martes, 20 de mayo de 2025

Joan Manuel Serrat critica la presión del poder sobre el periodismo

El cantante y compositor español, Joan Manuel Serrat, habla durante una entrevista este lunes, en la Ciudad de Guatemala

El cantautor español Joan Manuel Serrat dijo este lunes en Guatemala que "el periodismo de información es algo que nos falta en estos momentos, mucho", y que "los poderosos quieren un periodismo de difusión de su ideología, de difusión de blanqueamiento de su figura".

En declaraciones a tres medios de comunicación en Ciudad de Guatemala Serrat habló del periodismo y el arte, de la música con la que el ser humano nace y se va; de la cultura, que es todo aquello que se hace; de la niñez desprotegida; los migrantes que jamás han sido un problema, de la contaminación ambiental y de la "experiencia maravillosa" que ha vivido en su primera visita a el Petén, uno de los principales sitios arqueológicos guatemaltecos.

Del periodismo, indicó que el de información "está siendo bastante perseguido porque no responde a la voluntad de los poderosos, porque los poderosos quieren un periodismo de difusión de su ideología, de difusión de blanqueamiento de su figura".

Agregó que "el periodismo tiene que ser un medio de información para el pueblo, para los que reciben las noticias y tienen que recibirlas lo más limpias posible para que sean ellos los que decidan qué está ocurriendo".

Señaló además que hay periodistas que a veces lo único que hacen es "replicar noticias que aparecen en las agencias" de prensa o que se dedican a "perseguir famosos por la calle" y "a narrar, a seguir los discursos del poder para difundir y defender las ideas de los poderosos".

Todos esos se autoproclaman periodistas, subrayó el artista, para quien "el periodista es el hombre que busca la información, que la transmite, procurando que pase lo menos posible por él mismo, sino que sea directamente del suceso o del pensamiento de la gente, que la gente destile lo que está diciendo y a partir de ahí, que se cree un elemento de información".

Serrat, autor de 'Malasangre' y 'Cada loco con su tema', considera que no es necesario ningún vínculo entre del periodismo y al arte, y que el periodismo es arte en la medida que lo sea y es basura también en la medida que lo sea. Y en otros casos es basura-arte.

El cantautor catalán asiste en Ciudad de Guatemala al Festival Centroamérica Cuenta 2025 (CAC25) que se inició este lunes y será inaugurado hoy, cerrando la jornada con una conversación con el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, con el tema 'Escribir para cantarlo".

Al festival, que finalizará el próximo sábado, asisten representantes de la literatura latinoamericana y española, además de músicos, poetas, cineastas y otras expresiones del arte que se celebrarán en tres ciudades de Guatemala.

"Nosotros nacimos con las músicas muy rítmicas"
Del Festival, Serrat indicó que con Sergio Ramírez tendrán una conversación en la que tratarán de "buscar unos puntos determinados para salir, para no caer en la locura de una conversación confusa, pero que irá apareciendo en la medida que las temáticas aparezcan, que las cuestiones aparezcan".

De la música, expresó que "con una música llegamos al mundo y con música nos vamos", y que aunque sea diferente la pasada con la presente, "los sentimientos son los mismos, no creo que hubiera una música más romántica antes y ahora una música más rítmica, sería olvidar que nosotros nacimos con las músicas muy rítmicas, extraordinariamente rítmicas. Las rítmicas que se manejan ahora son descendientes directas de las músicas rítmicas que había hace 100 y 150 años".

Señaló además que cada música ha tenido una función primordial y es para acompañar.

Sobre la cultura, enfatizo que "es todo aquello que se hace" y "es todo, absolutamente, por promover qué se hace, cómo se hace y de qué manera todos participamos de esto. Es la obligación de nuestros administradores terrenales".

"Creo que Centroamérica Cuenta es un punto de reunión de gente que coincide en esto que les estoy diciendo, y para los que la cultura sea algo accesible, algo natural, algo que no sea insólito y que, evidentemente, necesita de unos apoyos básicos de la administración, como la medicina necesita de hospitales, como el conocimiento necesita de escuelas y universidades, como cualquier lugar de producción necesita medios, la cultura también necesita estos medios", acotó.
Reflexiones sobre la niñez
Entre los temas que desarrolló durante la rueda de prensa estuvo la niñez. "Lamentablemente la niñez, por su situación indefensa, es especialmente vulnerable y debería estar socialmente mucho más protegida de lo que está. Su lugar normal sería una casa sólida, en una familia que estuviera bien construida, una escuela con buenos maestros que le permitieran alcanzar unos niveles de conocimiento para moverse en la vida y defenderse frente a lo que se le viene por delante, y estar preparado para recibir al futuro. Lamentablemente, todo esto no ocurre", expresó.

También resaltó que los niños son utilizados por su facilidad de manejo y su bajo coste, y se encuentran como niños mendigos, niños pistoleros, niños soldados, niños traficantes, entre otras actividades en que los utilizan.

"Una caza de brujas que ha generado la derecha"
En su opinión, se culpa al migrante de que no haya trabajo, de que haya inseguridad, y que por eso a estas personas se les ve hoy salir esposadas de pies y manos de los Estados Unidos, "con destino a lugares infinitamente más inseguros para ellos, como son las súper cárceles de El Salvador".

"Si ellos -los migrantes- siguieran donde están, las cosas no empeorarían, y si a ellos los echan, las cosas no van a mejorar, porque los ladrones, los sinvergüenzas, seguirán ahí", afirmó el autor de 'Mediterráneo' y 'Aquellas pequeñas cosas'.

Serrat expresó que "la falta de trabajo seguirá ahí, porque la fuerza de trabajo se genera a partir de estos mismos que se van fuera; o sea, de las mismas personas que echan por quitarles lugares de trabajo a otros ciudadanos, entre comillas, sin más derechos de tener estos puestos que el de haber nacido ahí".

