Pese a los costos que le trajo, quiere repetir el esquema de la operación contra Fibertel de agosto de 2010. Lo hace en el marco de su batalla contra el Grupo
Por: Andrés Sanguinetti
La orden provino directamente de la presidenta Cristina Kirchner. El martes pasado, la Jefa de Estado se reunió con el titular de la AFSCA, Gabriel Mariotto, para exigirle que antes de las elecciones presidenciales del 23 de octubre, la operadora de TV paga debe tener caducadas varias de sus licencias, empezando por las del interior del país. Tras este encuentro, el funcionario y candidato a vicegobernador por la provincia de Buenos Aires, reunió a la plana mayor del organismo creado para suceder al ComFeR y aplicar la nueva ley de Medios Audiovisuales, con el fin de elaborar la estrategia a seguir para no defraudar a Cristina.
Si bien, algunos miembros de la AFSCA mostraron cierta resistencia por falta de plafón jurídico para cumplir con la orden, finalmente se tomó la decisión de seguir adelante.
Mariotto ordenó utilizar dos tipos de expedientes para terminar con Cablevisión. Por un lado, los de las localidades donde había multiplicidad de licencias y en las que Cablevisión ya devolvió las sobrantes en 2008). Y por otro, el tema del ordenamiento de la grilla ordenado por el Gobierno para incluir en la programación señales afines al kirchnerismo o creadas con fondos públicos.
A pesar de la estrategia bipolar, el objetivo sigue siendo el mismo que se trazó el ex presidente Néstor Kirchner allá por 2007: desguazar a la principal empresa de televisión por cable y de Internet de la Argentina.
En esta estrategia también juegan el dictado de varias cautelares con las cuales el universo K busca eludir una medida judicial inicial que favorece al Grupo Clarín en esta batalla al suspender el famoso artículo 161 de la ley de Medios que lo obliga a desinvertir y cerrar o poner a la venta varias de sus señales.
Para sortear este freno jurídico, la AFSCA recurre al artículo 50 de la norma, que establece las razones por las cuales el organismo puede dar de baja una licencia. Entre ellas figuran la declaración de caducidad; y pérdida o incumplimiento de los requisitos para la adjudicación establecidos en la presente, previo cumplimiento de sumario con garantía de derecho de defensa.
Para cumplir con una o las dos condiciones, la AFSCA comenzó a hablar de acumulación de faltas graves por parte del grupo, para de este modo contar con un procedimiento aplicable que le permita declarar la caducidad de la licencia. En los próximos días, Mariotto intentará explicar que Cablevisión ya suma cuatro faltas graves por incumplir con la Resolución 296 de ordenamiento de la grilla, y que esta cantidad es causal de caducidad de licencia.
Desde el grupo rechazan la nueva embestida y aclaran que Mariotto obvia explicar el procedimiento necesario para que se configure dicho supuesto, tal vez porque es intención del organismo que preside vulnerarlo para de ese modo acortar los plazos y los pasos que deberían aplicarse. Aseguran que la ley no califica como falta grave el no ordenar la grilla como pretende el Gobierno y que, por lo tanto, su calificación de este modo deviene inconstitucional por exceso reglamentario.
En el caso de la grilla, aseguran que la AFSCA no tiene competencia para determinar la ubicación exacta que se les debe dar a cada señal de la grilla.
También advierten que la reglamentación de la norma dispone que aquellas faltas que el Congreso no calificó en su momento como grave deben ser consideradas leves, y en consecuencia requiere del cumplimiento de otros presupuestos para que se pueda ordenar una caducidad. En Clarín también aseguran que hasta el momento ninguna de las sanciones aplicadas a la compañía se encuentran firmes en sede administrativa. Por lo tanto, no se puede hablar de reincidencia en la comisión de infracciones calificadas como graves porque tampoco están firmes. Advierten que no se le puede imputar una nueva falla grave a la operadora, cuando no quedó firme la supuesta falta anterior. Y para que esto ocurra, aclaran que es necesario que en forma previa se haya rechazado el descargo y los recursos de reconsideración y alzada oportunamente interpuestos. Como nada de esto ocurrió, en Clarín sostienen que la AFSCA ha violentado el régimen aplicable y las sanciones que fueran notificadas cuando aún la primer sanción no se encontraba firme resultan nulas.
Fuente: El Cronista