lunes, 10 de marzo de 2025

Recortes de Donald Trump al periodismo fuera de Estados Unidos

De Ucrania a El Salvador, decenas de medios se han visto afectados. Quince periodistas hablan del impacto de este problema y de cómo afrontarlo
Un grupo de personas frente al edificio de USAID en Washington el 3 de febrero de 2025

Por: Gretel KahnMarina AdamiEduardo Suárez

La periodista salvadoreña Wendy Monterrosa lanzó el sitio de noticias Voz Pública en 2020. Fundado en el primer año de la presidencia de Nayib Bukele, Voz Pública construyó una pequeña redacción centrada en la verificación de hechos y el periodismo de investigación. Pero todo se vino abajo a principios de febrero, cuando Donald Trump dejó en suspenso la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

USAID representaba el 70% del presupuesto de Voz Pública y el impacto fue devastador. Monterrosa y sus colegas se vieron obligados a reducir su redacción de seis periodistas a tiempo completo a sólo tres, junto con otros dos reporteros a tiempo parcial.

Se recortaron los proyectos de investigación y se redujeron drásticamente los esfuerzos de verificación de los hechos. "El medio se mantiene, pero el camino ahora es un poco más cuesta arriba", dice Monterrosa. "Y no sólo el nuestro sino también de otros medios".

Los recortes de USAID han afectado a cientos de medios en lugares donde el periodismo de interés público está infrafinanciado y a menudo bajo presión.

Antes de la toma de posesión de Trump, el Gobierno de EEUU presumía de apoyar el periodismo independiente en más de 30 países. La mayor parte de esta financiación se canalizaba a través de USAID. Según un documento de USAID mencionado recientemente por Reporteros sin Fronteras (RSF) y ahora retirado de Internet, la agencia financió la formación y el apoyo a 6.200 periodistas y ayudó a 707 medios.

Según RSF, este presupuesto anual para los medios de comunicación ascendía a 268 millones de dólares. Esta suma representaba el 0,004% del presupuesto anual total del Gobierno de Estados Unidos y suponía en torno a la mitad de la financiación gubernamental destinada al periodismo de interés público en todo el mundo.
 
1. Una tormenta perfecta
La congelación de la financiación de USAID es el golpe más reciente para el periodismo financiado por donantes, pero no el único. La National Endowment for Democracy, una organización creada por el Congreso estadounidense en 1983, no puede acceder ahora a sus propios fondos y se ha visto obligada a suspender el apoyo a casi 2.000 socios en todo el mundo.

A principios de este año, Meta anunció el fin de su programa de verificación de datos en Estados Unidos y muchos temen que pronto retire también la financiación a sus socios de otros países.

La financiación de fundaciones estadounidenses también se está agotando. Según cuatro fuentes consultadas para este artículo, la Open Society Foundations (OSF), que financió a docenas de medios independientes durante muchos años, se ha retirado del periodismo y no lo financiará a partir de ahora.

Los expertos temen ahora que otras fundaciones estadounidenses sigan su ejemplo y redirijan parte de su financiación a redacciones dentro del país o se alejen del periodismo para cubrir recortes en proyectos de medicina o de investigación científica. Incluso los gobiernos del Reino Unido, Noruega o Alemania, que han financiado medios independientes en el pasado, podrían retirarse de este campo al recortar sus presupuestos de ayuda al desarrollo para aumentar el gasto en defensa ante los riesgos geopolíticos.

En medio de esta tormenta perfecta para cientos de medios de todo el mundo, hemos hablado con 15 periodistas, editores y expertos de una docena de países para saber cómo afectan estos cambios al periodismo de interés público en distintas regiones, cómo se benefician de ellos los líderes autoritarios y cómo pueden sobrevivir los medios en este entorno hostil.

2. Un influyente medio colombiano bajo presión
Los más afectados por estos recortes son medios pequeños que operan en democracias frágiles. Pero entidades más grandes de países más estables también sufren las consecuencias.

Un buen ejemplo es La Silla Vacía, un sitio de noticias fundado en Colombia en 2009 por la galardonada periodista Juanita León. Alrededor del 9% de su presupuesto procede de USAID. Otro 30% procede del programa de verificación de datos de Meta y es probable que finalice a finales de este año.

