El diario Río Negro publicó el domingo la columna de opinión de la periodista Alicia Miller, esto motivó una queja de parte del Secretario de Medios de la provincia de Río Negro, Claudio Mozzoni, en una extensa carta que editó Nexosur. Lee las dos notas completas:
¿Fatalidad?
Por: Alicia Miller, amiller@rionegro.com.ar
Con impudicia, Barbeito finge ser jefe de gabinete de un Saiz ausente. Hubo alertas, pero en Río Negro nadie previó la contingencia.
Los fenómenos naturales generan efectos económicos y sociales. Inundaciones, huracanes, erupciones, sequías, modifican el mapa poblacional del mundo cada año. Corresponde a las personas -sobre todo a aquellas con responsabilidad institucional- prevenir, atender y reparar, buscando minimizar el sufrimiento humano y el perjuicio económico.
El concepto de fatalidad se ha reducido ante el avance del conocimiento y la efectividad de los instrumentos de control de la naturaleza. Hoy el destino es menos impredecible que hace años y, por eso, se espera más de quienes asumen posiciones de autoridad pública.
Cuando, al mediodía del sábado 4 de junio, el volcán Puyehue hizo erupción por uno de sus faldeos el mundo vio la pluma de material piroclástico y cenizas que cubrió una inmensa porción de la atmósfera.
En la microrregión que forman las ciudades rionegrinas de Bariloche, Dina Huapi, Pilcaniyeu, Jacobacci, Comallo y Clemente Onelli y las neuquinas Villa La Angostura y San Martín de los Andes el estallido derivó pronto en un fenómeno particular.
La lluvia de cenizas y piedras volcánicas causó innumerables inconvenientes a las personas, los edificios públicos y privados, la infraestructura de servicios, el sistema vial, las comunicaciones, los transportes, el abastecimiento y la salubridad del agua y del aire.
Todo ello amenazó gravemente la vida de los animales y las plantas y el funcionamiento de las actividades económicas.
Enseguida se supo que el Sernageomin -el organismo técnico estatal de Chile que monitorea los volcanes- había emitido alertas en modo y tiempo oportuno. En Neuquén, esa misma tarde, varios ministros viajaron hacia La Angostura, dispusieron la provisión de elementos y coordinaron con entes nacionales.
En Río Negro se evidenció que las autoridades no habían tomado nota de las alertas o -en su caso- no habían tomado previsión alguna sobre cómo atender la contingencia. Tampoco se había comunicado la información a los municipios que podrían verse afectados.
Luego, algo peor se haría público: en el gobierno provincial no se sabía qué hacer. La iniciativa la tuvieron los gobiernos locales de la cordillera y la Región Sur, acostumbrados a enfrentar emergencias por nevadas, lluvias o movimientos sísmicos.
El director provincial de Defensa Civil privilegió su pasión futbolera por sobre el fenómeno. No cambió sus planes y, el domingo a la tarde -30 horas después de la erupción-, asistió al partido del Deportivo Roca en Las Parejas, Santa Fe.
Es probable que su presencia en la zona no hubiera modificado demasiado las cosas. El funcionario no tiene formación en el manejo de emergencias y su designación, en el 2009, obedeció a su afinidad política con las autoridades provinciales más que a su aptitud técnica.
Podría culpársele -en todo caso- de no haber mostrado voluntad. Pero es obvio que no es responsable del vacío de acción y coordinación que evidenció el gobierno rionegrino en los primeros tres días posteriores al estallido en la montaña.
Sería necesario reprochar, en primer término, a quien designó en un cargo tan sensible a quien no reunía las condiciones de idoneidad y eficacia que exige la Constitución provincial como requisitos para el desempeño de una función pública.
Y el análisis debería incluir que, en realidad, el Ejecutivo rionegrino en su conjunto actuó tarde y mal.