"Sencillamente son movimientos que se producen, es una caza de brujas que ha generado la derecha, es algo que la derecha ha generado con vistas a mejorar sus rendimientos electorales o sus rendimientos económicos", acotó.

Homenaje a Mujica y mensaje para América Latina
El intérprete de Cantares y Penélope también recordó la reciente muerte de su amigo José Mujica, considerándolo un buen hombre. "Pepe Mujica fue un ejemplo de dirigente, una figura contrapuesta absolutamente a los presidentes que uno ve que van y vienen por América Latina. Pepe Mujica fue un luchador de la libertad y de sus ideas".

Al pedirle un mensaje de esperanza para la región latinoamericana, mencionó al filósofo italiano Antonio Gramsci, quien dijo que "contra el pesimismo de la inteligencia hay que poner el optimismo de la voluntad". Y añadió: "Miramos lo que hay alrededor; de verdad, no parece que nos tengamos que sentir muy satisfechos de lo que la humanidad está persiguiendo y consiguiendo en estos últimos años. Pero no por eso tenemos que sentirnos ajenos a lo que ocurre ni dejar de ser participativos en el futuro", dijo el cantante español.

Durante la conferencia también se habló de la evolución de la música. "En la música, los sentimientos son los mismos. No creo que hubiera una música más romántica antes y ahora una música más rítmica. Esto sería olvidar que nosotros nacimos con músicas muy rítmicas, extraordinariamente rítmicas. Las rítmicas que se manejan ahora son descendientes directas de las músicas rítmicas que había hace 100 o 150 años", dijo.
Foto: EFE/ Mariano Macz,  Keneth Cruz/ Prensa Libre
Fuentes: Agencia EFE y Prensa Libre

Cacho Palma: el teatro como refugio, relato y resistencia

El actor Sabatino "Cacho" Palma no estaba seguro de cómo estaría el clima aquel sábado por la mañana y dudaba si podría acercarse a Aire Libre, Radio Comunitaria. Sin embargo, se animó y llegó al estudio para conversar sobre su nueva obra. Valoró especialmente que la entrevista tuviera lugar en un espacio más personal, uno de esos lugares —dijo— en los que se siente en casa, rodeado de verdaderos amigos. Para él, el teatro que hace tiene ese mismo sentido: el de un encuentro, un verdadero encuentro humano.

Al referirse al contexto actual, que percibe como cada vez más banal, estupidizante y alejado de la condición humana, sostuvo que el teatro se volvió una herramienta esencial, no solo para quienes lo hacen, sino también para el público.

Esa necesidad de encuentro, afirma, se hizo evidente durante el estreno de Desde Cachorro, el miércoles pasado. Describe la función como un verdadero acontecimiento: la sala estuvo colmada, el público aplaudió de pie y muchas personas se le acercaron con muestras de afecto al terminar la función. Vivió ese momento como profundamente reconfortante, un impulso valioso para seguir adelante. Con funciones confirmadas hasta fines de septiembre, considera que el nuevo ciclo arrancó con fuerza.
Desde Cachorro completa una trilogía iniciada con El Camino de la Fuente y 22 de agosto. Palma confiesa que no tenía previsto escribir una trilogía, pero que al aparecer esta nueva obra, sintió con claridad que ahí se cerraba un ciclo. "Se siente en el alma cuando te dicen: suficiente, Palma", comenta, satisfecho con lo alcanzado.

Las tres obras están concebidas como unipersonales: textos pensados para un actor que, además de narrar, encarna lo que cuenta. Palma destaca el componente actoral de ese juego escénico, en el que alguien relata que fue a un café y, sin transición, ya está dentro de él, viviendo lo que ocurre allí. Esa fusión entre narración y acción es, para él, el corazón de su propuesta teatral.

En El Camino de la Fuente, el primer espectáculo de la trilogía, fue Pablo Razuck quien llevó adelante con maestría el juego escénico propuesto. Ahora, en Desde Cachorro, el actor decidió asumir él mismo ese rol, en lo que describe como un regreso necesario a la actuación. Sentía la necesidad de volver a actuar, y sostiene que, tras tanto tiempo, logró decantar un modo de interpretación que le resulta orgánico tanto a él como al público.

Durante su paso por España con 22 de agosto —y ahora nuevamente con Desde Cachorro—, Palma vivió una experiencia que describe como profundamente conmovedora. Fue en febrero del año anterior, cuando en escena abordaba, entre otros temas, la masacre de Trelew y evocaba al poeta César Vallejo. Al finalizar las funciones, cuenta que muchas personas del público se le acercaban conmovidas, lo abrazaban y compartían historias personales que revelaban una conexión inesperada con lo representado. Una de ellas, por ejemplo, le señaló una isla visible desde el lugar y le dijo que su padre había estado allí preso durante tres años, realizando trabajos forzados bajo la dictadura de Franco. Para Palma, ese tipo de relatos confirmaron que lo que narra en sus obras no pertenece solo a la historia argentina, sino que forma parte de una memoria universal, una historia común de la humanidad.
Aclara, sin embargo, que su enfoque no es con un sentido revanchista ni violento. De hecho, quienes vieron la obra lo saben: no hay golpes bajos. Es una mirada poética. Si tuviera que compararla con algo, diría que, en todo caso, el Holocausto se parece a La vida es bella: está contado desde la ternura, a través de un personaje cuya consigna es sobrevivir y narrar esa historia. La obra, en ese sentido, es un manual de supervivencia.

En cuanto a la historia de Hugo, el personaje central, explica que no aborda de manera directa el terrorismo de Estado, como sí lo hacen con profundidad y claridad las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. Su mirada se enfoca más en la relación entre un padre y su hijo adolescente. Es el joven, de 15 años, quien lleva adelante el relato de lo vivido, y la escena central de la obra tiene lugar el 19 de junio de 1978, justo al día siguiente del empate entre Argentina y Brasil durante el Mundial.

