La puesta en libertad, el 9 de enero, del reportero Diaa al-Kahlout, tras más de un mes de detención, no eclipsa la magnitud del encarcelamiento arbitrario de periodistas palestinos por parte de Israel. Al menos 31 de los detenidos desde el 7 de octubre -29 en Cisjordania, uno en Gaza y otro en Jerusalén Este- siguen recluidos en cárceles israelíes, en la mayoría de los casos sin que se les haya notificado cargo alguno.
Esta oleada de detenciones y encarcelamientos sin precedentes, mientras continúa la guerra en la Franja de Gaza, se ha llevado a cabo claramente con el objetivo deliberado de silenciar a los medios de comunicación palestinos. Todos los periodistas detenidos trabajan para medios de comunicación palestinos, como J-Media, Maan News Agency, Sanad y Radio al-Karama, o son freelances.
Represión masiva en Cisjordania
La mayoría de las detenciones se han producido en Cisjordania. Según el recuento de RSF, desde el 7 de octubre han detenido en el territorio a 34 periodistas, de los que hasta ahora sólo cinco han quedado en libertad. Cuando empezó la guerra, había dos detenidos. Los periodistas detenidos no pueden recibir visitas y la mayoría están retenidos en lugares de Israel que no han sido revelados.
Algunos de los que han sido puestos en libertad, como la freelance Somaya Jawbara, a la que se concedió la libertad bajo fianza el 22 de noviembre, 17 días después de su detención, están obligados a permanecer en su domicilio, tienen prohibido utilizar Internet o hablar con los medios de comunicación, y han sido sometidos a vigilancia durante un periodo indeterminado.
Desde el comienzo de la guerra, Israel utiliza el procedimiento conocido como «detención administrativa» para detener a periodistas. Según este procedimiento, se detiene a una persona sin notificarle cargo alguno, alegando que pretendía infringir la ley. Se les puede encarcelar por periodos de hasta seis meses, que pueden renovarse nada más que por orden de un juez israelí. Al menos 19 periodistas están actualmente sometidos a "detención administrativa". Los otros 10 periodistas están detenidos a la espera de juicio, acusados de “incitación a la violencia”.
"Al menos 31 reporteros palestinos están actualmente detenidos en cárceles israelíes debido a su trabajo periodístico. Esta intimidación, este terror, estos interminables intentos de silenciar el periodismo palestino, ya sea con cadenas, balas o bombas, deben terminar. Pedimos la liberación inmediata de todos los periodistas detenidos y su protección urgente", Jonathan Dagher | Responsable de Oriente Medio de RSFTrato inhumano a los periodistas detenidos
Algunos de los periodistas detenidos están siendo sometidos a tratos crueles, inhumanos o degradantes. Así sucedió en el caso de Diaa al-Kahlout, reportero recién liberado del portal de noticias Al-Araby Al-Jadeed. Su familia lo identificó en un vídeo publicado por un soldado israelí en el norte de la Franja de Gaza el 7 de diciembre. Se veía a Al-Kahlout arrodillado en la calle en medio de un grupo de detenidos semidesnudos. Una patrulla israelí lo había arrestado unas horas antes en su domicilio de Beit Lahia. Su casa fue incendiada. Sus dos hermanos, que habían sido detenidos con él, fueron puestos en libertad. El reportero estuvo detenido brevemente en la cárcel israelí de Eshel y fue sometido a torturas, según varias fuentes de RSF. Las autoridades israelíes no dijeron nada sobre su suerte durante más de un mes, hasta su liberación el 9 de enero. En casi todos los casos de periodistas detenidos, las familias no reciben ninguna información sobre su detención y su situación.
El calvario de los periodistas detenidos en Gaza
En Gaza, donde actualmente hay dos periodistas retenidos por Israel, muchos reporteros han sufrido detenciones de menos de 48 horas de duración que no han sido menos traumáticas.
Entre ellos se encuentra Said Kilani, fotoperiodista freelance para Associated Press, Agence France-Presse y otros medios internacionales, que fue uno de los pocos reporteros que permanecieron en Beit Lahia. El 13 de diciembre, Kilani estaba cubriendo los combates mientras las fuerzas israelíes avanzaban hacia el hospital Kamal Adwan, cuando se encontró detenido junto con un equipo médico. "Como sabía que los periodistas estaban en el punto de mira del ejército israelí, tuve miedo y al principio escondí mi casco y mi chaleco de prensa", ha declarado.
Kilani fue retenido durante 14 horas en una base militar del norte de la Franja de Gaza. "Nos obligaron a quitarnos la ropa, nos insultaron y humillaron" declaró, aunque insiste en que se identificó inmediatamente como periodista ante quienes le retenían. Tras ser liberado, se encontró con su mujer y sus hijos, que también habían sido detenidos y luego puestos en libertad. Durante su detención, su casa fue incendiada, y el equipo periodístico que Kilani había escondido en el hospital también fue quemado.
"Los soldados israelíes nos lo quitaron todo«, declaró a RSF. «Estamos sin hogar, pasando frío, sin ningún lugar adonde ir". Cinco días después de su detención, Kilani estaba con su hijo de 16 años cuando el joven fue asesinado por un francotirador israelí ante sus propios ojos.
Tragedia sin precedentes para el periodismo
Al menos 80 periodistas han muerto en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre, 18 de ellos en el ejercicio de su profesión, según informaciones verificadas por RSF. Desde el comienzo de la guerra, los ataques israelíes han destruido total o parcialmente más de 50 sedes de medios de comunicación en la Franja de Gaza.
Fuente: Reporteros Sin Fronteras