Ledesma supo armar una aclamada pareja teatral con Ernesto Bianco, con quien compartió el éxito de "Mi querido mentiroso” y en ese medio también se atrevió a la dirección de títulos como "De puerto en puerta”, "El último padre” y "Tres hermanas”.
Ledesma había nacido en Buenos Aires el 29 de marzo de 1926, aunque era muy difícil que ofreciera una fecha fija, como suele suceder con las actrices coquetas que simulan olvidar hechos del pasado para eludir la evidencia de los años.
Alumna del mítico Antonio Cunill Cabanellas en el Conservatorio de Arte Escénico -hoy Iuna-, fue introducida por su maestro en la Comedia Nacional en el Teatro Nacional Cervantes, donde debutó con "El avaro", de Molière, lo que dio origen no sólo a su carrera sino a una leyenda vestida de talento y responsabilidad social.
En 1951 recibió una distinción de la crítica peruana por "El mercader de Venecia", de William Shakespeare, a la que se sumaron primeros premios municipales porteños, de la Asociación de Críticos, del entonces Instituto Nacional de Cinematografía -por "Todo sea para bien" y "Sin salida"- y de diversas publicaciones especializadas.
Dirigente de la Asociación Argentina de Actores en los 60, en 1964 asumió la dirección artística del Teatro Argentino de la calle Bartolomé Mitre -destruido por un incendio intencional diez años después-, donde encaró proyectos de gran importancia.
Allí produjo "El señor Puntila y su chofer", de Bertolt Brecht -era apasionada del autor alemán-, "La muerte de un viajante", de Arthur Miller, y "Llegan los artistas", de Jacobo Langsner, que protagonizó junto a Lautaro Murúa, Nelly Prono y Nora Cullen.
En los 70 encaró sus notables unipersonales "Andar por los aires", "Andar por los fuegos" y "Andar por la gente", que paseó por escenarios de la Argentina y el mundo.
En los años de plomo mitigó la censura ofreciendo en forma privada seminarios sobre la obra, eminentemente política, de Bertolt Brecht.
Fue famosa su versión de "Israfel", de Abelardo Castillo, con Alfredo Alcón, y su adaptación de "Medea", de Eurípides, cuyo papel principal asumió.
Fue la mejor actriz de 1991 para la Asociación de Críticos e Investigadores Teatrales de la Argentina por "Orinoco", de Osvaldo Carballido, y el María Guerrero fue suyo gracias a su dirección e interpretación de "El zoo de cristal", de Tennesse Williams.
"La gente que no me conoce piensa que soy una actriz tradicional por edad. No es así. Soy una abrecaminos y no lo fui más porque me los cerraron en diferentes oportunidades. Pero aquí estoy, en la lucha que más me gusta", dijo en una oportunidad.
Y en cuanto a su consabida ética, explicó: "Los actores debemos esclarecernos, comprender que nuestros privilegios tienen que volver a quienes nos los han dado, creernos menos excepcionales. Por supuesto, (debemos) tener mayor conciencia social".
Pese a que no era el ámbito en que mejor se sentía, la TV le dio oportunidad de mostrar su talento en "El tobogán", de Jacobo Langsner, que interpretó dentro del ciclo "Alta comedia", junto a un elenco de lujo integrado por China Zorrilla, Narciso Ibáñez Menta y Pepe Soriano.
También se la vio en "Compromiso", "Nosotros y los miedos", "Situación límite", "Hombres de ley" y "Cuentos para ver".
El cine no fue ajeno a su capacidad histriónica desde 1946, cuando cumplió un pequeño papel en "Viaje sin regreso", de Pierre Chenal, con Sebastián Chiola, a la que siguieron "El hombre de las sorpresas", "Mi hermano Esopo", "Hoy cumple años mamá".
Entre otros títulos se la vio en "Historia de una carta", "Sección desaparecidos", "El último piso", "A puerta cerrada", "El perseguidor", "Los días que me diste", "Los orilleros", "Seis pasajes al infierno" y "Los días de junio".
En "Flop", filmada en 1990 por Eduardo Mignogna, tuvo un difícil rol asexuado de un individuo que interpelaba al protagonista Florencio Parravicini, en la piel de Víctor Laplace.
También apareció en "Hasta donde lleguen tus ojos" (1995), de Silvio Fischbein, con Arturo Bonín y Emilio Bardi, y en "Años rebeldes" (1996), filmada en Italia por Rosalia Polizzi, junto a las argentinas Leticia Brédice, Beatriz Spelzini y Esther Goris.
Su último gran papel en la pantalla grande fue en "Un amor de Borges" (2000), de Javier Torre, donde interpretaba a doña Leonor Acevedo, madre del escritor, actuado por Jean Pierre Noher.
Fuente: Agencia TelAm
Inda Ledesma - Homenaje a las Madres de Plaza de Mayo