"La financiación de Meta es un tercio de nuestra nómina", dice León. "Así que he tenido que despedir a siete de nuestros 40 periodistas. Ahora tendremos que reducir en un tercio el número de artículos que publicamos y dejar de cubrir las ciudades de Bogotá y Cali. Tendremos que cambiar nuestra forma de trabajar".

La Silla Vacía no es una startup. El medio existe desde hace 15 años, ha ganado varios premios importantes y es uno de los periódicos más influyentes de Colombia. Desde su lanzamiento, ha recibido subvenciones de organizaciones como OSF, la Fundación Ford, Nature Conservancy, el Gobierno británico y el Banco Mundial. Ahora León teme que los recortes de Trump creen un efecto dominó, con algunas de esas entidades retirándose del periodismo y centrándose en otras áreas. 

USAID ayudó a La Silla Vacía a financiar su cobertura de la región amazónica y apoyó una iniciativa de transparencia que cubría los salarios de su equipo de investigación. "Este proyecto también financió algunas redacciones hiperlocales en lugares como Barranquilla o Ibagüé", dice León. "Esto va a ser terrible para esos medios, ya que USAID cubría una gran parte de sus presupuestos. No estoy segura de que sobrevivan a esto".

Colombia celebrará unas importantes elecciones en 2026 y León intenta ahora garantizar que su medio de comunicación obtenga financiación suficiente para informar sobre ellas. No quiere que su presupuesto dependa de unas pocas grandes empresas y tampoco quiero poner un muro de pago: "Veo tanta basura circulando en redes sociales que no creo que tenga sentido cerrar nuestros contenidos. Yo veo el trabajo que hacemos como un bien público".

León cree que el periodismo se enfrenta ahora a una crisis existencial. "No se trata sólo de financiación", dice. "Nuestra distribución depende de las empresas tecnológicas y la IA generativa puede empeorar aún más las cosas. La audiencia se deprime y no quiere seguir las noticias. A menudo me siento como si fuéramos los violinistas del Titanic. Pero la banda seguirá tocando por ahora".

3. ¿Cómo afectará esto al periodismo en Centroamérica?
Centroamérica es una de las regiones más vulnerables a los últimos recortes. "A mí me preocupa particularmente porque es una zona quizás más pobre y por la debilidad institucional y el ataque al periodismo", dice nuestra ex alumna chilena Francisca Skoknic, que pasó su tiempo en Oxford escribiendo este proyecto sobre el periodismo financiado por donantes en América Latina. "Los medios dependen mucho de los fondos internacionales y alguien va a tener que llenar ese vacío".

Nadie conoce mejor el periodismo financiado por donantes en América Latina que la periodista colombiana María Teresa Ronderos, que dirigió el programa de periodismo de la OSF durante cuatro años y ahora es redactora jefe de CLIP, un medio de investigación que colabora con cabeceras de toda la región.

A Ronderos le preocupan profundamente las redacciones más pequeñas de Centroamérica. "Son los medios más valientes e independientes de cada país", dice. "Son los que piden cuentas al poder y los que investigan los abusos de poder de cualquier gobierno a derecha e izquierda. Esa gente necesita de verdad financiación filantrópica. No hay otra forma de que puedan sobrevivir".

La cantidad de dinero que necesitan estos medios es bastante pequeña, dice Ronderos. La financiación de los donantes les proporcionaba "cierta red de seguridad", que complementaban con ingresos procedentes de afiliaciones, publicidad, formación o servicios digitales.

Los periodistas sufren presiones en casi todos los países de la región. En El Salvador, el presidente Bukele a menudo calumnia a los periodistas independientes y los presenta como "parte de una operación mundial de blanqueo de dinero". En Guatemala y Honduras, los reporteros son a menudo objeto de litigios estratégicos. En Nicaragua, que ocupa el puesto 163 de 180 en la clasificación de la libertad de prensa de RSF, los periodistas se han visto obligados a huir y trabajar en el exilio.

El sitio de noticias nicaragüense Divergentes recibió fondos de USAID entre 2020 y 2022. Desde el exilio, su redactor jefe, Néstor Arce, dice que les preocupa la incertidumbre en torno a los donantes extranjeros, aunque no se vean afectados por los actuales recortes.

"No sabemos si se van a renovar los ‘grants’ que ya teníamos firmados desde el 2024", dice. "Pero si no se renuevan, Divergente tendrá que reducir drásticamente su número de colaboradores y pasar a un número mínimo que nos permita seguir operando y seguir haciendo el periodismo que hacemos".

