Augusto dos Santos, ministro de Comunicación de Paraguay, visitó Uruguay para participar del seminario internacional "Comunicación, Pluralismo y Nuevas Tecnologías", organizado por la agencia de noticias IPS, en el que disertó sobre los medios públicos. Al explicar que Paraguay se dispone a inaugurar su primer canal de televisión público, opinó que los medios de este tipo “deben dejar de servir a un gobierno o a un partido, para convertirse definitivamente en herramientas” para vincular los ciudadanos con el ámbito estatal. También habló sobre la relación entre el gobierno y los medios de comunicación privados, que en Paraguay no es la mejor. Pero en entrevista con la diaria, Augusto dos Santos sostuvo que la política del gobierno respecto a los medios es la de no intervenir.
Por: Andrea Martínez
En su ponencia usted mencionó que en mayo se habilitaron las instalaciones para la televisión pública de Paraguay, ¿cómo se va a definir su programación?
Ni la legislación ni la autoridad son lo suficientemente plurales para tomar esas decisiones, por eso se optó por comenzar el proceso con un gesto de pluralidad, de inclusión, y se convocó a un concurso de proyectos que debían cumplir rigurosos parámetros de calidad, de valores, de ética y estética, que son los de la televisión pública. Se presentaron 56 proyectos de programas, referentes de la cultura están trabajando en seleccionarlos, y los contenidos que queden formarán parte de la grilla a partir de agosto.
¿Qué criterios se van a manejar con los auspiciantes?
Vamos a establecer un marco: ni vamos a poner en nuestra programación cualquier cosa ni vamos a publicitar cualquier cosa. Tienen que estar en conjugación con los valores de la televisión pública. Aún así, creemos que una parte de la sustentabilidad de la autonomía del proyecto se juega con que los ingresos no sean sólo de una canasta, ni la estatal ni la privada. Pelearemos en los dos mundos, en el del presupuesto estatal y en el del mercado.
Volviendo a la grilla de programas, en Argentina, por ejemplo, se reguló el espacio a los contenidos dirigidos a ciertos públicos, ¿se manejará un criterio similar?
Como no tenemos en Paraguay una ley que defina esos marcos, la elaboración de la grilla va a pasar por las decisiones políticas del canal. De cualquier manera, el objetivo es ser inclusivos, dar participación a la mayor parte del paisaje social, pero también sabemos que la televisión tiene sus ritmos, sus tiempos, su estilo de gestión. Nosotros no queremos hacer una televisión pública aburrida, que sea seria y solemne, queremos hacerla divertida, entretenida, que haya mucho de fiesta, de la vida de la gente, que haya compromiso, debates políticos, deportes. O sea, una televisión que compita porque da gusto verla.
En Paraguay la mayoría de la prensa es opositora, y algunos movimientos sociales han denunciado que recurre a prácticas como la descontextualización de las declaraciones, la exageración o directamente la mentira. ¿Cómo se limitan esas prácticas?
La prensa ha sido injusta en varias oportunidades con la gestión del gobierno, ha incurrido en exageración, falsa precisión de algunas cuestiones, o ha recurrido al juicio fácil e inexacto. Pero nuestra política es la no intervención en la comunicación. Asumimos que estamos viviendo un momento político que merece que incluso las exageraciones de la prensa sean recibidas con un alto nivel de tolerancia del gobierno, porque hay cosas más importantes. Este es un tiempo en que tenemos que tener la máxima tolerancia posible para deslindar posiciones, no hay un nivel de debate que garantice una buena propuesta para la comunicación, el debate está muy polarizado, y se corre el riesgo de que surja una legislación que sea lamentable para los intereses de sectores sociales, estatales o privados, y no estamos para perjudicar sino para beneficiar a todos estos sectores.
Pero de algún modo la víctima de las prácticas de los medios y de la falta de políticas del gobierno es la sociedad.
