El director estadounidense Michael Moore ha culpado en Sarajevo a las televisiones de su país de ser "de algún modo más responsable" de la guerra de Irak que el propio presidente, George Bush.
Moore hizo este comentario el sábado en la presentación de su nueva película “Sicko” sobre las deficiencias del sistema de sanidad norteamericano en el Festival de cine de Sarajevo.
"Bush no sabía proceder mejor y posiblemente no sea muy lúcido, pero los medios lo saben hacer mejor. Sólo que tenían miedo de plantear las preguntas acertadas sobre las armas de destrucción masiva en Irak", declaró Moore.
Ayudar a Bush
"Ellos ayudaron al presidente Bush a mentir al pueblo norteamericano, no plantearon preguntas difíciles, son los cómplices de Bush", dijo Moore a la prensa en Sarajevo en referencia a las cadenas de televisión estadounidenses.
El director de cine, conocido como un crítico muy duro de la sociedad moderna en EE UU, aseguró que "casi un 80%" de sus conciudadanos "no saben dónde está Irak en el globo".
"Al menos debería existir una regla fundamental de que se sepa dónde está un país antes de lanzar una invasión contra él", comentó.
Sin sanidad
Su película “Sicko” fue saludada con fuertes aplausos en la capital de Bosnia-Herzegovina, donde el último día del festival, el sábado, hubo tres proyecciones de ese filme, con las salas al completo de espectadores.
También calificó de "hecho lamentable" que en EEUU cada año mueran 18.000 personas sólo porque no tienen protección médica, tras evaluar que a diferencia de su país, el sistema sanitario en Cuba es de primera clase.
"En este filme, la verdadera cuestión no es nuestro sistema sanitario, sino quiénes somos nosotros, los norteamericanos, y por qué nos comportamos tal como nos comportamos", dijo Moore.
El director de cine, que cobró fama con sus dos filmes “Bowling for Columbine” y “Fahrenheit 9/11”, admitió que tiene cada vez más problemas en su patria debido a su orientación y que incluso ha recibido amenazas.
Agregó que justo antes de partir para Sarajevo, debido a las serias amenazas que recibía, la policía tuvo que aumentar el grado de seguridad en torno a la casa en que vive con su esposa.