Hay un modelo de proyecto nacional que encabezó Néstor Kirchner y ahora lo lidera Cristina Fernández, que respeta la diversidad cultural, que plantea un modelo de inclusión social, con
redistribución del ingreso, con una cultura del trabajo, con lo mejor de la faceta de la doctrina peronista con respuestas adaptadas a nuestro tiempo.Pero en el país también está el otro modelo que representa el mercado, los intereses de los grandes monopolios, de las grandes potencias, esto no me refiero sólo a la televisión sino justamente al internet, a la circulación de productos de consumo, fundamentalmente cultural y que hace a un estilo de mundo donde los valores son otros y el capitalismo deja su parte más salvaje.
Me parece que es importante entender esto que es así y también lo que uno propone como proyecto y darse cuenta que el otro va a estar también. Uno plantea un modelo cultural con participación, con creaciones colectivas que define, de alguna manera, un modelo de país y lo mismo pasa con la educación que acompaña; puede ir acompañando ese modelo como una estrategia de desarrollo donde la escuela tiene que incluir, tiene que formar en valores, tiene que preparar a los niños y a los jóvenes para la democracia. La vinculación entre el mundo del trabajo y la educación es clave. La cultura necesita atravesar todas estas temáticas de formación de jóvenes y de la participación popular porque ahí hay un valor político fundamental para el proyecto.
¿Esta pugna entre dos modelos generó crisis entre los pensadores argentinos?
Creo que está claro que el grupo de Carta Abierta y otros intelectuales que acompañan, -como expresaba José Pablo Feinmann en el Congreso del Pensamiento Argentino-, tienen una posición de compromiso con este modelo, con una posición más crítica de la lógica del mercado, de los monopolios culturales, televisivos y de todos los medios de comunicación. Me parece que allí hay una posición tomada y del otro lado, están las empresas, el sector privado que maneja los circuitos financieros. Son modelos e intereses distintos, y yo creo que algunos intelectuales sienten que mezclan quizás alguna cuestión de valores con cómo se conduce el país en este momento y los aspectos de la conducción y del estilo de modelo de conducción. Aunque me parece que siempre la cultura está del lado de un proyecto nacional y popular como el nuestro.
¿Está surgiendo una nueva identidad nacional?
Hay una perspectiva de integración latinoamericana como deuda de los pueblos hermanos y de Argentina. Una necesidad de desarrollo humano que va de la mano de la estrategia del Mercosur, del Unasur y allí hay intereses y sectores de la derecha, del liberalismo y de otras formas de expresión política y partidaria que no coinciden con esta perspectiva, entonces hay que profundizar esta identidad que siempre está en construcción, que es compleja por la historia propia de nuestros 200 años, de los procesos migratorios, de la composición heterogénea de la sociedad de nuestro pueblo, donde están los pueblos originarios, donde está la estructura social de los trabajadores, las clases medias, la dirigencia o las elites en los países de Sudamérica. Me parece que hay una perspectiva fuerte de construcción de la identidad regional, como imaginaron San Martín y Bolívar, y hoy la cercanía de los presidentes latinoamericanos, que creo queda reflejada en la serie de presidentes que estamos emitiendo por canal Siete y por Encuentro, me parece que es el camino. Pero bueno, va a haber versiones como la de Chile en este momento que es un perfil de derecha, me parece que va a ser un gobierno de derecha moderado que va a encontrar punto de convergencia con todos los sectores de izquierda y de centro de Chile, me parece que la concertación va a tener un peso distinto en esta etapa de Chile que no va a ser sólo una posición política sino que va a ser parte del proceso. Yo creo que también ahí está el desafío de mejorar las políticas públicas, mejorar la gestión para que los pueblos se den cuenta que, en este contexto, la voluntad de los presidentes que hoy encabezan, que conducen los países Cristina de Kirchner, el caso Bachelet en Chile, Lula en Brasil, Chávez en Venezuela, Correa en Ecuador, Evo Morales son modelos de inclusión social y política para todos los sectores de la población.
¿Cómo ve el canal Encuentro?
