domingo, 5 de julio de 2015

La discriminación de género en los medios

En el local de la Asociación de la Prensa del Uruguay (APU), se llevó a cabo un encuentro de mujeres periodistas que contó con un centenar de participantes, no solo de la capital o la zona metropolitana sino también provenientes de otros departamentos del país. Estudiantes de periodismo, profesionales, jóvenes y más veteranas, de la prensa escrita, la radio y la televisión, se dieron cita para hablar de una realidad que se conoce menos en los medios de comunicación: las periodistas, ¿quiénes son?, ¿cuántas son?, ¿cómo trabajan?, ¿existe discriminación de género en los medios?

Por: Karina Thove
Abrieron el encuentro de la Red de mujeres periodistas del Uruguay las organizaciones que impulsaron esta iniciativa: por la Comisión de Género de APU habló la periodista Mirtha Villa; por la Red, su fundadora, Florencia Pereira Cabrera y por la organización no gubernamental Cotidiano Mujer, Lilián Celiberti. El evento contó con el apoyo de la Unesco y del Fondo de Igualdad de Naciones Unidas.

De acuerdo a lo informado por Villa, una de las consultas que más reciben en APU tiene que ver con el acoso moral laboral. Por eso, la primera intervención de la mañana tuvo que ver con este tema, presentado por Hugo Etchenique en representación del PIT-CNT.

Si bien el acoso moral laboral puede ser bastante difícil de probar, es importante saber que desde la central sindical se trabaja desde el año 2004. Generalmente está relacionado con la precarización en el empleo, degradación de las condiciones de trabajo, intimidación, actitudes ofensivas hacia el personal.

No estuvo ajena a esta presentación la problemática del acoso sexual que, al igual que el acoso moral laboral, requiere que el trabajador o la trabajadora no esté solo/a a la hora de denunciar y, en lo posible, amparados por una organización sindical, algo con lo que no siempre es posible contar y por lo que el desamparo es mayor.

Maternidad y otros “azares de la profesión”
En 2012, la periodista Pereira Cabrera –una de las escasas voces que podemos escuchar en radio, medio de comunicación bastante esquivo a la conducción femenina- impactada por los resultados de una encuesta hecha por la consultora Cifra sobre periodistas en los medios de comunicación nacional, creó el grupo Red de Mujeres Periodistas del Uruguay en Facebook (grupo cerrado) que actualmente tiene más de 700 miembros. Es desde este espacio, fundamentalmente, que se convocó el encuentro.

Pereira, que hace pocos meses fue madre por tercera vez, relató brevemente sus peripecias ante el Banco de Previsión Social (BPS) para lograr la licencia maternal como trabajadora unipersonal, una realidad que está muy presente en el sector laboral de la prensa en su sentido más amplio.

Pero en relación a la maternidad, no fue la única situación descripta. Hubo trabajadoras de un medio de comunicación capitalino que relataron cómo se sintieron humilladas por tener que someterse a demostrar que estaban dando el pecho a sus hijos (revisión médica) y amenazaron hacer la denuncia ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social-MTSS). Finalmente, lograron que se erradicara esta práctica y se respetara la licencia maternal, que incluye el período de lactancia sin esas “comprobaciones”.

Otro aspecto tiene que ver con los viajes y las coberturas periodísticas en el exterior: si una mujer ha sido madre recientemente o tiene hijos pequeños ni siquiera se la considera para encargarle el trabajo, dando por descontado que su respuesta será un “no”. Hubo quien quiso destacar que, en la actual cobertura de la Copa América en Chile, el canal estatal ha enviado, por primera vez, a su única periodista deportiva –Karen Todoroff- junto con una camarógrafa, justamente, como ejemplo de excepcionalidad.

En el trabajo en grupos salieron numerosas situaciones de discriminación vividas como “naturales” o como parte de “lo que hay que aguantar” como “azares de la profesión”, que casi siempre se dan puertas afuera del medio (citas, “favores”, etc).

Imagen, belleza y juventud, no estuvieron ajenos al análisis en relación a las mujeres que aparecen en la televisión. Con una importante presencia de periodistas de Canal 10, se remarcó que solo dos mujeres de más de 50 años están actualmente al aire en ese medio: Blanca Rodríguez y María Inés Obaldía. Quien abre y quien cierra los programas co-conducidos por una dupla hombre-mujer también fue abordado, así como las diferencias salariales de acuerdo al género, la multifuncionalidad o la adscripción “cantada” a abordar lo que se consideran “temas de mujeres” (salud, sociedad, moda, belleza, etc). En contrapartida, tampoco se consulta o entrevista a expertas mujeres en los grandes temas como la economía, política exterior, asuntos militares o policiales, etc.

Ética y periodismo de género
En la segunda parte de las exposiciones, la periodista Pilar Teijeiro hizo uso de la palabra para recordar que desde hace dos años existe un Código de Ética que, además, tiene todo un capítulo de género (único en la región). El Código no es de carácter sancionatorio sino que da pautas sobre cómo tratar y trabajar las temáticas a nivel periodístico, con el objetivo de evitar una mayor vulneración de los derechos de las víctimas.

Celiberti puso el ejemplo de la Defensoría del Público en Argentina, donde se reciben denuncias de tratamiento periodístico inadecuado por parte de los medios de comunicación y se trabaja caso a caso. Tampoco es de carácter sancionatorio, pero sí se trabaja con el medio denunciado porque se busca un efecto pedagógico y, en algunos casos, hasta se logra una retractación.

La periodista Azul Cordo se refirió a la necesidad de tener y construir un periodismo de género que atraviese a todas las noticias y a la información, y que se jerarquicen los temas considerados “femeninos”.

Fue ineludible referirse a muchos de los casos policiales más sonados en estos últimos meses y que casi siempre se relacionan con situaciones de violencia, donde los estereotipos y prejuicios sexistas forman parte del hecho periodístico sin que aporten más que una mayor victimización, estigmatización y banalización de la víctima (caso Yamila, Maldonado; caso de la joven asesinada en Valizas; caso de la beba recientemente encontrada en un contenedor, etc).

El encuentro fue evaluado muy positivamente y ya se anunció que este será tan solo el primero.
Fuente: Diario La República

Otras Señales

Quizás también le interese: