Por: Claudio Andrés De Luca
Hablemos del contexto de esta obra, porque este año se celebran los 60 años del Arteón. ¿Qué significa para vos presentar Hamlet en este marco tan especial?
Es el resumen de una vida, ¿no es cierto? Yo siento que Hamlet expresa todo nuestro recorrido, nuestros años de lucha, tantas giras internacionales, tantos estrenos, tantas películas, tantas aperturas de salas y demás. Así que estamos orgullosos de todo lo que hemos podido hacer en estos años, que han sido muchos, pero han sido maravillosos. Y como acostumbramos a decir, no nos arrepentimos. Estamos felices por todo lo que hemos podido entregar a la comunidad y todo lo que hemos recibido de la gente en Rosario, en el país y en las giras internacionales también, claro.
Esta es la historia de un titiritero cuyas marionetas un día le reclaman volver a actuar. Y conociendo gran parte de tu obra, muchas veces hay una inspiración personal. ¿En esta también?
Y bueno, yo creo que cada autor no puede mentir al decir que hay algo de su vida en cada obra. Esto pasa aunque no quieras. Yo cuando escribo no pienso en mí, pero la experiencia vital es la que he tenido. Así que en esta obra hay mucho de ese viejo marionetista que se encuentra con sus marionetas que le reclaman la vida. Pero también hay mucho del teatro argentino, de la situación que estamos viviendo, de la esperanza que siempre los hombres y mujeres tenemos sobre el teatro, que es un hecho único, ¿verdad? Es un hecho que nos permite acompañarnos, estar presentes con el público. Es compartir un tiempo y una emoción, y esto nos hace mucho bien. Y como decimos siempre, el teatro sigue gozando de buena salud. El viernes, día del preestreno, estuvo la sala La Comedia absolutamente llena, en sus dos plantas, en sus palcos, y un abrazo muy emotivo y un aplauso muy grande para todos los actores. Hemos recibido una devolución muy maravillosa y muy linda. Y tenemos todavía la emoción que nos invade el alma. Estamos todavía emocionados de anoche. Teatro dentro del teatro, marionetas que actúan como actores reales.
¿De qué forma usás estos recursos para hablar del teatro independiente y la lucha por mantenerse vivos?
Sí, es una lucha. No podemos ponerle otro nombre porque hay muchos inconvenientes. Hay una falta de una política teatral que favorezca más la posibilidad, no de los hombres y mujeres del teatro, sino del público. Porque el público necesita del teatro. Es una mentira que sea una cosa no necesaria. Todas las comunidades necesitan tanto su alimento y su sustento material como el sustento espiritual. Porque el hombre necesita alimentarse de emociones, de humor, de esperanza, de alegría. Y entonces el teatro es un gran gestor de esta sensibilidad del ser humano. Ya por algo sabemos que existe un Shakespeare que sigue vigente después de 400 años. Sería imposible si esto no hubiese calado en el corazón de los hombres y mujeres de aquella época. Pero son los mismos sentimientos y las mismas emociones de los hombres y mujeres de este momento. Esto es lo que queremos que las autoridades entiendan. Que hay que favorecer profundamente la actividad teatral. Y más de un grupo como Arteón, que tiene sus verdaderos y reales 60 años de lucha por la cultura de la ciudad y del país. Y merece un trato distinto al que estamos teniendo. Porque se nos ha prometido, a través de la Universidad Nacional de Rosario, un espacio para desarrollar nuestra actividad en cine, teatro, talleres. Y esto ya ha pasado hace más de un año y no tenemos la respuesta ni la posibilidad de ese espacio todavía. Seguimos esperando, seguimos teniendo confianza en nuestros amigos de la universidad, del gobierno de la provincia de Santa Fe y de la Municipalidad de Rosario. Pero necesitamos que se hagan presentes y se cumplan las promesas, no para nosotros, sino para el público de Rosario.
El 5 de enero de 2024, en el Bar El Cairo, el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci; el intendente Pablo Javkin; la ministra de Cultura de Santa Fe, Susana Rueda; y el director de la Sala Arteón, Néstor Zapata, firman un acuerdo para relocalizar la sala en un espacio cedido por la universidad, algo que todavía no ocurrió
Son casi 22.000 días de trabajo en Arteón. Pensar que la sede original se transformó en un proyecto de galería comercial-cultural. Hoy está cerrada. Y el Arteón afuera.
