"Nos interesa desarrollar una serie en Argentina que sea interesante para el resto del mundo. A medida que Netflix crece, queremos financiar más contenidos originales y permitir que estén disponibles globalmente, al instante, sin restricciones y por bajo precio", dijo Reed Hastings.
"En los próximos 15 a 20 años la televisión lineal va a disminuir y va a incrementarse la televisión por Internet", vaticinó el CEO de Netflix, la compañía que lanzó en 1997 junto a Marc Randolph y que hoy ofrece una amplia gama de series y películas en "más de 60 países". El empresario garantizó que la única forma de luchar contra la piratería es ofrecer mejor contenido y más barato de forma legal.
Durante su conferencia, Reed puso el ejemplo de la televisión pública británica, la BBC, que hace unos años comenzó a emitir sus contenidos a través de su plataforma en la red Iplayer, que, explicó, ya tiene casi más audiencia que la televisión "lineal" (convencional).
"Ofrecen contenido en ambas plataformas pero motivan a la gente a verlo en internet", completó, al tiempo que pronosticó que "ese es el camino de la televisión para el futuro".
Para el empresario, la televisión en internet tiene tres principales ventajas: que el público puede ver las películas y las series "cuando quiera", ya que no depende de los horarios de emisión de las cadenas tradicionales; "donde quiera", a través del móvil o la tableta; y, que desarrolla un contenido "personalizado".
Aún así, la plataforma, que ya lleva cuatro años en Argentina, se enfrenta en cada país a la competencia de las televisión por cable, a la reticencia a ver el contenido a través de internet por parte de algunos sectores de la población y a la piratería, que ofrece el mismo contenido gratis.
No obstante, para Reed "la competencia siempre es positiva para el consumidor", por lo que afirmó que cada empresa tiene que tratar de ofrecer un contenido de mayor calidad, pero insistió en que el futuro del mundo audiovisual está en internet y no en el contenido "lineal".
Otro de los retos para implementar este tipo de sistemas de visionado es la lucha por las licencias de cada serie o película, un mercado controlado por los canales convencionales, tanto digitales como de pago, y especialmente difícil de penetrar en países como España.
Según reconoció el director de comunicaciones globales de la compañía, Jonathan Friedland, una licencia en España cuesta lo mismo que en toda Latinoamérica, algo que, unido al extenso uso de la piratería, retrasó mucho la entrada de la plataforma en el país, donde arrancó el pasado octubre.
Aunque restó importancia a los impuestos que cada país decide aplicar a los servicios de emisión en "streaming" -consumo en la web sin necesidad de descarga-, sí se mostró preocupado por una eventual devaluación en Argentina que pueda hacer caer el número de consumidores.
Reed recordó que cuando se instalaron en el país por primera vez comercializaron el servicio en pesos argentinos, una estrategia que tuvieron que rectificar al cabo de un año para no tener que actualizar el precio del servicio constantemente debido a la inflación existente. Así, consultado respecto a la posible devaluación que podría aplicar el gobierno nacional entrante -con el consecuente aumento de la tarifa en el país-, Hastings afirmó: "En relación con Argentina, vamos a ir analizando qué vamos a hacer con la tarifa, sé que es un desafío para nosotros pero mucho más para ustedes".
En relación con la distribución de contenidos con licencia entre usuarios (la llamada "piratería"), el empresario indicó que "no es que no va a existir más, pero sí se va a reducir", y destacó que ahora "existen alternativas legales" como Netflix que brindan un "buen servicio a una tarifa razonable".
El empresario también se refirió al país cuando dijo que "está ubicado en el tercer puesto de banda ancha en América Latina", y que representa un "excelente mercado" junto a Brasil y México, donde "Netflix está creciendo de manera estable".
Fuentes: EFE, TelAm