Plaza Pública, un sitio de noticias de la vecina Guatemala, ha perdido el 20% de su presupuesto como consecuencia de la congelación de USAID. Su director, Francisco Rodríguez, afirma que tienen más suerte que otros, ya que la mayor parte de su financiación procede de la Universidad Rafael Landívar.

Todavía no se han visto obligados a despedir a ningún periodista, pero han tenido que cancelar algunos proyectos centrados en la migración. Sin embargo, lo que más teme Rodríguez es que estos problemas de financiación creen un entorno más difícil para el periodismo independiente en la región.

"Un escenario que sí me da mucho miedo es quedarnos solos como medio independiente. Confío en mis colegas y en la capacidad que tienen para levantarse. Pero también hay un escenario en el que esto continúa y empiezan a desaparecer algunos", dice.

Jennifer Ávila, directora del medio hondureño Contracorriente, también está preocupada por los recortes. Aunque su medio no ha recibido financiación del Gobierno estadounidense, alrededor del 80% de su presupuesto procede de fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro extranjeras.

Durante nuestra conversación, Ávila mencionó la retirada de OSF del periodismo como un factor que ha dificultado las cosas para muchos periodistas de la región y teme que las fundaciones de EEUU cambien su estrategia para centrarse en el periodismo en su propio país.

"Me preocupa, pero debo decirte que esto no es nuevo", dice Ávila. "Los periodistas centroamericanos que nos hemos decidido a hacer periodismo de investigación y ser independientes nunca hemos estado tranquilos. Siempre hemos estado en crisis y siempre estamos preocupados. Pero también hemos aprendido a ser creativos para sobrevivir".

4. ¿Sobrevivirá la prensa ucraniana a estos recortes?
Los recortes de USAID han afectado a muchos medios en Europa Central y en Europa del Este. "Este cambio afectará desproporcionadamente a los medios locales y de investigación sin ánimo de lucro, sobre todo a aquellos dedicados al periodismo de interés público y a servir a comunidades pobres", explica nuestro ex alumno húngaro Peter Erdelyi, quien escribe este boletín semanal sobre financiación de medios y empleó sus meses en Oxford en analizar modelos de ingresos por lectores. Erdelyi ahora trabaja en el Centro de medios sostenibles, una organización que ayuda a los editores independientes de la región.

"Por su naturaleza, los mercados no distribuyen eficientemente los bienes públicos", afirma. "Proporcionar información confiable a comunidades pequeñas, informar sobre la pobreza o cubrir historias polémicas no suele ser rentable. Las personas que más se benefician de este tipo de periodismo a menudo carecen de recursos para financiarlo. Como resultado, estas redacciones han dependido de subvenciones y financiación institucional y ese apoyo ahora está desapareciendo".

Los editores en lugares como Serbia y Hungría ya están sufriendo las consecuencias: periodistas con talento están siendo despedidos, las redacciones están reduciendo su cobertura y los reporteros se ven obligados a buscar trabajos adicionales para mantener a sus familias.

A largo plazo, Erdelyi vislumbra varios escenarios posibles para el futuro: "Algunos países reciben financiación a través de subvenciones del EEA, respaldado principalmente por Noruega", dice. "Estos programas se lanzarán en el tercer o cuarto trimestre de este año y pueden compensar algunas de las pérdidas financieras. La UE también ofrece planes de financiación y cierta filantropía privada podría ayudar a llenar estos vacíos. En este escenario optimista, algunas pérdidas pueden ser sólo temporales. Pero el Gobierno de Estados Unidos no es el único actor importante que retrocede. Por lo tanto, esto podría desencadenar un efecto dominó, en el que aún más gente dé un paso atrás. En un escenario pesimista, las pérdidas actuales serían permanentes y marcarían el comienzo de un período prolongado de escasez financiera".

En ningún sitio han sido los recortes tan devastadores como en Ucrania. Según Andrey Boborykin, director general de Ukrainska Pravda, uno de los periódicos ucranianos más prestigiosos, los más afectados son pequeños medios independientes que operan cerca de la línea del frente.

Boborykin es también el responsable de crecimiento de la Media Development Foundation (MDF), un centro de medios que ayuda a las redacciones locales de toda Ucrania a desarrollar sus modelos de negocio.