El gobernador Miguel Saiz ni siquiera llamó por teléfono a Marcelo Cascón, el intendente de Bariloche, la mayor ciudad de la provincia y una de las más afectadas. Quienes lo conocen atribuyen su actitud al resentimiento porque el jefe comunal no respaldó en la pasada interna radical a su candidato sino al vicegobernador Bautista Mendioroz.
En Jacobacci, cabecera de la empobrecida Región Sur, la ayuda que había llegado este jueves se limitaba a la carga de medio camión. El intendente Carlos Toro -radical y, para su mal, también mendiorista- llevaba más de cinco días reclamando asistencia y dinero para combustible. Estimó su necesidad inmediata en $ 2 millones. El viernes la provincia le envió $ 200.000 y un camión con pasto.
En Bariloche, cuando el municipio, las asociaciones ciudadanas y la gente llevaban tres días moviendo cenizas y atendiendo problemas, llegó parte del gabinete provincial. Era martes. Los ministros de Gobierno, Turismo y Salud integraron la delegación. Curiosamente, la voz cantante la llevó el ministro de Educación, César Barbeito, quien -sin que nadie lo desmintiera- se adjudicó el papel de estar "al frente de la emergencia".
Candidato a gobernador elegido en internas, Barbeito sigue eludiendo su obligación de renunciar a su cargo en el Poder Ejecutivo. Con impudicia, actúa como si fuera jefe de gabinete, ante la abulia de Saiz y el forzoso silencio de quienes no pueden arriesgarse a irritar a quien administra los recursos públicos ante la crisis.
Mientras la nube de cenizas se ampliaba, crecía la batalla política por ayudar y publicitar la ayuda. Anunciar y gestionar se volvieron tema obligado de comunicados y de foto tanto en el oficialismo como en la oposición.
"Barbeito hace campaña -ironizó el Partido Justicialista- con la única desgracia rionegrina que no es culpa de este gobierno". Aludía a que el ministro no fue a Catriel cuando la comunidad y las autoridades locales estuvieron diez días movilizadas, mientras un grupo numeroso cortaba la ruta en reclamo de puestos de trabajo, mejoramiento de escuelas y atención de múltiples carencias.
Es deseable que el Puyehue serene pronto su corazón de fuego.
De ser así, la cordillera podrá aspirar a aprovechar una temporada turística que promete nieve en abundancia.
Más complicada, sin duda, estará la Región Sur, con menos recursos y más alejada de los focos de decisión política. Es probable que el invierno termine con una nueva oleada migratoria hacia Bariloche, Viedma y Roca, como sucedió tras la gran nevada de 1984. Otra vez las falencias del Estado para prevenir, contener y remediar se mostrarán en el desarraigo y el sufrimiento laboral y habitacional de esas familias.
En similares términos lo advirtió en estos días la legisladora Magdalena Odarda cuando vinculó la crisis causada por el Puyehue con el despoblamiento rural generado por otros procesos de concentración de la tierra, sobre todo en el Alto Valle.
La reacción creciente al convenio firmado por el gobierno rionegrino con una empresa china para el cultivo extensivo de soja tendrá esta semana un momento clave.
China es un mercado asombroso. Y Río Negro tiene tierra fértil y agua.
Pero, en lugar de debatir y hacer posible un modelo en que los rionegrinos pudiéramos producir lo que China requiere, el convenio cede el control sobre la producción y el empleo.
Desde distintos sectores se promueven movilizaciones contra el convenio, para el cual el gobierno buscará aval el martes en la comisión de Asuntos Económicos.
La falta de modelo es un modelo.
La falta de política, una política.
Alicia Miller y la ética de la prensa
Por: Claudio A. Mozzoni*
Cuando se habla de periodismo y de ética, algunos columnistas afirman que aquello que publican es una decisión personal, una visión de la realidad que sustentan con su firma y que nada tiene que ver con la filosofía, pero tanto la Constitución nacional como la provincial garantizan la libertad de prensa y existe un sustrato de experiencias y costumbres profesionales, vinculado con el manejo de las cuestiones éticas.