La sociedad es la beneficiaria por las buenas prácticas de la comunicación y damnificada por las malas, tanto en el ámbito privado como en el estatal, y paradójicamente la audiencia es el sector menos preparado ya no para apropiarse de los medios, que sería un lujo, sino para ejercer una mirada crítica sobre ellos. Creemos que son los medios y la sociedad los que deben dar ese paso, porque no buscamos una audiencia militante sino una audiencia que sea participativa.
¿Hay una crisis de gobierno generada por la propuesta de enmendar la Constitución para que el presidente Fernando Lugo sea reelecto o es un tema que ha sido exagerado por la prensa?
Es cierto que hay una crisis, una confrontación dentro del Partido Liberal Radical Auténtico, porque algunos sectores plantearon mayor proximidad a la iniciativa de la enmienda y otros no. Es una división interna de un partido muy importante para el gobierno. Pero además de eso, también dentro del gobierno, todas las ramas de los sectores progresistas están consolidándose cada vez más. Sí, no hay duda de que algunos diarios son los principales actores en la tarea de establecer la agenda política cotidiana. Igual, considero que los diarios pueden estar posicionados políticamente, es algo que se debe asumir, y se debe partir de esa base cuando se los lee. Porque cuando la prensa asume un rol, una posición, se la puede cuestionar, pero también se debe entender que es una opción de un medio de comunicación.
¿Hasta qué punto el debate sobre la reelección impulsada por el Frente Guasú puede afectar al gobierno?
Creo que resulte o no exitoso, habrá sido altamente beneficioso para la consolidación de un frente de sectores progresistas. Este movimiento que se generó en relación al derecho de peticionar una enmienda ya tiene su beneficio: la consolidación de un Frente que estaba disperso. Ése ya es un buen logro político para ahora y para 2013 [año de las elecciones nacionales en Paraguay].
Como político independiente, ¿qué opina usted sobre la propuesta para la reelección de Lugo?
Hay que señalar que el presidente Lugo ha reiterado que él ni gestiona su reelección, ni desea ser reelecto. Aún así, la posibilidad de la reelección sería una herramienta válida para cualquier presidente, que serviría para castigar o premiar una gestión. Este gobierno ha dado pasos importantes que han sido invisibilizados, como la política energética, los avances para la reforma del Estado, la institucionalización, o la reducción notable de la corrupción. El gobierno del presidente Lugo está marcando un punto de inflexión en la historia de Paraguay. Es posible que la crítica sea dura, pero después de Lugo, la ciudadanía será mucho más exigente: dejaremos un país con ciudadanos que se convirtieron en sujetos de derecho. Ése es un logro intangible y muy importante. Sobre el tema de la reelección, el presidente dijo claramente que es un debate que no tiene que darse en el interior del gabinete. Señaló que los partidos políticos pueden optar o no por discutirlo, pero que los miembros del gabinete tenemos que mantenernos al margen. Trato de ser respetuoso de esa solicitud y opinar sólo conceptualmente.
Por todos los medios
“Decimos que los medios públicos deben dejar de servir a un gobierno o a un partido para convertirse en herramientas que vinculan al ámbito estatal con los sujetos de derecho: la ciudadanía”, así definió el ministro Dos Santos la función de su cartera, creada en 2008. Partiendo de esa base, contó que los medios radiofónicos fundados antes de la gestión de Fernando Lugo eran estatales, pero no perseguían fines tan enfocados al servicio público, por lo que su cartera los “enfiló” hacia un proceso de “identidad pública”. A esos medios se sumaron la Agencia Pública de Noticias IP Paraguay y el proyecto de la televisión pública, que está previsto que comience a funcionar antes de fin de año.
Bajo su órbita, el Ministerio de Comunicación tiene a la Radio Nacional del Paraguay, con emisoras AM y FM en varias regiones.
Durante la administración de Dos Santos se inauguraron dos medios públicos: IP Paraguay, el semanario Red Pública y también un medio que difunde noticias del gobierno, el quincenario Claves del Poder Ejecutivo.
Foto: Nicolás CelayaFuente: La Diaria