El domingo pasado la revista Rumbos, que circula con algunos de los diarios más importantes del interior del país, ofreció como nota de portada un detallado informe acerca del crecimiento de la
minería en la Argentina, con el consiguiente tratamiento del riesgo ambiental que esta proliferación implica.Sabido es que San Juan es uno de los sectores en los que esa industria ha crecido de manera más notoria. Lo cierto es que, curiosamente, la publicación semanal no llegó a los lectores que compraron el Diario de Cuyo, en la vecina provincia y tampoco acompañó a los 200 ejemplares de la edición dominical de Los Andes que llegan cada domingo a San Juan.
Tanto los habituales lectores de Diario de Cuyo y de Los Andes en la provincia norteña, como los encargados de la comercialización de Rumbos, atribuyen la ausencia de la publicación a la presión ejercida por el gobierno de San Juan al periódico más importante de esa provincia, que cada domingo vende unos 22 mil ejemplares.
La nota, además de confirmar que cada mina explotada a cielo abierto consume a diario unos 100 millones de litros de agua, menciona un informe que ratifica que los pobladores del departamento de Jáchal ya comenzaron a tener problemas con el agua de consumo y que los casos de cáncer han aumentado en esa zona un 150%, como consecuencia de la contaminación por arsénico.
Rodolfo y Juan son dos mendocinos que viven en la provincia de San Juan, ambos se encontraron con la ingrata sorpresa de la ausencia de la revista el domingo pasado y luego se comunicaron con este medio para comentar lo ocurrido.
"Todos los domingos compro Los Andes para informarme de lo que pasa en mi tierra, cuando llegué al quiosco a comprar el ejemplar, al revisar el periódico noto que no tenía la revista Rumbos. Le pregunté al vendedor qué pasó y me contestó algo poco creíble. Luego, en la portada, veo que el tema central era sobre la minería y sus negocios. Por eso me quedé sin disfrutar de esa lectura. Es increíble que aún en este siglo sigamos con estas cosas", afirmó Rodolfo.
Por su parte, otro lector de nombre Juan agregó: "El día domingo la revista Rumbos no fue entregada en San Juan. Tenemos certeza que el Distribuidor de Calle Las Heras (en San Juan) ha recibido los ejemplares del diario, junto a la revista, pero en una maniobra poco ética no se entregó la revista a los canillitas, de acuerdo a expresiones de éstos. Soy lector de vuestro diario desde hace años y me gustaría que se tome alguna medida al respecto. He podido constatar que la revista la tienen retenida en algún depósitos por una extraña razón".
Más sospechas
Pero el tema no quedó en la mera queja de los lectores, también desde la comercializadora de espacios publicitarios de la revista vieron con preocupación la situación. "Hemos recibido numerosas quejas al respecto, sobre todo de clientes que pagaron por la circulación completa de la edición. Es evidente que al gobierno de San Juan no le ha convenido que los lectores reciban este material", sentenciaron.
Por su parte, Ramón Agüero, uno de los integrantes de la Unión de Vendedores de Diarios de la provincia vecina ratificó que "la edición salió de la planta impresora del Diario de Cuyo sin la revista. En Los Andes la insertamos nosotros, pero puede haber ocurrido que en los puestos de venta le hayan sacado la revista al diario mendocino para colocarla en el sanjuanino, ante el reclamo de los clientes".
Al cierre de esta edición Los Andes intentó comunicarse con el gobierno de San Juan y con los responsables de circulación del Diario de Cuyo y no tuvo respuesta alguna.
Qué dice la nota
La revista Rumbos del pasado domingo realizó una investigación acerca de la proliferación minera en nuestro país, con más de 300 yacimientos de explotación que convierten a la Argentina en uno de los grandes líderes de exportación de cobre, oro y potasio.
Sin embargo, la nota también trata las consecuencias ambientales que genera la actividad del sector en los espacios en donde se ha instalado. En el caso de la situación vivida en San Juan el informe dice textual:
"Hace unos años los pobladores de Jáchal tienen problemas con el agua de consumo. La contaminación del río Las Taguas, que alimenta al Jáchal presenta alteraciones irreversibles, gracias al arsénico importado por las voladuras de dinamita que caían sobre el agua. Incluso en los últimos 10 años, los casos de cáncer han aumentado un 150% en las zonas de influencia. Allí, el resultado de los estudios dio una alta contaminación por arsénico".
Fuente: Diario Los Andes