La trama se desarrolla en Rosario. Si bien parte del relato comienza en el Danubio, es en el barrio Las Delicias donde el abuelo del protagonista termina asentándose y conoce a la abuela. Desde ahí, se narra la vida de un chico de barrio que se convierte en actor, que se enamora de la chica más linda del lugar y con ella forma pareja. Rosario aparece a lo largo de toda la obra: el Rosedal, el club del barrio, la panadería, la esquina de Oroño y Córdoba, y, por supuesto, el Gigante de Arroyito, durante pleno Mundial del '78. Cada referencia territorial refuerza esa identidad local que atraviesa y sostiene el relato.
Aunque Desde Cachorro sea un unipersonal, Palma insiste en que el trabajo detrás de escena es profundamente colectivo. Asegura que el equipo que lo acompaña es enorme, y que primero se comprometió con el texto, y luego se apasionó durante los ensayos. Palma tiene un modo muy particular de trabajar: ensaya intensamente, con una lógica que define como de "laboratorio teatral", en la que investiga, explora y prueba constantemente.

Desde el primer día de ese proceso estuvo Liliana Gioia, una compañera de gran sensibilidad, a quien valora tanto por su calidad humana como artística. En un contexto difícil para el teatro —que, según afirma, hoy está empobrecido y hasta perseguido—, comenzaron ensayando en un departamento, con los recursos disponibles, pero con la misma pasión de siempre. Gioia fue responsable del acompañamiento actoral, y también estuvo presente en el estreno. Para Palma, sin ese equipo, la obra no habría sido posible.

A esa base inicial se sumaron otras colaboraciones fundamentales. Desde fines de diciembre, el escenógrafo Néstor Aliani comenzó a trabajar en el diseño visual del espectáculo, y el vestuario estuvo a cargo de Lorena Salvaggio, cuya mirada estética califica como muy afinada. También, por primera vez, incluyó en el proceso desde el inicio a un equipo audiovisual: las realizadoras Martina Guaisol y Paloma Sosa, de Los Cazadores de Imágenes, quienes documentaron todo el proceso creativo paso a paso. Están produciendo una especie de testimonio audiovisual que Palma anhelaba desde hace tiempo.

El equipo se completa con Temis Parola, profesora de canto y amiga cercana, quien lo acompañó como asistente vocal, con una calidez y compromiso notables. Ese conjunto formó el núcleo inicial del proyecto.
Más adelante, cuando comenzaron los ensayos en Buenos Aires, el trabajo se amplió. Palma cuenta que Desde Cachorro volverá a escena en esa ciudad, en agosto y septiembre, en El Crisol, un teatro independiente en el que ya se presentaron sus obras anteriores. También tiene temporada confirmada en Rosario y en Madrid, lo que lo obliga a mantener un proceso creativo dinámico y en constante intercambio.

Fue en ese contexto que se sumaron dos directores con una mirada escénica más contemporánea, pensada especialmente para circuitos de festivales y encuentros internacionales. Por un lado, Diego Rodríguez asumió la dirección general; por el otro, su amigo cercano Pablo Razuck —quien protagonizó El Camino de la Fuente— se encargó del seguimiento actoral.

Con Razuck, los ensayos se convirtieron en verdaderas sesiones de laboratorio teatral: encuentros intensos, de cuatro horas, donde ambos se involucraban físicamente en cada escena. Palma describe ese proceso como un juego conjunto: uno comenzaba una escena, el otro la retomaba; probaban, improvisaban, se lanzaban a experimentar. Esa entrega corporal, dice, es parte fundamental del proceso.

En cuanto al contenido de la obra, destaca el peso central que tiene la memoria, aunque aclara que se trata de dos formas distintas de memoria. Por un lado, está la memoria narrativa, aquella que estructura el texto y organiza el relato. Esa memoria requiere investigación: Palma menciona, por ejemplo, que estudió a fondo el campo de concentración de Majdanek, en Polonia —el primero en ser liberado por los soviéticos el 24 de julio de 1944—, así como también todo el contexto del Mundial ’78 en Argentina. Ambos elementos están presentes en la trama.

En Desde Cachorro, la música no aparece solo como fondo sonoro, sino como un lenguaje vital, integrado al cuerpo mismo de la obra. Palma destaca el rol fundamental de Miriam Cubelos en ese aspecto: no solo aportó su voz y talento, sino también una mirada artística lúcida. Fue ella quien le sugirió que la obra debía incluir a Víctor Jara, ese gran ícono latinoamericano al que —como canta León Gieco— "le cortaron las manos". Para Palma, fue una afirmación imposible de discutir.
Le propuso entonces a Cubelos que fuera ella quien le diera voz a esa presencia, pero de un modo artesanal, íntimo, con impronta rosarina. Nada de grandes arreglos ni producciones, solo una guitarra sencilla y sincera. Lo que sucedió en el estreno fue inesperado: Miriam cantó en vivo, sorprendiendo a Palma y al público. Fue, dice él, un verdadero lujo.

A ese trabajo se sumó también Martín Elgoyhen, un clarinetista de gran nivel, que inicialmente se había ofrecido a grabar dos temas musicales que funcionan como leitmotivs en la obra. Pero durante un ensayo en el que estaban Palma, Pablo Razuck y el propio Elgoyhen, este último interpretó en vivo lo que pensaba grabar. Fue entonces cuando Razuck le propuso que lo hiciera en escena.

Elgoyhen, que nunca había actuado en teatro, se mostró sorprendido: comprendió que no era como un recital, donde bastaba con un micrófono. En el teatro, dijo Palma, hay que entrar en el momento justo, sin margen de error. Y sin embargo, lo hizo. Desde entonces, el clarinete en vivo forma parte de cada función. Según Palma, la atmósfera que logra es sencillamente increíble. Incluso bromea con que Elgoyhen le prometió viajar a España con la obra —aunque aún no lo cree del todo—, pero asegura que, al menos en Rosario, estará presente en las funciones restantes.