El Arteón sigue vivito y coleando, pero en la calle. Y los que abrieron esa galería siguen tratando de esconderse para que la justicia no caiga sobre la defraudación que hicieron, no solo a los inquilinos y a la gente que estuvo ahí y trabajó, sino a la ciudad de Rosario. Es una picardía muy grande, porque la municipalidad ha declarado la sala Arteón, a fines de 2023, como patrimonio histórico y cultural de la ciudad de Rosario. Así que la municipalidad tiene una responsabilidad muy grande sobre ese lugar al cual inauguró y que ahora está cerrado. No puede permanecer un patrimonio cultural de la ciudad cerrado, inundado, olvidado y sucio. Hay que tratar de que vuelva a ser un lugar abierto, pero ya no a una empresa que especula con el dinero de la gente, sino a la expectativa de la juventud y todos aquellos que quieren que haya un verdadero centro cultural en ese espacio.Vuelvo a la obra. Por lo que he leído, hay una nostalgia potente, pero también una especie de duelo no cerrado. ¿Cómo trabajás esa dimensión emocional?Cuando uno hace más de 60 años teatro, llega el momento del necesario resumen y balance. En este balance están la vida y la muerte, el “ser o no ser”, y toda esa cosa que los teatreros vemos. Y de alguna manera, yo lo vivo como que el teatro no va a morir jamás. Es un hecho comunicacional que nació con el hombre, que tiene miles de años, y que goza de buena salud por muchas técnicas actuales que haya, pero que no pueden reemplazar la presencia del público junto al actor. Y la otra contraparte es el cansancio, la lucha, los años que te dan la satisfacción de lo realizado, pero también el sabor amargo de lo que no se pudo hacer. Como dice el actor en un momento: "Hice lo que pude, con lo que tuve, con lo posible, con lo que me dejaron". Porque también hubo limitaciones para los actores, creadores, autores. Fijate vos: aunque te parezca mentira, la asociación de autores del país a la cual pertenezco hace 48 años, que es Argentores, me prohibió el título de la obra. Porque en la obra está la palabra Hamlet, y tuve que imponer un subtítulo distinto. En vez de apoyar y abrir salas, tenemos trabas, salas que se cierran. Ese es el sabor amargo de nuestra vida y nuestras esperanzas.
Te veo con la necesidad permanente de seguir contando historias. A veces sacando fuerzas de donde no se tienen.
Así es, y te lo agradezco mucho. Me costaría mucho concebirme sin capacidad y sin ánimo de hacer algo. Eso es lo que explica la obra. Al final le hago un guiño a la gente, porque entre que se va hacia la muerte, también puede volver de ella en cualquier momento. La obra es una trágico-media que te permite, en un tono híbrido, hablar de la muerte, la pasión por actuar, el amor y otras tantas cosas. Tiene pedacitos de humor. La participación de actrices como Liliana Gioia permite jugar un poquito con el humor y la ironía. La gran actuación de Matías Tamburri, Santiago Pereiro, mi hija Bárbara Zapata, Juan Biselli y Fernando Galassi es un orgullo muy grande que tengo. Estuvieron maravillosos anoche. La gente no paraba de aplaudir y no se iba de la sala para felicitarlos. Estamos inundados de emoción y alegría.
¿Qué esperás que se lleve la gente cuando vea Hamlet se va de gira?
Comenzamos este viernes y aprovechamos para invitar a todo el mundo al Teatro El Rayo, a las 21 horas. Ese será el verdadero estreno nacional. La Comedia fue un preestreno. En El Rayo inauguramos una temporada con funciones todos los viernes de mayo. Esperamos que el público se lleve la emoción que se vivió anoche, la esperanza y el espaldarazo a todos los sueños que los hombres y mujeres de este país tenemos por un modo de vida mejor y una cultura más cercana a todos.
Me enteré de que Cristian Marchesi está escribiendo tu biografía, Zapata por Zapata. ¿Cómo es eso?
Es el loco de Marchesi, sí. Estamos terminando un libro donde él me pidió que trabajáramos sobre anécdotas, pero que hagan a la vida de un hombre de teatro, de un director y autor teatral. Eso soy yo, un puestista, digamos. Yo conté y él ordenó y reescribió todos estos años en distintas puestas, premios, países, anécdotas... algunas muy cómicas, otras muy trágicas. Son anécdotas íntimas para quienes quieran recordar más que conocer lo que fue mi paso y el del Arteón durante estos años.
Hamlet se va de gira, una producción del Grupo Arteón
Obra escrita y dirigida por Néstor Zapata
Síntesis dramática
Dante vive retirado del mundo, aferrado a sus recuerdos y resignado a su soledad. Entre ellos, la experiencia más intensa de su vida: aquella versión de Hamlet que interpretaba junto a Alma, su compañera y actriz, utilizando grandes marionetas. Desde su partida, Dante ha dejado de escribir, de actuar, de vivir.
