En medio de las críticas de Javier Milei a la compra de Telefónica Argentina por parte del Grupo Clarín, desde Coordinadora Nacional de Televisoras Alternativas (CoNTA) cuestionaron la verdadera agenda detrás de estas disputas. Mientras se promueve un entorno favorable para las grandes corporaciones y se recorta el apoyo a los medios comunitarios y de pueblos originarios, la concentración de poder en manos de unos pocos sigue siendo el principal beneficiado:
Estas semanas el presidente Javier Milei cuestionó públicamente la compra de la empresa Telefónica Argentina por parte del Grupo Clarín, argumentando que esto fortalece la conformación de un monopolio en el campo de las telecomunicaciones.Si bien esto es cierto y no es nuevo -Clarín crece y concentra empresas audiovisuales y de telecomunicaciones desde hace más de tres décadas-, desde CoNTA nos preguntamos: ¿qué hay detrás de todo esto?Desde que La Libertad Avanza asumió el gobierno en 2023, sus políticas comunicacionales favorecieron a las grandes empresas de telecomunicaciones nacionales liberando los precios de los servicios. Se abrieron, además, las fronteras a las internacionales y se desguazó el sistema de pauta oficial para sólo dirigirlo a través de algunos organismos a empresas multimediáticas como Clarín, La Nación, América y el Grupo Indalo.A su vez, se paralizaron áreas del Ente Nacional de Comunicaciones, como el Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FoMeCA) y se desfinanció a los medios a los medios comunitarios, de frontera y de pueblos originarios.La pelea con Clarín es una pantalla. Las fotos de Milei con el magnate Elon Musk, dueño de la empresa de telecomunicaciones Starlink, son más que conocidas. Esto no es más que una pelea de titanes en la que se benefician unos pocos y en donde el mercado se regula para que sólo hable la casta.