La obra también tiene, según Palma, una dosis de locura. Pero no cualquier locura: una locura necesaria, una locura hermosa. En un momento clave, el personaje plantea una pregunta al público: "¿Podríamos haber hecho otra cosa?" Luego responde: "No. Nada. Probablemente nada de nada. O tal vez algo. Cualquier cosa. Incluso una locura. Pero una locura distinta a la peor locura de todas: la locura de no hacer nada".
Desde esa perspectiva, la obra se presenta también como una propuesta política, aunque no partidaria ni coyuntural. Palma la entiende como una propuesta profundamente ética, humana y comunitaria. Por eso —señala— también está en AireLibre, Radio Comunitaria: porque cree necesario recuperar ese sentido compartido, entender que lo que le sucede al otro también nos atraviesa. Retoma, en ese punto, las palabras de Atahualpa Yupanqui: "Soy yo mismo con otro cuero".

Desde Desde Cachorro, Palma canta a la condición humana, con humor, ternura y amor. La obra concluye en dos historias de amor que, para él, son el verdadero sustento de toda la narración.

Esa mirada vitalista fue retomada también por el crítico Roberto Retamoso, quien destacó que el trabajo de Palma no gira en torno a la muerte o al lamento, sino que apuesta al deseo, al amor y a la vida. Palma coincide: lo que busca es que todo lo que se haga, se haga con alegría y con esperanza. Cita al poeta ruso Vladímir Mayakovski, cuya frase funciona como lema de la obra: "Hay que arrancar la alegría a los días futuros".

En cuanto a la respuesta del público, asegura que fue conmovedora. Hubo aplausos de pie, y un "tercer tiempo" en el bar del teatro El Rayo, donde se compartieron palabras, emociones y afecto. Dice que a esta altura de su vida, el ego ya no le sirve. Lo que le queda, lo que lo sostiene, es saber que algo sigue vivo: una forma de transmisión poética, teatral y artesanal. Ese fueguito humano donde aún es posible reunirse, contar, cantar, emocionarse.
Actualmente, Desde Cachorro se presenta en el Teatro El Rayo, ubicado en Salta 2991, en pleno barrio Pichincha, Rosario. Las funciones son los jueves 22 y 29 de mayo, y los sábados 7, 14 y 21 de junio. Luego, Palma viajará a Madrid para continuar la gira.

Además del equipo que ya ha mencionado, destaca especialmente el trabajo de su hijo, Lautaro Palma, quien se encargó de la iluminación. "Me acompaña, me cuida… es el cachorro que cuida al padre", dice emocionado.

Y finalmente, menciona a Néstor Zapata, artífice del Teatro Arteón, con quien mantiene una relación entrañable. Fue él quien lo alentó a mantener la intimidad en la puesta y quien, años atrás, transformó 22 de agosto al sugerir que el narrador fuera el loco César, evocando la figura de César Vallejo.

En el cierre, Palma hace una mención especial a su compañera, Mariel Cortés Piñero, quien realiza un gran trabajo de prensa. Y deja flotando una esperanza: "Ojalá nos esté escuchando".

lunes, 19 de mayo de 2025

Javier Milei intenta someter periodismo para consolidar su poder

El presidente ultraderechista Javier Milei enfila desde abril su motosierra, el símbolo con el que conquistó el poder, contra los medios y los periodistas. Paradójicamente, su gran objetivo parece ser el sector tradicional, el más cercano a sus propios intereses y votantes

Por: Daniel Gutman
"No odiamos lo suficiente a los periodistas" es el nuevo grito de guerra del presidente ultraderechista de Argentina, Javier Milei, quien parece querer hundir a los medios de comunicación tradicionales de este país sudamericano, ya fuertemente golpeados –como los de otros lugares del mundo- por la caída de sus ingresos y la desconfianza de las mayorías.

La estrategia de comunicación oficial, clave para un presidente que llegó al poder a fines de 2023 con un partido completamente nuevo, parece haber dejado en un segundo plano a su adversario tradicional, los políticos, a quienes Milei identificó como miembros de una "casta" colmada de privilegios. Fue una estrategia que en su momento dio grandes resultados.

"Creo que la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial de supuestos periodistas. Si los conocieran mejor los odiarían aún mucho más que a los políticos", afirmó por redes sociales Milei el domingo de Pascua católico, el 20 de abril, en lo que pareció la bandera de salida para una catarata de ataques en los que –como es su estilo- no faltan mentiras e insultos.

En la semana siguiente, el presidente –siempre con un uso compulsivo de las redes- atacó a periodistas en  41 de los 51 mensajes propios y en 436 de los 2073 de otras personas que reprodujo, de acuerdo a un relevamiento privado.

"Es bastante obvio que se trata de una estrategia destinada a deslegitimar a quienes le colocan o pueden colocarle límites", dice a IPS el politólogo Lucas Romero.

Romero, director de la consultora Synopsis de Buenos Aires, cree que la idea es erosionar a los medios tradicionales y fortalecer simultáneamente a las redes sociales como herramienta alternativa de comunicación.

"El escenario de la libertad de expresión ha empeorado claramente en la Argentina con Milei. Pero no se trata de la censura tradicional, que se proponía acallar las voces disidentes, sino que se busca rédito político a través de la defenestración y la generación de odio contra los periodistas, lo que provoca que muchos sientan temor de expresar sus opiniones y se autocensuren": Guillermo Mastrini.

"Milei es un presidente muy propenso a las fake news (noticias falsas). Y en Twitter (ahora X) manda la información falsa o dudosa", afirma.

Un ejemplo de ello se dio a principios de mayo, cuando "La Derecha diario", medio digital que opera como usina de comunicación del gobierno, publicó: "Casi 7 de cada 10 argentinos están de acuerdo con que el presidente Javier Milei llame ‘ensobrados’ (porque supuestamente reciben sobornos en sobres) a los periodistas operadores que mienten descaradamente".

