qué para que quede claro no podemos considerar empresa periodística a aquél que distribuye cable, por que si no sería una empresa periodística el puesto que distribuye diarios.
Y que las empresas periodísticas que tiene distribución de televisión por cable se vean beneficiadas con los mismos beneficios de aquellos que solo hacemos periodismo es otro de los factores que condicionan el desarrollo de la responsabilidad de las empresas. Entonces el debate es cuales son las responsabilidades de las empresas periodísticas. La empresa como empresa cuando hace referencia a la responsabilidad está haciendo referencia a cuales son las obligaciones que tenemos. La obligación que tenemos los empresarios periodísticos es mantener lo suficientemente lejos a nuestros periodistas del acechos de los riesgos que he mencionado. Mantener a nuestros los periodistas lejos del acecho de los poderes del estado. Mantener a nuestros periodistas cubiertos de los intereses de las empresas que pautan en nuestros medios. Mantener alejados del acecho de los políticos que muchas veces es brutal. Y por último, el mayor de los desafíos que tenemos como empresa es mantenerlos a ellos alejados de nuestros propios intereses como empresa.
Sería faltarles el respeto y decirles que esta es una tarea fácil, todos sabemos que es muy difícil, todos sabemos que no hay una sola fórmula, todos sabemos que cuidarnos a nosotros de nosotros mismos es la tarea más difícil que Dios le dio a los hombres. Qué otro nos cuide quizá es más fácil que tener que cuidarnos de nosotros mismos. Me parece que este es el punto más débil de la responsabilidad empresaria, por que es fácil que el periodista pueda oponerse a el acecho del estado, de las empresas privadas y de los políticos.
Pero es mucho más difícil para el periodista mantenerse alejado a los intereses a la empresa a la cuál pertenece, en la cuál trabaja, en la cuál desarrolla su actividad. Por eso, nosotros desde nuestra compañía acompañamos fervientemente la cláusula de conciencia y la aprobación de la cláusula de conciencia.
Aprobamos, acompañamos, sostenemos e instigamos a que en cada uno de nuestros medios tenga su comisión gremial interna. La comisión gremial interna es una responsabilidad de los trabajadores pero también es uno de los mayores y mejores mecanismos para salvaguardar los derechos de los trabajadores, frente a la empresa para que le empresa pueda cumplir con la responsabilidad que tiene como empresa.
Y en esto, a fuerza de ser sincero, los empresarios periodísticos en general alimentan la baja sindicalización de los trabajadores. Por eso nosotros como empresa creemos qué el mayor resguardo, de nosotros contra nosotros mismos, es fomentar la sindicalización de los trabajadores, de su organización como trabajadores. Por qué acá volviendo al inicio el derecho de la libertad de expresión se transformó en mercancía. Y al ser mercancía en el sistema necesariamente tiene que tener un lado sindical, por qué si no la mercancía que se produce, que es uno de los grandes debates del marxismo sobre qué es la mercancía producida por los agentes intelectuales, no por los trabajadores manuales: Qué en realidad es lo que está poniendo en crisis el sistema capitalista. Hay un hermoso trabajo de Antonio Negri, sobre este tema, por qué en realidad la plusvalía no se consigue en el trabajo manual si no que se está consiguiendo mucho más en el trabajo intelectual. Y entonces es mucho más difícil el manejo y control de los que tenemos en nuestras manos los medios de producción el componente intelectual. Y por eso, lo dice Negri y no estoy tan seguro de compartir, estadíos donde se va a producir el resquebrajamiento del sistema para poder permitir mayor colectivización en las ganancias y mayor colectivización en la toma de decisiones. Por último entonces, para cerrar nuestra visión sobre este tema, el capitalismo es el mayor condicionante a la libertad de expresión qué en realidad la democracia capitalista fue capaz de conseguirlo. Este dilema, es el dilema que nos enfrentamos cada uno de los días".
¿Yo entendí bien cuando dijo que el capitalismo era el mayor condicionante? Le quiero decir yo trabajaba en Infofax una empresa que en el 2001/3 pagaba el 15 en patacones y el resto, el 50 % en Lecop… y me venían ofreciendo otros trabajos y una persona que es un referente periodístico para mi me dijo “andate por que la agarra Szpolski” y a mi me llamó la atención que una persona me recomendara eso cuando yo quería mucho el trabajo en Infofax, y había crecido bastante, entonces yo sentí después de todo eso que vivieron, porque yo me fui y le agradecí de por vida haberme ido, por que lo que pasaron todos los que trabajaron en Infofax, a los dos años desapareció Infofax. Y que usted diga que el capitalismo… me suena como si Maradona dijera que el problema del fútbol es la pelota. O sea me llama la atención y me gustaría saber un poco más por que yo tuve la suerte de irme a tiempo cuando todavía pagaban en Lecops. Ahora yo le mandé un mensaje de texto a un compañero que era de Infosic que le puedo preguntar a S… entonces me contestó “al fantasma no le preguntes nada!” y me llama la atención… (la moderadora, Alicia Miler, le plantea que pregunte pero que no agreda y se realiza un intercambio entre ambos)…
Te agradezco la pregunta por que me parece que es un caso que nos ayuda a reflexionar. Infofax e Infosic eran una agencia de noticia. Como sabrás, como yo dije, estoy absolutamente de acuerdo con mis propias palabras, el capitalismo es un hecho condicionante. Las agencias de noticias tienden a desaparecer en el mundo. Y esto es lo que inevitablemente ocurrió con Infosic e Infofax que es evidentemente lo que ocurrió. Lo que vos dijiste con el cierre sobre los trabajadores de Infosic e Infofax es absolutamente cierto.
Lo que te falta decir, y ahí es cuando mezclas la pregunta con el condicionamiento personal, es que Infosic e Infofax tenían 70 trabajadores, hoy el grupo que presido tiene 580. Entonces es cierto que en este proceso que es evidentemente capitalista, hay empresas que deben cerrar porque es inviable una agencia de noticias en la era de Internet. No voy a ingresar como sucedieron los hechos en Infofax más allá que terminó en una conciliación con los trabajadores recibiendo las indemnizaciones que en el acuerdo les toco es decir cumpliendo con la normativa de la ley, salvo que vos tengas una información en contrario. Infosic e Infofax no tienen ningún juicio si no que acordamos, es más los dos delegados gremiales de Infosic e Infofax empezaron a trabajar en el grupo en otras áreas al igual que otros 15 trabajadores de Infosic e Infofax que aceptaron trasladarse a las otras compañías del grupo.
Entonces yo creo que los fantasmas existen, sin ninguna duda, y es una buena oportunidad esta para desmitificar el fantasma. 580 trabajadores sindicalizados hoy. Demuestran que se puede reordenar una empresa dentro del capitalismo. Que se la puede hacer más eficiente y que los trabajadores que quieran se pueden quedar. Y los trabajadores que quieran se pueden ir. Y para terminar con el concepto me parece que lo más importante para decir es que vos trabajabas en una empresa que pagaba en Patacones y Lecops. Hoy nosotros no pagamos ni en Patacones y Lecops y podemos sentirnos orgullosos de lo que dice el volante del Partido Obrero, la Lista Naranja donde dice haber firmado con el grupo XXIII el acuerdo salarial más alto del año 2009.
Claramente, como yo te decía antes hay tensiones en el capitalismo, tensiones difíciles de resolver, pero la verdad una agencia de noticias en el siglo XXI es inviable. Mientras que un grupo de revistas, diarios y radios es posible. Por eso te vuelvo a repetir los trabajadores quisieron acompañarnos y confiaron, otros quisieron irse, hoy está trabajando, es más es maravilloso el ejemplo que traes, anteanoche fueron los premios Veintitrés. El premio al mejor periodista de Veintitrés elegido por el jurado lo ganó Diego Rojas. Debes recordar que Diego Rojas era el delegado de Infosic.
En el Senado de la Nación se presentó hace 3 años un proyecto in voce, un miembro hizo una propuesta que tenia que ver con que para recibir pauta oficial los medios tendríamos que mostrar nuestros balances. Eso produjo un escándalo de AdEPA. Yo por supuesto no estoy de acuerdo con esto. Yo creo que los medios debemos mostrar nuestros balances si recibimos plata del estado. Así votó nuestra compañía en AdEPA. Perdimos 75 a 25 la votación. Los grandes medios (los gráficos) se negaron a mostrar los balances. En el resto de las asociaciones gremiales patronales no se votó porque no se quería salir a pelear. AdEPA salió a pelar con un fuerte comunicado diciendo que eso era una intromisión a la libertad de expresión y esto me permite pasar un chivo que es lo que yo creo, que muchas vces las empresas periodísticas mayoritarias, que tienen que ver con la clase dominante usan la palabra libertad de expresión para vincular sus intereses económicos.
Cuando el resto de los panelistas seguía respondiendo Sergio Szpolski juntó sus manos, como si fuera a rezar, las llevó a la altura de su boca, cerró los ojos y estuvo así varios segundos. Luego los abrió, miró a los participantes y escuchó el final marcado por la moderadora. Se levantó y saludó a sus compañeros de mesa y se fue de la sala. A varios nos quedaron ganas de seguir indagando en la vida pública de este personaje y de las variadas marcas con las que disfraza a sus productos. Saber por ejemplo si es cierto que en AM América se baja la señal del transmisor en determinados programas críticos. Y otras tantas cosas. Pero el tiempo en los paneles es tirano y el “fantasma” había partido. CAD