Tras el despido de dos empleados de la emisora, se supo que ocultas en paredes y en el sistema de ventilación había cámaras con audio para espiar lo que hacían y decían los trabajadores.
Tensión en Blandengues al 200. Un conflicto laboral se desató ayer en Canal 7 de Bahía Blanca después de la comunicación verbal de dos despidos de la empresa que tiene sus estudios en calle Blandengues al 200.
El encargado de Recursos Humanos de la televisora, José Luis Ferrer, fue quién al culminar el turno de trabajo les informó a los trabajadores afectados, dos camarógrafos, que la compañía ya no necesitaría de sus servicios. Los despedidos son el locutor y editor Gustavo Daich y el camarógrafo Ángel Juan "ambos de irreprochable trayectoria laboral y con casi 30 años de antigüedad", manifiesta el escrito enviado por el sindicato.
Desde anoche todos los afiliados al Sindicato de Televisión (SAT) tienen tomados los ingresos al canal, y se manifiestan en la calle, con el apoyo de otros gremios como la UOCRA.
Octavio Alvarado, secretario gremial del SAT, sostuvo que “desde hace tiempo atrás se viene denunciando diferentes formas de acoso y persecución, sobre todo para el personal afiliado a nuestro sindicato, denigrándonos así como personas y como trabajadores”.
Entre esas formas de persecución, los dos empleados despedidos detectaron hace un mes aproximadamente, que eran espiados mediante cámaras y micrófonos ocultos.
“Encontramos una cadena de cámaras con audio ocultas en falsas paredes y en el sistema de ventilación, sobre todo en el sector de refrigerio de los empleados, con la clara intención de conocer sus dichos y pensamientos”, explicó el gremialista.
Estas no son las únicas irregularidades denunciadas por el SAT, si no que además sostienen que “a los que están afiliados se les restringen las horas extras, no se le asignan tareas o se incorpora personal con la condición de no pertenecer a nuestro gremio”.
Respecto del sistema oculto de vigilancia, el secretario gremial manifestó “no conocer antecedentes de algo similar”, así como también dijo desconocer si en otras empresas locales está ocurriendo lo mismo.
Llamó la atención también la vigilancia desmedida que hay en la zona del canal, donde hay apostados cinco móviles policiales, un camión celular y un equipo antidisturbios del Grupo de Apoyo Departamental.
"Cómo negar que se trata de una brutal represalia por los justos reclamos de todos los empleados, afiliados al SAT, frente a los desmanes cometidos por el actual gerente de la emisora, Simón Roitman", sostuvieron los empleados, quienes recibieron a huevazos al cuestionado gerente.
Octavio Alvarado, del Sindicato Argentino de Televisión en diálogo con LU2:
Fuente: La Brújulanet.com.ar