Sin embargo, como ha sucedido en un sinnúmero de oportunidades anteriores, hay quienes no atienden a esos tácitos códigos éticos y adoptan conductas reñidas con aquel argumento que sustentó la libertad de prensa.
Pero la libertad supone la responsabilidad; y la responsabilidad en el ejercicio de la profesión es no despreciar sus principales pautas éticas que son la veracidad, la exactitud, la objetividad, el no ocultar o la clara diferenciación entre información de noticias y las expresiones de la propia opinión.
Una pretendida omnipotencia sustentada en la soberbia, que en realidad esconde ideologías subyacentes no explícitas y, más aún, conflictos de intereses, se contraponen con la verdad, esa palabra que resume los ideales periodísticos.
Una cosa es la ineludible distorsión derivada de la interpretación de los hechos realizada imparcial, honradamente y con la subjetividad posible y otra, la interpretación corrompida, que no aspira a la verdad sino que da salida a los prejuicios, a los intereses personales, a las parcialidades y a las intolerancia del autor.
Ninguno de estos principios han sido respetados por la columnista del diario Río Negro, Alicia Miller, y el propio cotidiano, en los últimos tiempos.
Esta última malintencionada y absurda maniobra periodística realizada por el Diario Río Negro no hace más que volver a desnudar el claro objetivo de este medio periodístico: socavar las bases del Gobierno en la Provincia, tal cual lo ha venido haciendo desde hace mucho más de dos décadas a la fecha.
Miller, una vez más, en su articulo del domingo 12 del corriente, acusa sin pruebas, supone aviesamente, esconde información, interpreta en función de sus prejuicios, falta a la verdad y elude en forma manifiesta todo ejercicio de imparcialidad y objetividad.
Es cierto que, a pesar de lo señalado, falta una respuesta: la que Miller y el medio que representa deben dar a su conciencia y a sus lectores por tan burda subestimación de la ciudadanía y por tantas y tan torpes violaciones de los códigos éticos del periodismo.
Ejercer responsablemente la función de "periodista", requiere de un esfuerzo de pluralismo y objetividad, o se hace periodismo, o se hace política, pero nunca política sucia disfrazada de independencia periodística.
Miller miente deliberadamente. Miller omite decir lo que se hizo. Miller es la cabeza de una campaña sucia y mentirosa.
Pruebas: El mismo día sábado el Gobernador Saiz se comunicó en dos oportunidades con la Presidente de la Nación y con el Ministro de Planificación Federal, estableció las pautas de ayuda y envió a cuatro de sus Ministros a Bariloche y otro a Buenos Aires. El ministro Barbeito llegó a Bariloche el domingo a la mañana y no el martes como dice Miller. Apenas arribó a Bariloche se incorporó a la reunión del comité de emergencia que ya contaba con la presencia de funcionarios y representantes de empresas provinciales. En horas de la tarde se sumaron a la actividad los Ministros de Gobierno, Salud y Turismo. El titular de producción viajó el sábado a Buenos Aires.
Se dispusieron las primeras acciones. Pese a las dificultades del tránsito llegaron al día siguiente los camiones con barbijos, agua mineral y colirios. Lo mismo sucedía a través de la ruta 23 en la línea sur. El lunes se dispuso el envío de 1.400.000 pesos al municipio de Bariloche. Se reforzó inmediatamente el parque de maquinarias y camiones. Se envió una nueva ambulancia que se instaló con el personal correspondiente en el kilómetro 13 de la ciudad de Bariloche.
Accatino se reunía con el director nacional de la Comisión de Emergencia Agropecuaria, Haroldo Lebed, acordando que la Nación apoyaría al sector con 10 millones de pesos destinados para la compra de suplementación.
El aporte, se otorgará a los productores a través de los Municipios de las áreas afectadas en el marco de un convenio entre el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el Ministerio de Producción rionegrino.
