Por: Cynthia Ottaviano
Ricardo Recondo, presidente de la Asociación de Magistrados de la Nación, fue uno de los firmantes del fallo favorable al grupo que dirige Héctor Magnetto, que ordenó al Estado no avanzar con la caducidad de Fibertel.
Un “todo terreno”. Así se suele calificar entre los periodistas a aquella persona que es capaz de opinar de todo, siempre, y –en general–, en sentido favorable al punto de vista del medio. Esta clasificación podría cuadrarle casi a la perfección al juez Ricardo Gustavo Recondo, quien acaba de fallar a favor del Grupo Clarín, en el caso Fibertel.
El juez de la Cámara Civil y Comercial, junto con Graciela Medina, ordenó que “el Estado Nacional se abstenga de ejecutar la resolución 100/10 (…) garantizando la posibilidad de que nuevos usuarios contraten los servicios de acceso a Internet”.
Más allá de que haya otros siete fallos con sentencias favorables al Estado Nacional (no cautelares), considerando que Fibertel ofrece un servicio ilegal, ya que su licencia de servicio caducó –y que el propio Clarín ocultó al informar a sus lectores–, no es la primera vez que Recondo beneficia al grupo monopólico.
Cada vez que lo consideró necesario, el Grupo consultó su punto de vista y luego lo replicó en cadena hegemónica nacional (Clarín, Clarín.com, Radio Mitre, TN, Canal 13). Tal fue lo que ocurrió cuando el juez calificó de “cooptada y tránsfuga” a la votación que permitió que Mario Fera ganara las elecciones en el Consejo de la Magistratura, aquella que desde el cártel mediático Clarín-La Nación se rotuló como “la elección del autovoto”.
Fue Recondo quien fogoneó ese discurso, queriendo hacer creer que Fera había ganado votándose a sí mismo. Idea que no guarda ninguna lógica, porque si Fera no hubiera votado la lista que impulsaba y Recondo hubiera hecho lo mismo, descontando entonces un voto cada uno, la votación hubiera salido seis a cinco, en lugar de siete a seis tal como fue. De manera que hubiera ganado igual. Pero aquí no se trata de lógica, sino de exponer las opiniones de quienes sostienen la matriz ideológica del medio de comunicación, en este caso, Recondo para el monopolio Clarín. En aquel momento, el discurso del “autovoto” sirvió para que el juez volviera a sostener su opinión política: “El oficialismo trata de dominar, manejar y restarle independencia al poder judicial”, opinó, y el grupo monopólico multiplicó.
No era la primera vez que lo hacía. El Grupo lo había consultado ante las afirmaciones del ministro de Economía, Amado Boudou, al condenar los fallos que ordenaban el cese de la intervención judicial en Papel Prensa: “Boudou debería ocuparse de la economía. Se trata de una repetición más del ataque que se hace de las sentencias que no le resultan favorables al gobierno, porque de las que resultan favorables se quedan lo más contentos”, aseguró Recondo antes de agregar que “se ve que al poder político en general no le gusta que lo controlen”.
¿Desde qué lugar hizo el juez estas declaraciones? Desde el lugar de presidente de la Asociación de Magistrados de la Nación. Esta asociación representa lo más rancio del poder judicial argentino. De hecho, basta este ejemplo para demostrarlo: cuando la asociación cumplió 80 años realizó una edición repasando la historia judicial del país. En ese relato denominan “revolución” al golpe de Estado de 1930, encabezado por el general José Félix Uriburu, y nuevamente “revolución” al trágico golpe de 1955, que derrocó a Juan Domingo Perón. En ese repaso antidemocrático, la asociación que presidió Recondo no menciona ni una sola línea sobre los funcionarios judiciales desaparecidos durante la última dictadura militar, ni sobre los miles de recursos de amparo presentados y rechazados sistemáticamente por el poder judicial, entre 1976 y 1983.
En otra oportunidad, ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia para que se restituyera el procurador de la provincia de Santa Cruz que Aníbal Fernández había calificado de “imposible cumplimiento”, el grupo monopólico volvió a llamar a su opinador todo terreno.
“Los fallos deben ser cumplidos –aseguró Recondo. Si un poder no respeta a otro, no funciona el sistema democrático”, y, de paso, aunque no fuera el tema en cuestión, el periodista preguntó “sobre la existencia de presiones actuales a los jueces”, a lo que Recondo agregó: “No me cabe duda que sí, se los presiona y se los trata de cohibir para que no puedan fallar de manera independiente.” Como siempre, la pregunta que sobreviene (no la que hizo el periodista del Grupo monopólico, sino la que se impone desde el máximo sentido común) es ¿independiente de quién? ¿Del poder económico también? Porque el propio Recondo consideró que su exposición pública, la que le da Clarín, es “una especie de coraza” antipresiones. Entonces, ¿un juez que expresa sin prejuicios su punto de vista político, que se ve favorecido por la reproducción de sus declaraciones en la cadena nacional hegemónica, no debería haber guardado la imparcialidad y el recato que se le exigen y apartarse en una causa en la que están en juego los intereses económicos del mismo Grupo que lo beneficia? ¿Esa no sería la verdadera independencia de poderes? Respuestas que Recondo, tal vez, podría pensar.
Informe: Franco Mizrahi
Fuente: Tiempo Argentino
Ver anteriores: Fallo a favor de Fibertel: suspenden la Resolución 100, Planificación desconoce fallo de la justicia a favor de Fibertel