Mark Zuckerberg anuncia cambios en las políticas de moderación de Meta
La compañía Meta anunció este martes el fin del programa de verificación independiente de hechos (Third Party Fact Checking, o 3PFC) en Estados Unidos, que será reemplazado por un sistema de notas comunitarias similar al que utiliza la plataforma X (ex Twitter).
Mark Zuckerberg, CEO de la empresa dueña de Facebook, Instagram, Threads y WhatsApp, dijo al momento de citar las razones de esta decisión -sin presentar evidencia- que el sistema de chequeos tenía “demasiados errores” y “demasiada censura”, y acusó a los chequeadores de estar sesgados políticamente.
Nos preocupa que para argumentar su decisión, el fundador de Meta relacione al periodismo de verificación con la censura, cuando en ningún caso los chequeadores deciden qué ocurre con los contenidos. Nuestro trabajo finaliza al señalar que se trata de posteos verdaderos, falsos o engañosos tras un riguroso proceso de verificación que sigue un método público.
Los chequeadores siempre hemos defendido la libertad de expresión y lo que buscamos es aportar evidencia, información verificada y contexto sobre lo que circula para empoderar a los usuarios en su toma de decisiones, no eliminar ni censurar contenidos.
Impacto positivo en la lucha contra la desinformación
El periodismo de verificación no empezó con el programa de Meta y hay organizaciones dedicadas a hacer este trabajo en la región desde 2010. El trabajo de los chequeadores ha sido evaluado muchas veces, mostrando que contribuye a corregir visiones erróneas sobre un tema en diferentes contextos y que ayuda a limitar la expansión de la desinformación, entre otras cosas. Incluso en el caso de las etiquetas en redes sociales, como las utilizadas por Meta, han mostrado tener un efecto positivo al reducir las creencias en la desinformación.
El programa de verificadores independientes es un sistema implementado por Meta desde 2016 para ayudar a combatir la desinformación en sus redes sociales, del que participan varios miembros de LatamChequea. En él, los periodistas chequeadores, certificados por la Red Internacional de Chequeadores (IFCN, por sus siglas en inglés), analizan los posteos potencialmente desinformantes y si la evidencia muestra que son verdaderos, falsos o engañosos, los etiquetan. Luego, es la compañía -no los chequeadores- quien decide qué hace con esta información. Según explicaron en múltiples ocasiones desde Meta, la política de la plataforma es reducir la visibilidad del contenido, añadir contexto a los posteos y alertar a quienes lo compartieron que había nueva información disponible. El contenido falso no se elimina ni deja de estar accesible.
Decisiones como la anunciada por Meta tienden a aumentar la opacidad, y le quitan luz a una comunidad que navega en las sombras de la desinformación.
Desde que los chequeadores comenzaron el trabajo con Meta, no hubo señalamientos de sesgos por parte de la empresa y uno de los requisitos del programa es tener la certificación de la IFCN, que incluye un análisis del contenido publicado que demuestre que no hay un sesgo político, uno de los principios básicos del periodismo de verificación. Según las propias reglas del programa, no se verifican publicaciones de políticos.
Meta tampoco presentó evidencia de errores en el trabajo de los fact checkers. Según datos que la compañía presentó ante la Unión Europea, del contenido al que se le redujo visibilidad por error, sólo el 3,15% fue por fact checking, el menor porcentaje de todas las categorías, como señaló la European Fact-Checking Standards Network (EFCSN, por sus siglas en inglés).
La eliminación de este tipo de programas que buscan contrarrestar el efecto de la desinformación beneficia a actores que buscan influir en la opinión pública o hacer negocios con falsedades. En tiempos donde diferenciar lo verdadero de lo falso se torna un desafío, esta decisión trae consigo una certeza: es verdadero que los productores de desinformación celebran esta decisión y se preparan para aprovechar esta ventana de oportunidad.
El periodismo de verificación, más necesario que nunca
La desinformación puede erosionar la confianza en los sistemas democráticos, confundir a los ciudadanos, incluso llevarlos a tomar decisiones peligrosas sobre su salud, entre otras consecuencias. Los chequeadores tienen un rol fundamental, como señala la Organización de Estados Americanos (OEA): “Las agencias verificadoras que en los últimos años han crecido exponencialmente en nuestra región cumplen un rol importante en el combate a la desinformación. Mediante la verificación del discurso público, ofrecen un servicio que puede ayudar a los ciudadanos a navegar un debate público complejo y -en ocasiones- contaminado de información falsa”.
El periodismo de verificación ha sido vital en momentos como la pandemia, las elecciones y los estallidos sociales, y es una de las muchas estrategias que necesitamos para contrarrestar la desinformación. Este tipo de medidas y acusaciones sin evidencias perjudican el ecosistema informativo.
Es fundamental que gobiernos, organizaciones internacionales y plataformas como Meta trabajen de manera conjunta para garantizar la transparencia en las políticas de moderación de contenido y reforzar la regulación del entorno digital. Solo así podremos proteger los derechos humanos y asegurar un equilibrio entre la libertad de expresión y la integridad informativa.
La red de chequeadores latinoamericanos LatamChequea reafirma el compromiso con la evidencia, los datos y el acceso a información para los ciudadanos. Continuaremos trabajando con altos estándares periodísticos para combatir la desinformación, promoviendo el debate público informado y fortaleciendo alianzas internacionales que defiendan la transparencia en el entorno digital.
*LatamChequea es la red latinoamericana de chequeadores, que reúne a 47 organizaciones de 21 países.
Lula y Macron: libertad de expresión no es emitir "mentiras"
Meta anunció el martes que cesará su programa de fact-checking (verificación digital) en Estados Unidos, un giro radical en sus políticas de moderación de contenido que sacudió el mundo de las comunicaciones
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y su homólogo francés Emmanuel Macron conversaron este viernes (10.01.2025) sobre las nuevas políticas de la empresa Meta y compartieron su preocupación por el fin de los sistemas de verificación en las plataformas de la multinacional.
"Coincidieron en que libertad de expresión no significa libertad para difundir mentiras, prejuicios y ofensas" y "consideraron positivo que Brasil y Europa sigan trabajando juntos para impedir que la diseminación de fake news ponga en riesgo la soberanía de los países", indicó la presidencia brasileña.
La conversación con Macron ocurrió el mismo día en que Lula reunió a varios de sus ministros para analizar la decisión de Meta, que el mandatario brasileño calificó de "extremadamente grave".
En esa reunión, se decidió que la empresa será "notificada" por la Abogacía General del Estado, a fin de que esclarezca sus nuevas políticas y sobre todo si serán aplicadas en Brasil, ya que hasta ahora Meta ha dicho que estarán limitadas a Estados Unidos.
Meta anunció el martes que cesará su programa de fact-checking (verificación digital) en Estados Unidos, un giro radical en sus políticas de moderación de contenido que sacudió el mundo de las comunicaciones.
Según el fundador de la compañía Mark Zuckerberg, Meta busca "restaurar la libertad de expresión en sus plataformas" y reemplazará la tarea de los verificadores por un sistema de notas comunitarias similares a las que utiliza la red social X.
Foto: Mateus Bonomi/Anadolu/picture Alliance
Fuente: Agencias EFE y AFP