Dramático testimonio del hijo de Julio López, a 2 años de la desaparición
Rubén López, hijo del desaparecido testigo del caso Etchecolatz Jorge Julio López, sostuvo que no pierde la esperanza de encontrar a su padre con vida pero admitió que "encontrarlo muerto sería como ponerle fin a esta angustia, poder empezar el duelo y buscar al culpable". Dice también tener una hipótesis sobre lo que pasó con su padre pero que, por el momento, prefiere callar.
A horas de cumplirse dos años de la desaparición de López -pasado mañana-, en diálogo con este diario, Rubén formuló críticas al ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanián, quien había señalado que "para él" López podía estar muerto y aunque admitió que "ésa es una posibilidad", dijo no estar de acuerdo con "la forma de decir las cosas".
En ese sentido, Rubén aseguró inclusive que "siempre" la investigación "dio vueltas" sobre la posibilidad de que la familia del albañil estuviese vinculada a la desaparición.
"Las expectativas son difíciles de explicar, porque viendo el expediente y escuchando algunas declaraciones que dicen que mi viejo estaría muerto por una cuestión técnica, las sensaciones son encontradas, porque yo por ahí también lo pienso (que esté muerto) pero aún así no dejo de tener esperanza, no dejo de pensar que a mi viejo lo voy a encontrar con vida", dijo.
Rubén precisó luego que de las declaraciones de Arslanián "me molestaron algunos términos, porque después de dos años sin encontrar ninguna pista, él saca conclusiones sin basarse en algo concreto, porque no hay ninguna prueba de que mi viejo esté muerto. El juez de la causa también me lo ha dicho, pero bueno, son funcionarios, son personas ajenas a la familia. De Arslanián me molestó que haya dicho que nosotros admitimos que mi viejo se ausentaba tres, cuatro días, como dando a entender que al principio fuimos partícipes de esto. Mi viejo no se ausentaba de mi casa si no era para hacer un mandato o cobrar la jubilación".
¿Vos sentís que Arslanián tiene la idea de que ustedes son responsables de la desaparición de tu viejo?, le preguntó entonces El Día.
"La sensación que tengo -respondió- es que siempre nos investigaron a nosotros, nos estuvieron dando vueltas, siempre con sospechas sobre la familia; creo que se dieron el gusto de sacarse todas las dudas. Y pareciera que Arslanián haya querido decir eso. Nosotros nos reunimos con él una vez a los dos o tres días de la desaparición y nunca le dijimos que mi viejo era de ausentarse".
¿Intimamente qué crees que pasó?, se le preguntó luego. "Tengo una teoría que no quiero comentar por una cuestión personal, y porque no es algo certero, como para acusar a nadie. Es una idea por algunos acontecimientos que se dieron pero nada más, una simple idea pero no voy a decir más nada", dijo.
Rubén también contó como vive la familia el hecho de que cada vez que aparece un cuerpo se especula con que sea López.
"Es difícil -dijo-, porque por un lado está la frustración no encontrarlo con vida pero por otro, encontrarlo muerto sería como decir: bueno, terminemos con esta angustia, hagamos el duelo como corresponde y busquemos a los culpables. Después de dos años uno piensa: encontrémoslo como sea, para poder decirle a mi vieja la verdad, porque es difícil decirle todos los días que no hay nada. Encontrarlo muerto sería como decir: hasta acá llegamos y ahora vayamos por el culpable. Es más, el culpable pasaría a segundo plano, porque si lo encuentran o no lo encuentran sería problema de la Justicia, pero yo quiero encontrar a mi viejo. No es que yo sea frío, tengo sentimientos, pero si está muerto, encontrémoslo, y terminemos este sufrimiento".
Fuente: El Día