Estas cartas fueron publicadas en el sitio periodismo´s blog y llevan la firma de Enrique Vázquez. La primera está dirigida a Chiche Gelblung y la segunda a Jorge Lanata:
Chiche:
Mis referencias hacia tu desempeño profesional, vertidas en el programa 6-7-8, precipitaron una descarga de insultos, infamias y delirios expuestos con tu estilo (algo así como un Guillermo Patricio Kelly borracho) y tu firma al pie, con el sobrenombre incluido.
O sea: pretendiste descalificar críticas profesionales con falacias personales.
No voy a caer en tu juego. Sí voy a lamentar que la supuesta lapicera que supuestamente te regalé “te la hayan robado”, que Cascioli esté muerto y no pueda corroborar ni desmentir la supuesta llamada a Europa para pedirte disculpas por una nota mía, y que Vigil también esté muerto y por lo tanto tampoco pueda corroborar ni desmentir una supuesta chanza tuya para burlarte de mi ingenuidad. Dada esta sumatoria de contrariedades, sólo insisto en que no caben los insultos ni las elucubraciones fantasiosas.
Yo hice mi vida profesional, con sus más y sus menos; vos hiciste la tuya.
Mis errores, que los tuve, no incluyen delitos; en cambio vos estás acusado de complicidad con crímenes aberrantes e imprescriptibles cometidos por tus amigos de la dictadura.
No voy a caer en tu juego de provocaciones y ofensas, por la sencilla razón de que nuestro estimado colega y abogado Pablo Llonto ha solicitado en esos juicios mi participación como testigo, y yo he dado mi consentimiento. Por lo tanto me abstengo, a costa de mi honra y mi orgullo personal, de darte la ocasión que estás buscando para impugnarme por enemistad manifiesta o cualquier otra excusa por el estilo.
Nos vemos en Comodoro Py.
Atte., Enrique Vázquez
Jorge:
Te conocí cuando llegamos con Silvia Puente, Hugo Paredero, Diego Bonadeo y Alicia Cuniberti a Radio Belgrano, el 10 de diciembre de 1983. Vos ya estabas en la radio como jefe del turno tarde del noticiero. El director de la radio era el coronel Stornelli -padre del fiscal federal-, que fue sustituido por Daniel Divinsky en abril del ’84, Tu primer trabajo en la Belgrano “democrática” fue como movilero de “Nuevos aires”, el programa que yo conducía. Después, cuando se incorporó Aliverti con “Sin anestesia” en la primera mañana, comenzaste a trabajar con él. ¿Te acordás de todo esto? Supongo que sí.
Te cabe el curioso mérito de haber sido el único colega que se hizo eco de sus acusaciones, a pesar de que trató de difundirlas por cuanta redacción existe.
Un buen periodista, como lo pretendías ser vos, tendría que haber cotejado las fuentes antes de propalar infundios.
Supongo que también aceptarás el principio periodístico de no recortar arbitrariamente una nota para usar en desmedro del autor sólo una parte del todo. La foto con Pinochet acompañaba un reportaje de 2 páginas, cuyo contenido omitiste, y en las 2 páginas siguientes iba un reportaje nada menos que al presidente de la Vicaría de la Solidaridad chilena, la única oposición al régimen y lugar de amparo para los perseguidos políticos.
Ví que tergiversaste los hechos con respecto a Eduardo Aliverti (él no era dueño de la productora que nos pagaba los honorarios) de modo que ya no sé qué pensar de vos: si sos el hacedor de los noticieros de los milicos, o el militante del PC que se trosqueó tras el “16 Congreso”, o el fabulador del reportaje al almirante Mayorga. En cualquier caso, te pido que rectifiques los comentarios sobre mí, porque jamás entrevisté a los miembros de la CIDH, ni fui el editor de ninguna tapa de “Somos”, revista a la cual fui a trabajar después de ser redactor de Política internacional en “La Opinión” cuando secuestraron a Jacobo Timerman y de la que me echaron por realizar actividades comunistas; que eran ciertas: habíamos formado una célula con Alberto Catena (hoy en el periódico Acción) y con Luis Alberto Frontera (hoy en Radio Nacional y en una revista de esta misma editorial).
Como dato marginal, te cuento que en el programa “Con sentido público”, en el cual hago un modestísimo micro de 4 minutos semanales sobre Seguridad democrática, trabaja tu ex esposa, Andrea Rodríguez, una periodista de enorme capacidad profesional, en la que deberías inspirarte.
Atte., Enrique Vázquez
DNI 10.773.363
Ver anterior: Periodismo sobre periodistas: Gelblung vs. Vázquez