Ukrainska Pravda no se ha visto tan afectado como otros medios. Según Boborykin, hasta el 75% de sus ingresos proceden de ingresos publicitarios, ingresos de los lectores y eventos comerciales. Pero hasta el 30% de los ingresos del Ukrainska Pravda proceden de donantes, y más de la mitad de ese 30% viene de USAID.

Muchos de los medios locales con los que Boborykin está en contacto a través de MDF se encuentran en una situación mucho más difícil, ya que entre el 50% y el 75% de sus presupuestos se financian con ayudas de USAID. Los donantes europeos no están respondiendo con la suficiente rapidez, según Boborykin, que apunta a la burocracia y al cansancio institucional.

Las redacciones más afectadas son las que operan en lugares sometidos a frecuentes ataques rusos. Estos medios no tienen un mercado publicitario viable y les resulta casi imposible obtener ingresos de los lectores.

Boborykin teme que el panorama mediático ucraniano vuelva a la situación del inicio de este siglo: si los editores independientes tienen que cerrar, es probable que el vacío lo llenen políticos locales, oligarcas y empresas que creen publicaciones para defender sus intereses. Unas elecciones aumentarían las posibilidades de injerencia del Kremlin. "Las elecciones son un entorno propicio para corromper a los medios de comunicación", afirma.

Las perspectivas son especialmente sombrías para los medios. "Si no hay financiación para el desarrollo de Estados Unidos y si los fondos de la UE para medios se mantienen en el nivel actual, la mayoría de los medios locales independientes tendrán que recortar gastos y despedir a gente, y un número significativo de ellos tendrá que cerrar", dice Boborykin.

5. ¿Cómo afectará esto al periodismo de investigación?
El periodismo de investigación es caro. A menudo implica viajar, utilizar programas informáticos caros y dedicar meses a una sola historia. En algunos países, este trabajo no se puede hacer en medios de comunicación tradicionales, demasiado cercanos a empresas y políticos. Por eso a menudo depende del acceso a subvenciones de fundaciones y organismos públicos.

Un buen ejemplo de este modelo es el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP), una red mundial de periodistas de investigación. La red se centró inicialmente en Europa del Este, pero luego se amplió para colaborar con socios de todo el mundo.

Antes de la congelación de este año, la financiación del Gobierno estadounidense suponía el 38% del presupuesto total del OCCRP, unos 7 millones de dólares en el último año. Esta cifra incluía fondos de USAID y otras iniciativas gubernamentales.

Esta dependencia se puso de relieve en un artículo publicado recientemente por Mediapart. El artículo afirmaba que el OCCRP había ocultado el alcance de sus vínculos con Estados Unidos y que funcionarios públicos estadounidenses podían vetar a sus directivos. Miranda Patrucic, redactora jefe del OCCRP, respondió solicitando que se corrigiera el artículo, alegando que la organización es transparente en cuanto a su financiación y su política editorial. Mediapart se negó a corregir la pieza.

El editor del OCCRP, Drew Sullivan, dice que la organización sobrevivirá a pesar de la congelación de USAID. Afirmó que el resto de su financiación está diversificada y explicó que ya están recaudando fondos en Europa.

Pero Sullivan expresó su preocupación por algunas de las organizaciones socias del OCCRP. Hasta el 82% de las donaciones destinadas a los medios asociados con el OCCRP se recortaron. También desapareció casi toda la financiación a los 71 centros locales miembros de la organización.

"Los periodistas que trabajan en todo el mundo corren un gran riesgo", afirmó Sullivan. "Algunos pueden perder sus visados de trabajo y verse obligados a regresar a países donde serán detenidos. Muchos están perdiendo la ayuda de las organizaciones que les proporcionan protección física y digital."

El periodista sudafricano Beauregard Tromp, que fue editor de OCCRP África hasta noviembre, afirma que la congelación de USAID no ha afectado tanto a los medios africanos como a los de otras latitudes. Pero la mayoría de las cabeceras, dice, dependen de la financiación extranjera procedente de donantes.

"Tiendo a ver esto como una oportunidad para repensar nuestros modelos de financiación", afirmó. "Estamos acostumbrados a este tipo de problemas".

El periodista nigeriano Oluwamayowa Tijani, director de Proyectos del periódico en línea The Cable, es menos optimista. Con la salida de Estados Unidos y el Reino Unido del ámbito de la ayuda exterior, Tijani no sabe quién llenará los vacíos en el ecosistema de los medios de comunicación en África.

