El diario El Telégrafo, decano de la prensa ecuatoriana, prosigue hoy la entrega de cables reveladores sobre el país publicados por Wikileaks y que se desconocían hasta hoy aquí
Orlando Pérez, director del rotativo, rechazó las críticas a esta publicación que lo señalan como un boletín oficialista y señaló que, por el contrario, esta investigación demuestra la profesionalidad del periodismo que se hace en el diario.
Pérez destacó el hecho de que en el Parlamento no se haya constituido una Comisión para analizar el contenido de la información de Wikileaks y la participación de los involucrados en conspiraciones políticas dentro del país con la Embajada estadounidense.
El Telégrafo revela este miércoles un análisis sobre las componendas para impedir la aprobación de la Constitución de Montecristi en 2008, alrededor de la cual existió el plan de crear un ambiente de incertidumbre y temor para incidir en sus contenidos.
De acuerdo con el rotativo, por esos días, al parecer, hubo muchas visitas a la Embajada de Washington o, por lo menos, los encuentros se produjeron en diversos espacios para intercambiar opiniones y hasta tareas.
Para ellos, señala el análisis, la misión diplomática norteña activó una red de contactos para recoger información y ratificar la versión de los empresarios y de sus fuentes políticas, incluso visitaron el país personalidades de diversas tendencias y corrientes políticas del continente y en particular de Estados Unidos.
Estos visitantes, agrega, se reunieron en desayunos, almuerzos y encuentros informales para reflexionar sobre el diseño constitucional y político que se desarrollaría en Montecristi, y para tantear el ambiente electoral nacional.
Un informe confidencial obtenido por Wikileaks reporta la tendencia en ese momento del voto favorable en un 51 porciento a favor de los candidatos que apoyan al Gobierno de Rafael Correa, y el 19 por ciento a favor de los candidatos que se oponen.
Describe que tres meses después y una vez declarados los resultados, Alianza PAIS alcanzó 80 de los 130 escaños y ante la derrota de la oposición la embajadora Linda Jewell escribe que "la oposición ha quedado fracturada y desanimada".
Sin embargo, aún cuando su estado era calamitoso, comenta un cable, se recuperó con facilidad, pero con poca iniciativa, y acudió a Jaime Nebot (actual alcalde) para que movilizara a la ciudad de Guayaquil.
La Embajada norteamericana, por su parte, realizó varios intentos para acercarse a los miembros de Alianza PAIS y encuentra dificultades para lograrlo.
"Sus miembros son reacios a hablar sin la autorización de los niveles superiores de su partido. Dos asambleístas de PAIS que habían acordado, por separado, reunirse con nosotros cancelaron sus citas después de informar a sus colegas, consigna Wikileaks.
EL Telégrafo mantiene en su página digital inicial los más de tres mil cables en los cuales se menciona a Ecuador, los que ha publicado tras lograr una entrevista exclusiva con Julián Assange, creador de este sitio.
Un editorial del rotativo señaló que con la revelación de Wikileaks la historia de la humanidad tomó otro rumbo, mientras el periodismo ingresó en una crisis y autoevaluación de su sentido y trabajo sobre lo que informa sobre determinados hechos.
Tras conocerse detalles de estos informes, el Gobierno de Ecuador expulsó a Heather Hodges, embajadora de Estados Unidos en Quito, en abril de 2011.
Hodges aseveró en un comunicado diplomático que el presidente Rafael Correa conocía sobre los presuntos actos de corrupción de un alto jefe policial.
Desde entonces, Estados Unidos no había designado a un nuevo Embajador, hasta recientemente, en que nombró para ese cargo a Adam Namm, quien es miembro del servicio diplomático estadounidense.
Fuente: Prensa Latina