jueves, 9 de agosto de 2007

En medio de la renovación presidencial las empresas de medios de Comunicación siguen tentando a los inversores del exterior

Por Eduardo Zukernik
Mientras Argentina se debate en la búsqueda de inversores del exterior para robustecer su economía y encarar la construcción de grandes obras de infraestructura, imprescindibles para evitar el estancamiento de su proceso de crecimiento, un rubro que poco tiene que ver directamente con el desarrollo parece ser el más tentador para los capitales, tanto del Primer Mundo como del bolsillo del magnate mexicano Carlos Slim.
Se trata de la compra y venta de medios de comunicación donde, comenzando por el desembarco de Angel González, el empresario de origen guatemalteco que tiempo atrás compró la mayoría del paquete accionario de Canal 9, en el horizonte de los capitales extranjeros tentados por los medios de Argentina se cuentan los dueños del emporio televisivo mexicano Televisa, interesados en la Editorial Atlántida y el español, ex Aerolíneas, Antonio Mata, que pone fichas a la pronta sucesión de Julio Ramos para adquirir un 40 por ciento del diario Ámbito Financiero.
Entre ellos se asoman también dos poderosos grupos, capaces de superar cualquier oferta como Prisa, propietaria del diario El País de España y de la cadena radial Ser, que viene sumando radios y canales de TV por distintos países de América latina, y Carlos Slim, poderoso magnate mexicano de las telecomunicaciones, quien resultó el único empresario de su país que se reunió a solas la semana anterior con el matrimonio Kirchner, de visita en el país azteca.
Un tercer gran jugador en discordia, que aún no asomó las narices por la zona, pero no hay que descartar, es la Editorial Planeta, que acaba de quedarse con el 55% de las acciones del tradicional diario El Tiempo de Colombia.
La competencia entre los empresarios españoles que parece anunciar una nueva oleada de capitales hacia Latinoamérica, aunque puntualmente acotada a los medios, también dio lugar a que el Grupo Prisa, ahora a cargo de los herederos de Jesús Polanco, se quedara con la totalidad de Iberoamerican Radio Chile, la mayor cadena radial del país trasandino.
La irrupción de inversores extranjeros en el rubro medios deja tela para cortar en torno a los alcances de la ley de Bienes Culturales, sancionada durante el interinato de Duhalde ya que hasta ahora se desconoce si solo es aplicable a medios audiovisuales, a medios gráficos, a la provisión de servicios por Internet o, a todos a la misma vez.
Se sabe sí que la venta de Editorial Atlántida estaba cerrada y Televisa de México ya armaba su estrategia cuando surgió un interesado de Argentina que podría ser Clarín y otra sociedad cuyo nombre no fue confirmado. La operación todavía no está cerrada pero habrá que ver si la sociedad entre los Azcárraga y Carlos Slim de México supera o no el obstáculo de la normativa sobre el traspaso de empresas e medios a firmas extranjeras.
También estaría a punto de concretarse la compra de cuatro radios, hasta hoy en manos de otro grupo de origen mexicano CIE, por parte de Carlos Slim . En el paquete las de mayor penetración son Radio América, AM 1190 y FM Blue, en el 100.7 del dial.
Estos pases de mano confirmarían que la ley que limita la venta de empresas de medios a inversores extranjeros en hasta un 48% el total de acciones , desde su sanción no pudo impedir que Telefónica de España continúe explotando la licencia de Telefé, ni que Prisa se haya hecho cargo de Radio Continental y de otras siete emisoras de FM en ciudades como Río Cuarto, Santa Fe, Corrientes, Salta, Cipolletti, Rosario y Tucumán y, mas recientemente, la cesión de la licencia de Canal 9 que Daniel Hadad realizó a favor del empresario González.
Conocedor de estos vericuetos el mexicano Slim, titular en su país entre otros del gigante telefónico Telmex, con el que ofrece en Argentina servicios de llamados de larga distancia en telefonía fija y telefonía celular a través de CTI, en sus dos reuniones consecutivas con la pareja presidencial habría planteado su interés en ingresar al negocio de los medios a través del Triple Play, una alternativa que eriza la piel de los cableoperadores argentinos liderados por el Grupo Clarín.
Para unir los tres rubros que incluyen provisión de telefonía, servicios de banda ancha por Internet y televisión por cable Slim, a diferencia de las telcos que operan el país, planeó su ingreso al negocio de atrás para adelante, es decir convirtiéndose primero en cableoperador para lo cual ofertó comprar la distribuidora de señales Supercanal, del Grupo Vila-Manzano y Telecentro, del ex diputado Alberto Pierri. Hasta hora se sabe que el intento no prosperó por las cifras que escuchó el interesado pero expertos en el negocio de medios consultados por revista Imagen recordaron que Slim es dueño de una de las primeras fortunas del mundo, que algunos estiman en más de 60 mil millones de dólares, por lo cual difícilmente se asuste en el tira y afloja de una negociación, sobre todo si cuenta con avales en el gobierno…
En definitiva, el modelo de comunicación K en sus comienzos primero extendió las licencias de los canales de TV que vencían, concediendo una renovación automática y luego las extendió por otros 10 años, lo cual convirtió a los permisionarios en dueños del negocio por largo tiempo. Se puede afirmar que con ello logró una plácida convivencia con las noticias a lo largo de su primer mandato. Habrá que ver entonces si la irrupción de nuevos actores en el negocio de los medios tiene que ver con una estrategia oficial destinada a sumar competidores a un mercado muy concentrado, o si se trata simplemente de una demostración de poder destinada a evitar voces díscolas en el escenario electoral.

Fuente: Update Semanal de la Revista Imagen

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