Por: Francisco Mercado
La difusión por El País, a través de sus ediciones digital e impresa, de las imágenes del accidente del MD-82 en Barajas ha provocado un enorme revuelo. La exclusiva llevaba mi firma. Por ello, me gustaría hacer algunas reflexiones dirigidas a quienes agreden este oficio, el del periodismo, desde los propios medios, la política o la judicatura. En primer lugar, una de las virtudes de este periódico: la dirección de El País no me interrogó por la fuente de la noticia. Frente a la polvareda sobre la "filtración interesada" o las "maniobras de Fomento", la noticia no llegó en sobre oficial, sino gracias a los procedimientos tradicionales de cualquier redactor honesto y a través del más viejo y tozudo enfoque: ¿qué personas tienen el material? Y, acto seguido, tocarlas una a una.
Basta con que la fuente aprecie tu labor y crea que la información no daña ninguna sensibilidad ni ninguna investigación. La paradoja llega cuando el material obtenido es reproducido, en muchos casos sin citar la procedencia ("tenemos unas imágenes o unas grabaciones...", "hoy hemos conocido"), por muchos medios audiovisuales que, sorprendentemente, organizan una campaña de presión sobre el Gobierno y el juez instructor para denunciar que ese material que vampirizan gratuitamente procede de una "filtración interesada".
Esto no es nuevo. El mal perdedor llama exclusiva a lo propio y filtración a lo que publica la competencia.
Tampoco es nueva la desmemoria del Gobierno y la oposición. ¿No recuerda el PSOE cuánta información sensible ha publicado El País sobre investigaciones judiciales en marcha como el Prestige, Gescartera y muchos más casos? Pero no, ahora la vicepresidenta De la Vega pone rictus de indignación por las "filtraciones" a El País y se juramenta para investigarlas ante los mismos medios que han buscado sin éxito esa misma información. Los mismos medios que llevan semanas ofreciendo, también, datos en exclusiva sobre la tragedia. Cada vez que esos medios colgaron imágenes o escritos del sumario no juzgaron relevante pedir consejo a las víctimas. ¿Por qué ahora acuden a ellas para ocultar su envidia?
Y, en éstas, llegó el PP, que por supuesto se alía con quien haga falta para culpar de la "filtración" a la ministra de Fomento. ¿Ha leído la información Dolores de Cospedal? ¿Cree que las grabaciones del caos de Barajas dejan en buen lugar a Fomento? Qué paradoja la del PP, que pidió la mayor transparencia al Gobierno sobre el accidente de Barajas y ahora se queja porque El País saca unas grabaciones que ilustran lo sucedido.
Y por último, las víctimas, la parte más dolorosa. Ni la dirección de El País ni yo mismo habría publicado jamás material morboso. Merecen todo el respeto, la solidaridad y la justicia de que seamos capaces. Como periodista sólo puedo ayudar a todo ello de una manera: publicando información veraz sobre lo que sucedió.
Respecto al juez instructor, sólo puedo decir que mi trabajo no obstruye el suyo. Si me interroga, le diré lo mismo que ya he dicho en similares trances: señor juez, aunque la información me la hubiera dado usted, nunca se lo confesaría.
Fuente: El País