"Todo gira en torno al ‘Yo primero’: Estados Unidos primero, la seguridad del Reino Unido primero. Eso me preocupa más que lo que pueda hacer por su cuenta cada organización", afirmó. "Algunos medios están incluso empezando a considerar la posibilidad de obtener financiación de China o Rusia. Eso sí que es preocupante".

6. ¿Cómo usan los autócratas los recortes contra los periodistas?
Los dirigentes autoritarios utilizan a menudo la presencia de "donantes extranjeros" como excusa para desacreditar al periodismo independiente. Nicaragua presenta un claro ejemplo de ello.

En 2020, el Gobierno aprobó una ley de agentes extranjeros que obliga a cualquier ciudadano nicaragüense que trabaje para "gobiernos, empresas, fundaciones u organizaciones extranjeras" a registrarse ante el Gobierno, informar mensualmente de sus ingresos y gastos, y notificar previamente en qué se gastarán los fondos extranjeros.

Esta ley, adoptada en diferentes formas por muchos otros países autoritarios, permitió al régimen de Ortega controlar las finanzas de los medios independientes apoyados por benefactores extranjeros.

La mayoría de las redacciones independientes de Nicaragua se ven ahora obligadas a operar desde el exilio. Los medios independientes dentro del país son prácticamente inexistentes como consecuencia de la intensa oleada represiva del régimen.

Néstor Arce, periodista de Divergentes, ha sido testigo directo de este descrédito del periodismo en función de quién ayuda a financiarlo. El régimen ve enemigos en todas partes, desde el Gobierno de Estados Unidos y la OSF hasta las organizaciones cristianas sin ánimo de lucro.

"Hay de todo tipo de organización financiando los temas de libertad de prensa y libertad de expresión, pero esto no condiciona la línea editorial", dice Arce. "Desde que fundamos Divergentes en 2020, nunca hemos estado condicionados a qué cubrir o qué dejar de cubrir".

En El Salvador, el presidente Bukele aplica un método similar. A Monterrosa, fundadora de Voz Pública, le preocupa el impacto de esta retórica en este momento crítico. "Se plantea un panorama muy grave para los medios, porque ya lo vimos con El Faro", afirma. "Cuando [Bukele] los acusó de lavado de dinero, luego vinieron acciones por medio del Ministerio de Hacienda en contra de este periódico".

Este incidente ocurrió en 2023, cuando El Faro fue auditado por evasión fiscal, una acusación que los propietarios del medio niegan vehementemente. Después de esto, las operaciones administrativas de El Faro se trasladaron a Costa Rica para evitar más restricciones.

Para proteger su independencia editorial, Voz Pública se asoció recientemente con otros once medios independientes. Lanzaron una campaña pública y empezaron a trabajar juntos para asegurarse de que ningún medio se queda atrás.

Tromp, que ahora es responsable de la Conferencia Africana de Periodismo de Investigación y director de la Red Africana de Periodismo de Investigación, dice que la posibilidad de ataques por parte de funcionarios del Gobierno es una de las razones por las que los medios africanos se han mostrado tan reacios a recibir ayuda de Estados Unidos: "A la gente le preocupa que la acusen de trabajar para la CIA o de ser una marioneta de Estados Unidos".

Drew Sullivan, editor de OCCRP, se refirió recientemente a este punto en un post de LinkedIn: "No son sólo los intereses políticos, sino también la delincuencia organizada, las empresas, los facilitadores y otros periodistas quienes nos atacan regularmente. Lo que es común en todos estos ataques es que la verdad no importa y no te protegerá. Pocos atacan los hechos en nuestros reportajes. OCCRP se enorgullece de ser independiente y no partidista. Ningún donante tiene voz en nuestros reportajes".

Algunos de los medios afectados por los recortes prefieren no lanzar ahora una campaña de recaudación de fondos, ya que eso les haría aún más vulnerables a nuevos ataques de personas influyentes y funcionarios.

Algunos ataques se extienden incluso más allá de la esfera en línea. A principios de este año, las autoridades serbias llevaron a cabo una redada en los locales del Center for Research, Transparency and Accountability, que gestiona la plataforma serbia de verificación de hechos Istinomer, citando acusaciones no verificadas de corrupción relacionadas con fondos de USAID.