La encuesta, se informó, había sido realizada por el Foro de Periodismo Argentino (Fopea), una asociación creada en 2022 con la finalidad de mejorar la calidad del periodismo en el país.

Milei la reposteó con el siguiente mensaje: "Hola ensobrados…!!! Sigan mintiendo que la gente ya se ha despertado y sabe muy bien lo que hacen y esencialmente lo que son". Pero la encuesta nunca había existido: simplemente había sido inventada.

¿Por qué  sigue esta estrategia? Según Romero, una explicación es la debilidad objetiva de quien gobierna con minorías en ambas cámaras del legislativo Congreso de la Nación y sin gobernadores propios en las provincias.

"Recurre a lo único que tiene, que es el apoyo popular contra los que se ponen en su camino o, en sus términos, no lo dejan gobernar. Así como neutralizó a los políticos a través de la deslegitimación ante la opinión pública, ahora quiere quitar autoridad a la prensa", asegura.

El presidente de ultraderecha argentino, Javier Milei, tiene un nuevo grito de guerra, esta vez contra los periodistas, a quienes asegura que "no odiamos suficiente". La campaña contra periodistas y medios de comunicación arrecia desde abril y tiene paradójicamente como gran objetivo al sector tradicional y conservador, aquel cuyas críticas pueden llegar más a sus votantes.

Generar temor
Un dato sorprendente es que Milei no tiene como objetivo preferido de sus ataques a los periodistas de izquierda.

Lo son quienes apoyan su rumbo económico, focalizado en el recorte del gasto público -que ha hecho mella especialmente en el poder adquisitivo de las jubilaciones- y la generación de excedentes para pagar la abultadísima deuda pública argentina y mejorar el escenario financiero.

Así, últimamente la emprendió contra La Nación, tradicional diario conservador, fundado en 1870 por uno de los primeros presidentes argentinos, Bartolomé Mitre.

Sus columnistas ponderan permanentemente la orientación ultraortodoxa de la economía, aunque lamentan algunos de los muchos rasgos autoritarios de Milei, como su intento (fallido) de nombrar por decreto dos jueces de la Corte Suprema a principios de año, ignorando la exigencia constitucional de que cuenten con acuerdo del Senado.

"A Milei no le molesta tanto el periodista que le habla a un público progresista –que nunca lo va a votar-, sino aquel que es leído o escuchado por quienes son votantes reales o potenciales del oficialismo", dice a IPS Guillermo Mastrini, doctor en Ciencias de la Información y exdirector de la carrera de Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Asegura que "el escenario de la libertad de expresión ha empeorado claramente en la Argentina con Milei".

"Pero no se trata de la censura tradicional, que se proponía acallar las voces disidentes, sino que se busca rédito político a través de la defenestración y la generación de odio contra los periodistas, lo que provoca que muchos sientan temor de expresar sus opiniones y se autocensuren", agrega.

Este mes Milei cruzó otra línea cuando denunció penalmente a tres periodistas (uno de La Nación), por los supuestos delitos de calumnias e injurias en su contra.

El propio presidente lo anunció públicamente durante un programa de streaming (transmisión en tiempo real de contenido) que conduce un militante de su partido, quien días antes lo había alentado a "meter preso algún periodista por decreto".

Milei se la pasó insultando periodistas y opositores durante nada menos que seis horas en diálogo con este personaje, en lo que fue celebrado por sus seguidores como la entrevista más larga de la historia a un presidente, merecedora de un "récord Guinness".

La voluntad de amedentramiento es evidente porque las denuncias ni siquiera tienen posibilidad  de prosperar, porque en 2009 la Argentina  despenalizó las calumnias e injurias para las expresiones referidas a asuntos de interés público.

Fue una modificación legislativa favorable a una mayor libertad de expresión, realizada por el parlamento bicameral por recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Mala imagen de los periodistas
La campaña de Milei contra los periodistas argentinos es favorecida por el debilitamiento de los medios tradicionales debido a las nuevas tecnologías de la comunicación, con la consecuente disminución de calidad profesional, pérdida de audiencias y desprestigio.

"Los medios se han corrido del lugar de neutralidad y empezaron a seguir las ideas de sus audiencias. La gente reconoció esa polarización y ya no cree en la neutralidad de los medios", apunta Romero.

Sobre ese flanco parece recostarse Milei con su discurso de odio y no se detiene ante nada.

En marzo hubo un pequeño escándalo, cuando se difundió el segmento de una entrevista televisiva grabada a Milei, que se había sido eliminada de la versión final a pedido de un asesor presidencial, a quien se veía irrumpir en cámara.

En el tramo que no debió haber visto la luz, el periodista –uno de los pocos con los que Milei acepta conversar- daba su consentimiento a la interrupción y la eliminación del tramo, debido a que el presidente había dicho algo que, suponía, no lo favorecería.

La evidencia obscena de que quienes obtienen entrevistas con Milei son solamente periodistas complacientes, sin embargo, no hizo callar al presidente en sus ataques generalizados contra la profesión, que ese día descendió un nuevo escalón en la consideración general.

En ese sentido, el periodista Diego Corbalán, analista de redes sociales, apunta que cada vez más sus colegas son tratados de peor manera en la conversación pública.

"Si bien los jueces, los policías y los sindicalistas son los que recogen las opiniones más negativas de los argentinos en las redes, después vienen los periodistas. Hasta estamos peor que los políticos, cuya imagen ha ido mejorando un poco", afirma Corbalán a IPS.

