miércoles, 30 de abril de 2025

"La mentira tiene patas cortas": Manuel Adorni atacó a El Grito del Sur con afirmaciones falsas

Este miércoles 30 de abril, el vocero presidencial Manuel Adorni acusó al medio popular El Grito del Sur de llevar adelante una "ocupación ilegal sostenida por acuerdos políticos de la gestión anterior" en el Espacio para la Memoria Virrey Cevallos, donde actualmente funciona la redacción del medio.

Durante su habitual conferencia de prensa, Adorni afirmó que El Grito del Sur hacía uso de "instalaciones, mobiliario, electricidad y wifi –entre otros recursos del Estado– que nada tenían que ver con los fines para los que fue creado el Espacio de Memoria, el cual tanto veneraban". Y agregó: "Bajo el paraguas de los derechos humanos financiaban su editorial partidaria kirchnerista con el presupuesto nacional. Solo en sueldos, se gastaban 16.213.027 millones de pesos, algo así como 210.769.351 millones de pesos por año".

El vocero concluyó anunciando que "la Secretaría de Derechos Humanos ya realizó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía, que está investigando los hechos".

Sin embargo, estas afirmaciones fueron rápidamente desmentidas por el propio medio y puestas en contexto. El Grito del Sur denunció que se trata de un nuevo ataque del gobierno de Javier Milei contra los medios comunitarios y populares, y también contra los Espacios para la Memoria y las políticas de Derechos Humanos, pilares fundamentales del consenso democrático en Argentina.
Lo que Adorni no dijo (o tergiversó):
"Ocupación ilegal sostenida por la gestión anterior": El propio Adorni reconoció que El Grito del Sur se instaló en el Espacio Virrey Cevallos en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, con Claudio Avruj como secretario de Derechos Humanos. La presencia del medio se formalizó mediante un convenio con el entonces coordinador del Espacio, Osvaldo López (ex detenido-desaparecido en el mismo lugar durante la dictadura), y fue siempre de público conocimiento.

"Utilización de recursos del Estado": Excepto por el servicio eléctrico, todos los recursos mencionados (mobiliario, conexión a Internet y refacción del espacio) fueron provistos por el propio medio con fondos propios. La redacción funcionó en un espacio abandonado y deteriorado, que fue restaurado por los trabajadores del medio.

"Millonario gasto en sueldos": La cifra citada por Adorni carece de sustento. El Grito del Sur es una cooperativa de ocho trabajadores de prensa, ninguno de los cuales era empleado del Ministerio de Justicia. Algunos perciben ingresos apenas por encima del salario mínimo, otros trabajan de manera ad honorem o bajo modalidades de contraprestación. La mayoría de los miembros de la cooperativa deben combinar múltiples empleos para sostener su labor.

Finalmente, desde la Grito señalaron: "No tenemos miedo y no vamos a callarnos. No dejaremos de hacer periodismo, aunque nos intimiden los más altos funcionarios del Gobierno. Vamos a seguir construyendo un medio que combata la crueldad, la mentira y el fascismo. Porque si nos quieren callados y obedientes, nosotros seguiremos gritando".

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