Pero sus marionetas no aceptan el olvido. Lo interpelan, lo desafían, exigen volver a escena. ¿Qué clase de destino es ese para un personaje que solo existe cuando actúa?
En esa tensión entre el silencio y la memoria, entre la muerte y el escenario, estalla un último acto de resistencia. Un gesto desesperado —y profundamente humano— por no desaparecer del todo.
Los personajes —entre marionetas y actores del interior— se mostrarán en carne viva: con sus miserias, pasiones, secretos y sueños. En busca de una tregua, una redención… quizás solo posible en el teatro.
Dante vive retirado del mundo, aferrado a sus recuerdos y resignado a su soledad. Entre ellos, la experiencia más intensa de su vida: aquella versión de Hamlet que interpretaba junto a Alma, su compañera y actriz, utilizando grandes marionetas. Desde su partida, Dante ha dejado de escribir, de actuar, de vivir.
Pero sus marionetas no aceptan el olvido. Lo interpelan, lo desafían, exigen volver a escena. ¿Qué clase de destino es ese para un personaje que solo existe cuando actúa?
En esa tensión entre el silencio y la memoria, entre la muerte y el escenario, estalla un último acto de resistencia. Un gesto desesperado —y profundamente humano— por no desaparecer del todo.
Los personajes —entre marionetas y actores del interior— se mostrarán en carne viva: con sus miserias, pasiones, secretos y sueños. En busca de una tregua, una redención… quizás solo posible en el teatro.
Personajes
Dante
Marionetista, actor y a veces autor. Su edad es indefinida, pero ha vivido lo suficiente como para conocer el esplendor, el amor, la soledad y el desamor. Un hombre que lucha, incluso cuando ya no cree tener fuerzas.
Las Marionetas-Personajes
Hamlet, Alma, la Reina Madre, el Tío Rey y el Bufón.
Son los personajes de aquella antigua versión de Hamlet, hoy suspendidos entre el olvido y la memoria. En escena, oscilan entre su condición de marionetas y la humanidad dolida de los actores del teatro independiente. Representan la realidad de actuar desde los márgenes, con la pasión intacta y las heridas abiertas.
Marionetista, actor y a veces autor. Su edad es indefinida, pero ha vivido lo suficiente como para conocer el esplendor, el amor, la soledad y el desamor. Un hombre que lucha, incluso cuando ya no cree tener fuerzas.
Las Marionetas-Personajes
Hamlet, Alma, la Reina Madre, el Tío Rey y el Bufón.
Son los personajes de aquella antigua versión de Hamlet, hoy suspendidos entre el olvido y la memoria. En escena, oscilan entre su condición de marionetas y la humanidad dolida de los actores del teatro independiente. Representan la realidad de actuar desde los márgenes, con la pasión intacta y las heridas abiertas.
Elenco:
Matías Tamburri (Dante)
Santiago Pereiro (Hamlet)
Bárbara Zapata (Alma)
Liliana Gioia (Reina Madre)
Juan Biselli (Tío Rey)
Fernando Galassi (Bufón)
Ficha técnica:
Vestuario: Ramiro Sorrequieta
Dirección musical: Jorge Cánepa
Relatos: Julio César Orselli
Iluminación: Julián López
Equipos lumínicos: Sertec / Federico Zapata
Escenografía: Cristian Osés
Utilería: Griselda De Rosa
Sonido: Andrés Martorell
Diseño gráfico: Fernando Galassi
Prensa: Mariel Cortez Piñero
Asistencia de dirección: Juan José Scaglia y Nelson Reche
Producción general: Julián López
Dirección y dramaturgia: Néstor Zapata
Matías Tamburri (Dante)
Santiago Pereiro (Hamlet)
Bárbara Zapata (Alma)
Liliana Gioia (Reina Madre)
Juan Biselli (Tío Rey)
Fernando Galassi (Bufón)
Ficha técnica:
Vestuario: Ramiro Sorrequieta
Dirección musical: Jorge Cánepa
Relatos: Julio César Orselli
Iluminación: Julián López
Equipos lumínicos: Sertec / Federico Zapata
Escenografía: Cristian Osés
Utilería: Griselda De Rosa
Sonido: Andrés Martorell
Diseño gráfico: Fernando Galassi
Prensa: Mariel Cortez Piñero
Asistencia de dirección: Juan José Scaglia y Nelson Reche
Producción general: Julián López
Dirección y dramaturgia: Néstor Zapata
La obra recibió el premio Selección Nacional del Fondo Nacional de las Artes 2025.
Se presentará todos los viernes de mayo a las 21 hs. en el Teatro El Rayo, Salta 2991.
Entradas al 341 584-2730 (Teatro El Rayo)
Fotos: Prensa Grupo Arteón, Silvio Moriconi, Alan Monzón