uatro del sitio deportivo Esparavos. Es decir que ya hubo 17 trabajadores despedidos en lo que va de este año. El argumento es la crisis económica. Esto mientras C5N aparece como uno de los canales que acumula mayor pauta publicitaria del gobierno.Daniel Hadad, el dueño del canal, es un “empresario K” que, además, ha hecho de C5N como de todas sus empresas un paraíso del maltrato y la superexplotación laboral. Justo él, amigo del Gobierno que todos los días dice que defiende el empleo y los puestos de trabajo y que va a democratizar las comunicaciones reemplazando la “Ley de Radiodifusión de la dictadura”.
En todos esos puntos que empiece por casa entonces, o por la casa de los amigos. Si los K están preocupados por los remanentes de la dictadura, que hagan algo para que en las empresas de Hadad se termine la dictadura patronal. No necesita crear ninguna ley nueva, basta que aplique la normativa vigente, en particular la contenida en el Estatuto del Periodista, que en su artículo 64 prohíbe a las entidades estatales disponer publicaciones en medios cuyas empresas no estén en pleno cumplimiento de “toda la legislación social que ampara los derechos del periodista profesional”.
El ataque de la patronal, que ha dejado a 17 familias sin sustento, y la posibilidad de que la ofensiva se acreciente, plantea la necesidad de que la UTPBA y el SAT, los dos sindicatos bajo cuya representación se encuentran los trabajadores del canal, intervengan para que los compañeros puedan avanzar hacia una asamblea general en la que analizar, entre todos, cómo ponerle freno a los despidos y conseguir las reivindicaciones postergadas.
Los trabajadores no somos culpables de la crisis y no tenemos porque pagarla.
Menos aún podemos aceptar que, con esa excusa, la patronal avance con despidos y superexplotación.
La Naranja de Prensa compromete su apoyo a cualquier medida que tomen los trabajadores.
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