"Hace rato que el periodismo en Argentina está muy mal considerado y Milei no inventa nada. En todo caso está acelerando un proceso, al poner el dedo en una llaga donde hay pus, porque entiende que el deterioro lo favorece", concluye.
Foto: Gage Skidmore / Wikemedia
Fuente: IPS-Inter Press Service

Exaltación de la Cruz: fumigaciones, cáncer y una comunidad que no se rinde

Exaltación de la Cruz, localidad bonaerense ubicada a solo 80 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, enfrenta desde hace años una grave crisis sanitaria vinculada al uso de agrotóxicos. A pesar de las pruebas científicas, testimonios y fallos judiciales, las fumigaciones con agroquímicos como el glifosato y otros insecticidas prohibidos en decenas de países continúan realizándose a metros de viviendas y escuelas rurales.

El barrio Esperanza y San José, en particular, concentran una cifra alarmante: en apenas 280 hogares se detectaron 58 casos de cáncer, además de malformaciones, abortos espontáneos y enfermedades respiratorias y neurológicas. Estos barrios están rodeados de campos fumigados donde, en muchos casos, se aplican sustancias en horarios escolares y en cercanía directa con zonas habitadas, violando abiertamente la legislación vigente.

Desde 2012, el colectivo Exaltación Salud, conformado por vecinas y vecinos, denuncia esta situación, exige controles reales y el cumplimiento del fallo judicial que prohíbe fumigar a menos de 1000 metros de zonas habitadas. Pero, lejos de garantizar protección, las autoridades locales han minimizado el problema, encubierto a productores y priorizado negocios por encima del derecho a la salud.

Una de las voces más firmes de esta lucha es la de Gabriela Sandes, vecina de la zona e integrante del colectivo. Su hija Ana, de solo 13 años, falleció en 2017 tras ser diagnosticada con cáncer de ovario. Gabriela nunca imaginó que las avionetas que pasaban por encima del barrio, que al principio le parecían inofensivas, estaban esparciendo productos altamente tóxicos cerca de su casa, de la escuela, de sus hijos.

"No fue algo que uno sospechara. Lo entendí después de la muerte de Ana, cuando me uní a Exaltación Salud y empecé a ver los casos, los patrones, las fumigaciones constantes. Mi hija no se enfermó porque sí. Le impusieron el veneno sin que lo supiéramos", relata.

El caso de Ana no es aislado. Gabriela cuenta que en la misma escuela a la que iba su hija, tres niñas desarrollaron distintos tipos de cáncer terminal en un corto período de tiempo. Fue uno de los datos más alarmantes que impulsaron a vecinas del grupo a comenzar un relevamiento epidemiológico comunitario. El Estado, por su parte, nunca lo hizo o lo hizo con un enfoque meramente censal, sin abordar los problemas de salud.

El colectivo Exaltación Salud denunció esta semana un acuerdo que calificó como escandaloso e ilegal, y que —según afirman— debería marcar un antes y un después, no solo en nuestro partido, sino en todo el país. Se trata de un hecho gravísimo que, lejos de haber sido sancionado, fue ocultado durante años.

Sobre este verdadero calvario que atraviesan vecinos y vecinas de la localidad, en las Señales, hablamos con Gabriela integrante de la organización.
Para comenzar, ¿nos podés contar brevemente quién eras antes de todo esto allí en esa zona y cómo cambió tu vida tras lo que significó perder a una hija, como en el caso de Ana (foto)?
Bueno, nuestra vida antes de que pasara eso era común y corriente, como la de cualquier otra familia. Éramos una familia humilde, normal. Llevábamos a nuestra hija a la escuela. Teníamos dos hijos mayores: Juan, el mayor, Félix, y Ana. Y bueno, mi marido era trabajador, plomero y también gasista. Yo, por mi parte, me ocupaba de la casa. Esa era mi familia en ese entonces.

¿Y en qué momento empezaste a sospechar que la enfermedad de Ana podía estar relacionada con el tema de las fumigaciones?
En realidad nunca lo sospeché desde un principio. Todo pasó así. Me di cuenta después de que ella falleció. Ahí empecé a notar cosas nuevas. Por ejemplo, en un momento ella comenzó con un dolor en un costado. La llevé al hospital de Salto de la Cruz para que la revisaran. La atendieron en la guardia y me dijeron que podía ser una inflamación intestinal. Le dieron un ibuprofeno y nos volvimos a casa.

Pasó un mes y ella seguía con dolores. Entonces la llevé a la sala del barrio Esperanza, donde atendía su pediatra en ese momento, Mariana García. Fue ahí donde notaron que tenía la panza hinchada. Nos mandaron a hacer estudios, análisis, imágenes. Y bueno, en noviembre de 2016, alrededor del 20, le hicieron una ecografía. Ahí le encontraron un tumor en el ovario derecho. Y bueno… en ese momento, mi vida cambió por completo.

En una nota que leí, donde te entrevistaban, decías que al principio veías pasar las avionetas como algo lindo. Pero después, cuando uno empieza a atar cabos, y asusta...
Mirá, nunca nos dimos cuenta hasta que yo entré al grupo Exaltación Salud y empecé a ver la realidad de lo que estaba pasando. Yo llevaba a mi hija por la ruta, que en ese entonces era todo campo, puro campo de soja. Atrás de mi casa también había soja, y en el barrio de al lado igual, todo rodeado de campos con soja.

Yo veía las avionetas y, con mi marido, las mirábamos desde la bicicleta como algo lindo, algo fuera de lo común. Me gustaba mostrarle a mi hija eso en el cielo, como una cosa linda para ver. Pero nunca me imaginé las consecuencias ni la gravedad que con el tiempo empecé a entender y a ver. En ese momento, no lo sabía.

¿Y cómo nace Exaltación Salud?
Bueno, yo entré en el grupo en 2017, después de que falleció mi hija Ana. Pero el grupo se había formado en 2012, con dos personas: Patricia y Karina. Ellas vivían en la localidad de Cardales y empezaron a notar cosas raras en los campos: olores extraños, situaciones incómodas, fumigaciones.