"No es la primera vez que las instituciones gubernamentales serbias intentan intimidar a los medios de comunicación independientes, pero se trata de una escalada sin precedentes de la represión gubernamental, destinada a silenciar las voces independientes", declaró la International Fact-Checking Organization en un comunicado sobre la redada.
 
7. ¿Qué les espera a los medios afectados por estos recortes?
La mayoría de los medios contactados para este artículo reconocen que depender de la ayuda exterior no es un modelo de negocio sostenible y muchos están explorando nuevas fuentes de ingresos, incluidos los ingresos de los lectores.

El sudafricano Tromp subraya que es difícil implantar modelos de suscripción en el contexto africano. Pero cree que los medios deberían fijarse en los colegas que han conseguido financiación más allá de perseguir subvenciones extranjeras.

"No es especialmente útil copiar y pegar modelos del hemisferio Norte", afirma. "Los modelos que nos parecen más útiles son los de nuestros colegas de América Latina y Asia meridional. Este tipo de conexión es importante". Entre las sugerencias de Tromp figuran los eventos agrupados, las suscripciones a través de socios corporativos y los micropagos.

Como experto en ingresos de los medios, nuestro ex-alumno Peter Erdelyi cree que los editores afectados deberían ser realistas y no retrasar las decisiones difíciles, ya que esto podría empeorar mucho las cosas en el futuro. Piensa que las redacciones deberían lanzar campañas de recaudación de fondos lo antes posible: "No se puede hacer sonar la alarma todos los meses, pero si se trata de una emergencia genuina, hay que ser sincero. La honestidad y la transparencia son clave: hay que explicar claramente lo que está en juego, establecer una meta realista de recaudación de fondos y pedir ayuda a sus lectores, espectadores u oyentes".

Erdelyi explica que es posible que las redacciones necesiten revisar decisiones pasadas sobre sus modelos de ingresos, por ejemplo, incluir eventos o publicidad en la mezcla. "No es ninguna vergüenza ajustar su enfoque", aconseja. "Mientras seas transparente, tu audiencia probablemente entenderá y apreciará tus esfuerzos por mantenerte a flote. Uno debe considerar qué otros servicios valiosos puede ofrecer su redacción. ¿Tiene experiencia en la presentación de solicitudes de libertad de información, el uso de inteligencia artificial para analizar datos o la creación de visualizaciones convincentes? Los periodistas poseen una amplia gama de habilidades que son útiles en otros sectores. Puede haber oportunidades para aprovechar este conocimiento como una nueva fuente de ingresos".

Todo apunta a que será cada vez más difícil conseguir financiación institucional a medida que se intensifique la competencia por recursos limitados. Por lo tanto, cualquiera que se acerque a quienes ofrecen financiación necesitará un plan sólido. "Esos grandes donantes ciertamente necesitarán algo más que una simple petición de apoyo", dice Erdelyi. "Necesita demostrar cómo su trabajo se alinea con sus prioridades y demostrar que tiene una estrategia sostenible más allá de simplemente reemplazar una fuente de financiamiento por otra".

También cree que las redacciones no deberían tener miedo de repensar su estructura editorial, sus formatos o su volumen de producción. "Si está en juego su supervivencia", dice, "este es el momento de realizar experimentos audaces. Siempre que uno sea honesto con su audiencia, será más probable que lo apoyen durante la transición. La alternativa, cerrar por completo, es mucho peor".

La colombiana Ronderos ve la crisis actual como una oportunidad para que los periodistas se replanteen lo que hacen. "Colombia es un gran ejemplo", dice. "Cada periodista crea su propio sitio de noticias y es imposible conseguir financiación para todos ellos. Espero que los periodistas se unan y forjen alianzas para superar este difícil momento".

Ronderos anima a los multimillonarios de Colombia y de otros países que creen en la democracia liberal a que intervengan y apoyen a los medios a través de intermediarios como BBC Media Action e IFPIM. "Muchas de estas personas están tan aterrorizadas como nosotros y aprecian el papel de los medios a la hora de controlar al poder", dice. "Mira lo que pasó en Brasil: la democracia no habría sobrevivido sin el trabajo de los medios y de la sociedad civil".

¿Es posible convencer a la actual administración estadounidense de que reconsidere su postura? Ronderos no es optimista, pero esgrime argumentos de peso para descongelar la financiación de USAID a los medios.

