jueves, 5 de noviembre de 2015

Inaugura la 26ª Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino en Rosario

Este jueves 5 de noviembre a las 19:30 se inaugurará la “26ª Muestra Anual de Fotoperiodismo de la Asociación de Reporteros Gráficos de la Argentina” en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el Río, Rosario)
El jueves 5 de noviembre, a las 19.30, en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el río) se realiza la apertura de la 26ª edición de la Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino organizada por la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra).

Esta selección de imágenes es la exposición más importante de fotoperiodismo que se organiza en nuestro país y en la región. Más de 300 fotografías en exhibición, elegidas entre más de 3.000 imágenes enviadas por reporteros de todo el país. El diseño de la muestra propone un recorrido narrativo a partir de las fotografías más representativas de 2014 sobre los hechos más relevantes en materia de actualidad, deportes, retrato, vida cotidiana, política, naturaleza, medio ambiente, arte y espectáculos, ocurridos en la Argentina.

Veintiséis ediciones, un mismo compromiso
Desde sus inicios, a principio de 1980, y hasta la actualidad, la vasta concurrencia de público y la gran repercusión periodística han convertido a esta Muestra de Fotoperiodismo Argentino en un acontecimiento único en la historia de la fotografía periodística argentina y en una cita ineludible para acceder al trabajo colectivo de los reporteros gráficos.
"Una foto es un pedacito de pasado. Y para quienes buscan en el pasado alguna explicación que ilumine el presente, una foto es un tesoro. Hay quienes tienen una única foto carnet de su padre o su madre y de ahí logran extraer desde parecidos hasta muecas que anuncian lo que después iba venir. Hay otros que, en una foto de grupo, capturada sin permiso, encuentran un brazo, una mano, un anillo del ser querido, y en ese brazo, en esa mano, construyen todo lo que saben sobre el abrazo y el mimo. También están las señoras que arrullan una foto enmarcada en la que se ve un bebé regordete con pestañas largas y hoyitos en los cachetes y nada importa que ese bebé después se haya convertido en un estudiante aguerrido que desafiando los pronósticos horribles salió a la calle a repartir volantes y murió quién sabe dónde, quién sabe cómo. Porque esa señora, en ese acunar del hijo muerto, siempre será madre de un bebé. Un hijo es la foto de un bebé. Y también hay de esos que sospechan de la historia de genealogías que les han contado y entonces buscan en internet las fotos de las parejas que fueron asesinadas y sus hijos robados y se pasan las noches insomnes comparando pecas, miradas, contornos, el color de pelo adivinado en la foto blanco y negro.

Una foto es un testimonio del pasado. Y para quienes quieren entender el presente develando el pasado, una foto es un documento precioso. Las palabras siempre parecen poder ambiguarse, decir varias cosas a la vez, falsearse, utilizarse para decir mentiras, para confundir al punto de contar que pasó algo que no pasó, o para ocultar que pasó algo que sí pasó. Las imágenes, en cambio, aunque por supuesto también son un relato, y un encuadre y hablan del ojo más que del objeto que retratan, tienen la capacidad de zanjar discusiones. Quién podría decir que Maxi y Darío no fueron asesinados por la policía. Quién podría negar que las Madres de Plaza de Mayo fueron atropelladas por los caballos de la Montada en aquel agobiante diciembre del 2001. Quién podría desentenderse de los daños que provocan los agroquímicos después de ver los cuerpos mutilados las pieles escamadas, las mentes alteradas. Las imágenes son inobjetables. Una foto es pedacito del pasado, un testimonio, una prueba. Pero una foto también es una manifestación del futuro. Una sonrisa pegada a la otra. Unos dientes que parecen la duplicación de los mismos dientes. Unos ojos adentro de un dibujo simétrico de arrugas. Una mirada que quiere capturar ansiosa lo que viene. Otra mirada que se inclina con calma hacia adelante. Guido y Estela. Una foto que ya no dice quiénes fueron, cómo eran cuando estaban amputados el uno del otro, no es la imagen para siempre joven de Laura ni la diplomática tozudez de Estela ni la ternura del músico. Es un acto de adivinación. Es una gitana que lee en las manos de la historia y dice: vas a encontrar por fin la paz que buscabas y tu corazón se aquietará y podrás pensar en otras cosas, incluso podrás poner tu mente en blanco porque tu viaje ha llegado al final y a la vez tu barco está a punto de zarpar.
Por eso los fotógrafos, los buenos fotógrafos –como los buenos escritores- miran por un pequeño agujerito lo que pasa, arrojan esa piedra de pasado con un honda infinitamente elástica hacia el futuro y traen de allá noticias de lo que vendrá. Los fotógrafos, los buenos fotógrafos, son nuestras pitonisas. Nos sentamos a mirar en sus faldas los álbumes del futuro por llegar."
Raquel Robles

Horarios de visitas del 5 al 29 de noviembre, de jueves a domingos de 17 a 21 hs. Entrada libre y gratuita
Fotos de ARGRA Rosario en pleno armado de la muestra en el CEC

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