Para ello, el Gobierno Provincial emitió el decreto de emergencia productiva y Socio-Económica, medida legal que será el sustento junto a un informe de la situación, para que en la próxima reunión de la Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria se concrete el aporte ya comprometido.
La emergencia tendrá una duración de un año pudiéndose renovar por igual período dependiendo de los informes técnicos que ameriten tal medida.
Barbeito el lunes se trasladó a Jacobacci donde se montó otra cabecera de ayuda para ese sector de la Provincia. Inmediatamente se convocó a los comisionados de fomento e instituciones del lugar y se conformó el comité de emergencia, al que se sumo el Intendente Carlos Toro que se encontraba en Buenos Aires. Se dispuso el envió de los mismos elementos que a Bariloche y se sumó el traslado de pasturas para el ganado. También se reforzó el parque de maquinarias. El Gobernador Saiz desde Viedma coordinaba las acciones con Nación y con el embajador Saldivar y funcionarios del gobierno chileno.
Desde Viedma se dispuso el envío del millón cuatrocientos mil pesos a Bariloche, 200 mil a Jacobacci, y a través de la Dirección General de Rentas del Ministerio de Hacienda, se dispuso mediante Resolución Nº 686/11 la prorroga del primer vencimiento de Impuesto Automotor y el segundo vencimiento de Impuesto Inmobiliario que fue trasladado para el 21 de junio de 2011.
Asimismo, por medio de la Resolución Nº 687/11 se suspendió la aplicación de la Resolución Nº 1980 de pago a cuenta sobre los Ingresos Brutos para la temporada invierno del año 2011, se enviaron grupos generadores de energía, se adelantó la entrega del plan calora los municipios de Jacobacci, Comallo y Pilcaniyeu y se suma un refuerzo de leña por 1.200 metros cúbicos. También se afectó el envío de la leña ecológica que integra este plan en su totalidad a la región lo que representa una inversión de 450 mil pesos. Se recategorizó el programa Pequeño Productor, llevando estos recursos de 1 millón a 4 millones de pesos.
También desde la Provincia se brindó una primera asistencia que consiste en 70 mil fardos de pasto de 25 kilos y se pretende una segunda asistencia, con apoyo de Nación, para la entregar avena o cebada en concepto de suplemento de alimento, por su mayor concentración proteica.
Finalmente se dispuso el refuerzo con distintos elementos enviándose a la zona sur de la provincia de 200 chapas de zinc y 500 de cartón, 30 rollos de nylon 700 barbijos, 250 antiparras, 120 frazadas y 60 colchones para las familias afectadas tanto en las localidades como en las comisiones de fomento y parajes.
Además, las autoridades nacionales confirmaron que se enviarán a la región 20 camiones con colchones, frazadas, barbijos, agua mineral y otros elementos con los que se asistirá a los pobladores de la zona que se vieron afectados por los efectos de la erupción volcánica.
También se confirmó que llegarán a Bariloche siete plantas potabilizadoras de agua que serán distribuidas en las zonas afectadas por la ceniza en las que no esté garantizado el suministro de agua a la población.
Se incorporaron mil familias mas al plan comer en familia. Se rehabilitaron los comedores escolares.
De todo esto nada dijo ni Alicia Miller ni el diario en el que trabaja.
Modestamente recomiendo a Miller que abandone el púlpito, que reconozca su errónea interpretación de la realidad rionegrina, que postergue su intencionalidad política disfrazada de independencia periodística, que relea sus editoriales para descubrir sus erróneos vaticinios, que dignifique en definitiva, el rol del intelectual autónomo, crítico de la realidad sobre la base de verdades (o de la búsqueda de la misma), y sano en su independencia de criterios al momento de arengar el comportamiento de un gobierno y de la sociedad que con su voto lo ubicó en el lugar que ocupa.
*Secretario de Comunicación, Provincia de Río Negro