"Trump dice que le preocupan la inmigración, el blanqueo de dinero y el crimen organizado", afirma. "No tiene ningún sentido retirar la financiación a los medios que informan sobre estos temas. Si Trump quiere proteger a los estadounidenses, debería aumentar la financiación de los medios, no eliminarla."

Otros medios que se ven afectados por los recortes: CIPER en Chile, IDL-Reporteros en Perú, La Silla Vacía en Colombia, Agencia Pública en Brasil, Armando.Info en Venezuela, Quinto Elemento en México, o Anfibia en Argentina.

Rubio afirma que purga de programas de USAID está completa, con el 83% de los programas eliminados
Empleados de USAID salen de la sede de la agencia tras ser destituidos en Washington, el 27 de febrero del 2025

Por: Ellen Knickmeyer
El secretario de Estado Marco Rubio declaró el lunes que la purga de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y que trasladaría el 18% de los programas de ayuda y desarrollo que sobrevivieron al Departamento de Estado.

Rubio hizo el anuncio en una publicación en X. Esto marcó uno de sus relativamente pocos comentarios públicos sobre lo que ha sido un cambio histórico en la ayuda y el desarrollo exterior de Estados Unidos, ejecutado por los nombramientos políticos del presidente Donald Trump en el Departamento de Estado y los equipos del Departamento de Eficiencia del Gobierno de Elon Musk.

Rubio, en la publicación, agradeció a DOGE y a "nuestro personal trabajador que trabajó muchas horas para lograr esta reforma histórica y tan esperada" en la ayuda exterior.

Trump emitió el 20 de enero una orden ejecutiva para congelar la financiación de asistencia exterior y hacer una revisión de toda la ayuda al extranjero. Trump afirmó que gran parte de la asistencia exterior era derrochadora y promovía una agenda liberal.

Rubio indicó en su publicación que la revisión estaba ahora "oficialmente finalizando", con aproximadamente 5.200 de los 6.200 programas de USAID eliminados.

Esos programas "gastaron decenas de miles de millones de dólares de maneras que no sirvieron, (y en algunos casos incluso perjudicaron), los intereses nacionales fundamentales de Estados Unidos", escribió Rubio.

"En consulta con el Congreso, tenemos la intención de que el 18% restante de los programas que estamos manteniendo ... se administren de manera más efectiva bajo el Departamento de Estado", indicó. Legisladores demócratas y otros consideran que el cierre de programas financiados por el Congreso es ilegal, afirmando que tal medida requiere la aprobación del Congreso.

El Departamento de Estado, en una de las múltiples demandas que está enfrentando por su rápida clausura de USAID, había dicho a principios de este mes que estaba eliminando más del 90% de los programas de USAID. Rubio no ofreció ninguna explicación sobre por qué su número era más bajo, ni detalles sobre qué programas fueron salvados o cómo el Departamento de Estado los administraría.

El desmantelamiento de USAID — una agencia que tenía seis décadas de antigüedad — alteró décadas de una postura según la cual la ayuda humanitaria y de desarrollo al extranjero avanzaba la seguridad nacional de Estados Unidos al estabilizar regiones y economías, fortalecer alianzas y fomentar la buena voluntad.

En las semanas posteriores a la orden de Trump, uno de sus nombrados y miembros del equipo de transición, Pete Marocco, y Musk retiraron al personal de USAID a través de licencias forzadas y despidos, cerraron los pagos de USAID de la noche a la mañana y terminaron miles de contratos de ayuda y desarrollo.

Los contratistas y empleados que dirigían esfuerzos que iban desde el control de epidemias hasta la prevención del hambre y la capacitación en empleo y democracia detuvieron su trabajo. Los grupos de ayuda y otros socios de USAID despidieron a decenas de miles de trabajadores en Estados Unidos y en el extranjero.

Las demandas presentadas por algunos de los grupos sin fines de lucro y empresas que habían colaborado con USAID afirman que las terminaciones de contratos por carta estándar eliminaron incluso programas que Rubio había dicho que quería salvar, violaron los términos del contrato y perjudicaron a los grupos de ayuda y empresas por miles de millones de dólares.

El cierre ha dejado a muchos empleados y contratistas de USAID y a sus familias aún en el extranjero, muchos de ellos esperando pagos atrasados y gastos de viaje para regresar a casa.
Fotos: Kent Nishimura, Reuters, Manuel Balce Ceneta, AP
Fuentes: Reuters Institute for the Study of Journalism y The Associated Press

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