Y bueno, así fue como ellas comenzaron a investigar, a averiguar qué pasaba. Y de a poco se fue formando el grupo. En ese momento muchos las trataban de locas, igual que pasa hoy en día. Porque cuesta que la gente entienda —o que quiera entender— lo que realmente está pasando. Pero sí, así empezó todo, en 2012.
Ustedes han hecho un trabajo inmenso que debería haber hecho el Estado para cuidar la salud de vecinas y vecinos. Han relevado barrios, mostrado cifras alarmantes, y hasta consiguieron un amparo judicial. ¿Qué respuesta han tenido por parte de las autoridades frente a todo esto que ustedes demuestran?
Bueno, te cuento un poco de eso y después vamos a lo municipal. En los barrios Esperanza y San José, que en ese momento contaban con 28 manzanas, registramos 58 casos de cáncer y otras enfermedades: malformaciones, abortos espontáneos, y distintos problemas de salud. Todo esto está relacionado con el uso de agrotóxicos, porque estamos rodeados de campos fumigados.

Ese relevamiento lo hicimos entre dos vecinas comunes, preocupadas por lo que estábamos viendo. Todo comenzó cuando detectamos tres casos de chicas con cáncer terminal que iban a la misma escuela que mi hija, en el barrio San José, a solo 150 metros del barrio Esperanza. Mi hija tuvo cáncer de ovario. Otra chica, cáncer de intestino. Y una más, más chica, con un tumor en la cabeza. Todo eso nos encendió las alarmas.

Yo en ese entonces no sabía nada del tema, pero empezamos a investigar. Lo que descubrimos fue muy fuerte. No eran enfermedades comunes, ni algo aislado. Había un patrón, y era claro que algo nos estaba enfermando.

Después del relevamiento que hicimos, el municipio se movió, pero no para investigar la salud de la población. Hicieron otro relevamiento, pero más bien administrativo: si la casa era propia, si había cloacas, servicios… Nada que ver con los problemas de salud. Yo lo sentí como una forma de tapar el reclamo, de sacarse la responsabilidad de encima.
Gabriela Sandes con la foto de su hija Ana, de 14 años, víctima de cáncer. Foto: Noelia Guevara / ANCCOM

Hace poco se conoció un nuevo escándalo: una escuela fumigada, con un acuerdo entre directivos y un productor. Se cambió salud por pupitres. ¿Cómo vivieron eso?
Ese caso fue gravísimo. Pasó hace seis años en la Escuela N°4 de Parada Robles, donde funcionaban la primaria y la secundaria juntas. Esto demuestra el nivel de desprotección en el que estamos. No hay controles reales, no hay sanciones, no hay una política de salud que priorice la vida de las personas. Por eso seguimos luchando, porque nadie más lo hace si no lo hacemos nosotros.

Las fumigaciones aéreas se hicieron varias veces sobre la zona, incluso en cercanías de la escuela, usando insecticidas peligrosísimos como el Thiametoxam y la Lambdacialotrina. Son productos altamente tóxicos, prohibidos en al menos 28 países. Y acá los tiraban cerca de los chicos, de los docentes, mientras las clases estaban en curso.

Esto ocurrió en 2019, hace seis años. Los docentes tuvieron que ser evacuados, y desde entonces, la comunidad quedó marcada por ese hecho. ¿Cómo se puede tomar una situación así? Con mucho dolor, con mucha impotencia. Porque no fue un accidente. Fue una decisión política, un acuerdo entre un productor —Miguel Ángel Zocca— y funcionarios municipales, entre ellos Adolfo Charrato, quien era delegado municipal de Parada Robles.

Ese acuerdo incluía, literalmente, intercambiar pupitres y sillas a cambio de fumigar. Taparon pruebas. Hubo complicidades. Y lo peor es que cuando se denuncia, en vez de investigar a los responsables, terminamos siendo señalados nosotros, los vecinos, los que nos animamos a hablar. Nos denunciaron a nosotros.
Esa es la impunidad con la que se manejan. Siguen fumigando de noche, como si no pasara nada. El municipio pone la plata y los negocios por encima de la salud. Y esto no es solo culpa de los que gobiernan hoy. Esto viene desde hace muchos años. Gobiernos anteriores, actuales, todos han mirado para otro lado.

Y a veces te preguntás: ¿cómo se sigue? Se sigue con dolor, con bronca, con una lucha que parece no terminar. Porque duele ver morir a tu hija. Duele ver cómo enferman a los niños. Duele no poder hacer nada. Estás atada de pies y manos.

En mi caso, no tenía obra social. Cuando mi hija se enfermó, no la atendieron bien en el hospital local, el de Los Cardales. Me tuve que ir al Garrahan, donde por suerte sí me escucharon y nos dieron lo que acá nos negaron. Y ahí vi a muchas otras familias, de distintos lugares, con las mismas enfermedades, con los mismos dolores, y con las mismas preguntas: ¿por qué?

Y entendí que esto no fue una cuestión del destino. No fue "porque sí". No fue que "le tocó". Fue porque nos fumigaron. Porque nos impusieron veneno. Porque hicieron las cosas mal. Porque pusieron el negocio antes que la vida.

Tal vez suene como una pregunta frívola, pero pienso en Exaltación de la Cruz, donde vive una persona muy conocida que menciona mucho este lugar en los medios: Lilita Carrió. Siempre dice que es su lugar en el mundo. ¿Ella en algún momento se refirió a todo esto que está pasando?
Mirá, que yo sepa, no. Por lo menos desde mi parte o desde el grupo, no. Tal vez alguien lo escuchó o lo comentó, pero yo nunca la oí hablar del tema ni mostrar interés en involucrarse. Y eso que siempre dice que Exaltación de la Cruz es su paraíso, su refugio.

Pero bueno, pasan cosas también en este "refugio". Porque donde ella tiene su chacra y disfruta del verde, también hay mosquitos… pero no solo los de picadura, sino esos mosquiteros químicos, esos aviones y tractores que nos envenenan y nos arruinan la vida.