El gran impacto de estos tres años tiene que ver con la calidad de la pantalla, con una programación atractiva que ha generado la adhesión hasta de los opositores políticos más acérrimos. Me parece que queda mucho por hacer, primero, queda por extender la red de un canal que surgió como un canal de cable a la posibilidad de que sea un canal de aire, que llegue a través de la televisión satelital, a través de repetidoras del Canal Siete y ahora, en el contexto de la digitalización, que llegue como una señal abierta y gratuita para todos. Pero hay otros desafíos también que tienen que ver con la maduración de las nuevas señales, el caso de la señal infantil, una expectativa de una señal de ciencia y tecnología que atienda a los investigadores, a las pequeñas empresas. Hay una perspectiva en el marco de la nueva ley de medios que abre a una representación de los medios de producción audiovisual distinta a lo que ha sido la concepción que todos tenemos incorporada de los monopolios en estos años. Me parece que ahí tenemos un camino para recorrer. Y en particular, en Encuentro, la clave para nosotros del trabajo tiene que ver con la articulación con el Ministerio de Educación Nacional, profundizar el trabajo, que los maestros y profesores tengan allí todos los instrumentos para mejorar la calidad educativa, articular con otras áreas de gobierno y políticas públicas, fundamentalmente, tenemos que recorrer el camino de la convergencia tecnológica, es decir, que los portales, el portal de Educar, el portal del canal estén interactivamente al servicio de los alumnos, de los profesores, de los investigadores. Y esto lo estamos ya recorriendo, el canal va a estar en internet, los diseños de los programas ya incorporan la idea de que haya una interacción con páginas webs. Son pasos que le van dando mayor profundidad al mensaje que el canal Encuentro transmite, que son los valores de esta política educativa, cultural y en última instancia, con un compromiso que no es neutro. No hay neutralidad, hay calidad, hay trabajo técnico plural pero hay un reflejo de compromiso con la política de derechos humanos, de educación, de la cultura de este proyecto que encabezó Néstor Kirchner en el 2003 y hoy, Cristina.
¿Qué lugar tendrán las expresiones culturales regionales en Encuentro?
La perspectiva federal para las políticas públicas y para el canal Encuentro es central. Acompañar las fiestas populares como lo estamos haciendo en Cosquín, a través del Congreso del Pensamiento Argentino, la posibilidad de generar historias, como un proyecto que en estos días confirmábamos de la historia del Chaco, que se ven reflejados en como Pequeños Universos. Pero en este sentido, el paso importante es que en el modelo de producción y diseño de la programación le demos más espacio a lo regional. Estamos abriendo mayor difusión de las licitaciones, de las propuestas para que las casas productoras se sumen, estamos convocando a casas productoras, como el caso de Garabato para un especial de lo que está pasando en Cosquín fuera de la Próspero Molina, productoras del Chaco para el programa que te mencionaba. Y así vamos sumando, convocando a las mejores productoras y ese circuito va generando un conocimiento en otra gente joven, impulsando nuevas productoras. Nosotros creemos que la diversidad de las productoras para el modelo que tiene el canal es un valor de mucha riqueza.
¿Cómo está Cosquín 2010?
Es la capital de la música popular. Quizás no hay otro ejemplo parecido en el mundo de lo que refleja Cosquín como convocatoria a todos los pueblos, a todos los sectores sociales, a todos los argentinos, a delegaciones de países de Latinoamérica y de otros lugares del mundo, como el caso de la delegación de Cádiz o la presencia de Cosquín en Japón. En el marco del bicentenario es una felicidad que enero sea el mes en que se hace Cosquín.
En el caso de Encuentro, estamos contentos de poder acompañar con un espacio de debate, de reflexión como lo fue el Congreso del Hombre Argentino y su cultura, estamos felices de poder compartir la serie de Presidentes de Latinoamérica porque es la perspectiva que decíamos no sólo federal sino latinoamericana, me parece que arrancó muy bien, arrancó con nuevo escenario, con el homenaje a la Negra Sosa que fue emotivo y muy importante para la Argentina y creo que la presencia de materiales que reflejan el logro del bicentenario y empieza a poner en marcha un clima festivo, un clima de reflexión para instalar la Argentina que deseamos dejarle a nuestros hijos y nietos.
Fuente: El Diario de Carlos Paz
