"...la iniciativa no deja de ser un borrador y fue utilizada, más que nada, como un mecanismo de presión"
La otra batalla
Otra guerra de poderosos intereses se está dando a nivel nacional, y tiene como protagonista al Grupo Clarín y al Gobierno K. La pelea puntual está dada por el control del denominado Triple Play, un servicio que permitirá que se trasmita tv, internet y telefonía en un solo cable. El grupo empresario que controle ese negocio seguramente se apoderará de gran parte del mercado de las telecomunicaciones en el país, con todo lo que ello implica. Y el Grupo Clarín estuvo a punto de lograrlo, ya que le la secretaría de Comunicaciones le había dado permiso para que ofrezca telefonía (ya tiene una posición hegemonía en la TV por Cable con Cablevisión y Multicanal, y en los servicios de internet), pero luego el Gobierno nacional dio marcha atrás con esa disposición a partir de los reclamos que hicieron las telefónicas.
Más allá de la pelea puntual, en los últimos años el Gobierno K adoptó varias medidas que favorecieron al Grupo Clarín, como fue el permiso que se fusionen las empresas Cablevisión y Multicanal, y la renovación de las licencias de radio y TV, acciones que profundizaron la concentración monopólica en el manejo de los medios de comunicación.
Quizás una de las iniciativas positivas que ha tenido el Gobierno nacional en el último tiempo ha sido su anteproyecto para la reforma de la ley de Radiodifusión, una normativa vetusta que proviene de la dictadura militar, que tuvo varios parches y que permitió que se formen grandes monopolios durante la década menemista. Precisamente, una de las reformas más importantes del anteproyecto es la que restringe la cantidad de licencias que puede tener un mismo grupo empresario y la participación que le da a las sociedades civiles sin fines de lucro y a ONG.
Hasta el momento, la iniciativa no deja de ser un borrador y fue utilizada, más que nada, como un mecanismo de presión. El interrogante pasa por saber si habrá voluntad política en los principales partidos para encarar una reforma a fondo para que el sistema de medios no sea manejado por unos pocos. El final sigue abierto.
De la nota "El operativo despegue y la guerra de intereses", por: Juan Gossen, Diario Hoy