Yo me pregunto: ¿qué pasaría si esto le pasara a ella, o a alguna de las personas importantes que también tienen propiedades en la zona? Como Alfredo Casero, por ejemplo. ¿Cómo reaccionarían?

Desde mi lugar, lo veo así: muchas veces miran solo su ombligo, su comodidad. Mientras no les pase a ellos, no se mueven. Pero esto le puede pasar a cualquiera. A Carrió, a vos, a mí, a cualquiera. Y si les pasara, estoy segura de que reaccionarían con la misma desesperación con la que reaccionamos nosotros: golpearían puertas, denunciarían, harían lo imposible por frenar esto.

Queremos que se sepa lo que pasa en Exaltación de la Cruz —como en tantos lugares fumigados— llegue a más oídos, porque todavía estamos lejos de que el Estado tome conciencia. O peor aún: quizás sí saben, pero prefieren poner el negocio por encima de todo. Siempre el negocio arriba, la salud abajo… cuando debería ser exactamente al revés.
La salud de niñas, niños y docentes canjeada por muebles escolares
Desde el colectivo Exaltación Salud denunciamos un arreglo escandaloso e ilegal que debería marcar un antes y un después, no solo en nuestro partido sino en todo el país. Un hecho gravísimo que, lejos de haber sido castigado, fue ocultado durante años.

En un expediente judicial recientemente accedido, se consigna que la “reparación” por la fumigación aérea ilegal de una escuela en Parada Robles —ocurrida en marzo de 2019— fue un insólito y vergonzoso acuerdo: 30 pupitres y 60 sillas. Así se pretendió cerrar un crimen ambiental y sanitario que puso en riesgo la vida de niñas, niños y docentes.

Este episodio no solo refleja el desprecio por la salud pública, sino que expone un entramado de complicidades entre el sector privado, autoridades educativas, funcionarios municipales y el poder judicial.

El hecho
El 11 de marzo de 2019, una avioneta fumigó en pleno horario escolar sobre la Escuela Primaria N° 4 "General José de San Martín" de Parada Robles, donde también funciona la Secundaria Técnica N°1. El resultado fue alarmante: docentes y estudiantes con síntomas de intoxicación, evacuación del edificio y suspensión de clases. Varias de las consecuencias para la salud podrían ser irreversibles o aparecer años después.

La avioneta utilizó dos insecticidas altamente peligrosos:
  • Thiametoxam, prohibido en 28 países, según la Pesticide Action Network.
  • Lambdacialotrina, un químico tóxico por inhalación o contacto dérmico, cuyos efectos coinciden con los síntomas denunciados.
El hecho generó tal repercusión que derivó en la aprobación de una ordenanza que prohibió las fumigaciones aéreas en el partido. Pero detrás de esa medida, hubo una maniobra para encubrir responsabilidades.

El "acuerdo" ilegal
Pese a la gravedad del caso, la causa fue archivada ese mismo año por el fiscal Juan Manuel Esperante, hoy denunciado por Exaltación Salud por su actuación en múltiples causas vinculadas a fumigaciones ilegales.

Gracias al trabajo del abogado Fabián Maggi, logramos acceder finalmente al expediente. Lo que encontramos fue un acuerdo entre los directores de ambas escuelas —María Natalia Gaglioti (Primaria) y Marcelo Germán Oubel (Secundaria)— y el productor agropecuario Miguel Ángel Zocca, responsable de la fumigación.

El acuerdo consistía en una supuesta “reparación del daño”: Zocca donaría 30 pupitres y 60 sillas. Un pago material por un delito contra la salud pública. Con este acuerdo —avalado por el fiscal Esperante— el responsable reconoció su culpabilidad y, a la vez, logró que la causa se archivara, manteniéndose oculta por años.

Irregularidades graves
El acuerdo es completamente ilegal:
  • Involucra a menores de edad, y la Ley 13.433 (art. 6, inciso a) prohíbe cualquier arreglo de este tipo.
  • No intervinieron la Oficina de Resolución Alternativa de Conflictos ni la Asesoría de Menores e Incapaces.
  • Las declaraciones de los directivos, tomadas en días distintos, son sospechosamente similares.
  • Se afirma falsamente que todas las familias estaban de acuerdo. Padres y madres que fueron ese día desmienten haber sido consultados, y sus testimonios no figuran en el expediente.
  • Además, el juez de garantías Julio Andrés Grassi no objetó el acuerdo ni lo impugnó, y el entonces delegado municipal Adolfo Charrato, denunciante formal del hecho, no solo no lo informó a la comunidad, sino que actuó en complicidad con el Poder Ejecutivo local al no advertir la ilegalidad del proceso.
Complicidad judicial y política
El fiscal Juan Manuel Esperante no solo avaló este “arreglo” sino que, en paralelo, se fotografiaba con integrantes de la Sociedad Rural de la zona —posibles implicados en causas de fumigación—. Usó el acuerdo con Zocca como excusa para archivar la causa, garantizando impunidad.

¿Cuánto vale la salud?
Este caso deja al desnudo cómo se manipulan instituciones educativas y judiciales para encubrir delitos ambientales. La salud de nuestras infancias y docentes fue tasada en muebles escolares. Y la comunidad fue deliberadamente excluida del proceso judicial.

La obstrucción al acceso a la justicia, la impunidad institucional y la naturalización de prácticas tóxicas son parte de un modelo que avanza sin freno, con el aval de quienes deberían protegernos.

Seguiremos luchando
Desde Exaltación Salud no vamos a callarnos. Seguiremos denunciando, exigiendo y construyendo justicia ambiental y social. Por el derecho a vivir en un ambiente sano, por nuestras vidas, por las infancias que no pueden defenderse y por todas las que vendrán.

No nos callamos. No nos vendemos. No nos rendimos.

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