Por: Luis Gasulla
El jueves 18 de diciembre, a las 21 horas, FM Identidad dejó de transmitir luego de 10 años ininterrumpidos. El operador, Pablo Gayoso, apagó la luz de sus estudios ubicados en Florida 935. Al día siguiente, la noche del viernes 19, durante tres horas, cuatro peones de la fletería "Casa Amube" realizaron la mudanza final de los equipos técnicos y muebles a Vorterix.
Los dos camiones medianos se estacionaron a centímetros de la senda peatonal en la esquina de Florida y Paraguay, obstaculizando el tránsito. La imagen era la síntesis perfecta del traspaso ilegal de la frecuencia 92.1. Curiosamente, el 19 de noviembre, Mario Pergolini abandonó la presidencia formal de Vorterix, tal como informó el boletín oficial de esa semana. En su lugar asumió Alberto Daniel Aspani.
El periodista especializado en medios del diario La Nación, José Crettaz, señaló tres puntos en que se violó la ley de servicios de comunicación audiovisual con la venta de FM Identidad. Vorterix, la emisora que preside Mario Pergolini, emitirá en dúplex durante unos meses y aumentará su potencial sin autorización del AFSCA.
Por otra parte, la venta del 49% de las acciones de FM Identidad tampoco fue aprobada ni tratada en el organismo dirigido por Martín Sabbatella. Su propio asesor lo confirmó el martes pasado al Doctor Marcelo Gioffre, mientras periodistas, oyentes y trabajadores de la radio nos manifestábamos en la calle.
Además de las ironías en su programa radial, Mario Pergolini, me envió una carta documento, a través de su abogado y socio, intimando a que dejara de hablar públicamente del asunto y de Vorterix. El periodista Reynaldo Sietecase fue aún más filoso y recordó su solidaridad con los despedidos de Crítica que "muchos todavía no cobraron". En un corporativismo insultante, el ex colaborador de Jorge Lanata le contestaba con sarna al creador de PáginaI12, periodista que viene difundiendo, diariamente, el conflicto en su programa radial. Es llamativo que muchos periodistas supuestamente críticos del gobierno nacional no vinculen lo sucedido con FM Identidad con su línea editorial y los contenidos de sus programas, con su abrupto final.
A la 92.1 la dejaron caer y el Estado se tomó vacaciones antes de tiempo. La AFSCA le dio la razón a los periodistas y trabajadores echados sin causa o con causas inventadas. Sin embargo, no movió un pelo para evitar que se concretase un traspaso repleto de irregularidades. Sabbatella se olvidó de su constante rigurosidad y su apego a la ley de medios. Hizo la "gran Telefé". Vorterix comenzará a transmitir de forma ilegal y, cuando las aguas se calmen, el gobierno regularizará su situación. “Todo pasa”, decía Julio Humberto Grondona.
A nadie le llamó la atención que el programa más ruidoso de FM Identidad haya sido eyectado antes de tiempo del aire. Entre difamaciones y agravios, Jorge Alberto Cassino -ex dueño de la 92.1 y supuesto socio actual de Sergio Szpolski- reconoció que censuraría "Ahora es Nuestra la Ciudad". Lo hizo en su propio programa. La censura está grabada pero la revolución -y nuestras respuestas- no fueron televisadas. El delito penal de discriminación está siendo investigado en el juzgado Nº9 a cargo de la Dra. Silvina Bruno. La comisaría Nº15 constató el pasado lunes por la medianoche, el acto de censura y discriminación a mis compañeros del programa que conduje durante cuatro años todas las noches.
Curioso es que, en un país en que los sabuesos de la AFIP se meten debajo de las sábanas de los críticos del gobierno, extraña suerte tuvo el supuesto antikirchnerista. Desde 2011, Cassino a la fecha emitió 326 cheques con diversos problemas. 326 por un monto superior a los 6 millones de pesos. Se calcula que Cassino vendió, de forma fraudulenta, su radio en un 100% a Szpolski en 800 mil dólares, según informó La Nación. Casualmente, una cifra equivalente a las deudas del director de Parknet Argentina, Sol S Latinoamericana y Zirma SA que gestionaba FM Identidad. Lo de Cassino es figurita repetida. En 1991 tuvo su primera cesación de pagos en Coctin SA.
A pesar de que públicamente, Cassino dijo que la radio le daba pérdidas y que, por esa razón, había decidido venderla, ésta también fue "su década ganada". Propietario de un condominio en Miami, el autor de "El perdón nunca llega" registró una sociedad en la ciudad costera norteamericana con Christian Finkelberg, relacionado con la red de empresas de Fernando José Horigian vinculado con Juan Pablo Lemarchand. Como publicó Perfil.com, Lemarchand era socio comercial en At Cranes USA Corp y Móvil Bahía Inc con el primo de Juan Suris, Luciano Gabriel. El mundo es un pañuelo.
La mujer de Cassino, Laura Azucena Juárez, también comparte extrañas sociedades anónimas fuera del país y con su hijo Federico. Así aparece Icor Investment LLC., conformada en octubre del 2012, supuestamente cuando comenzaban los problemas financieros del empresario radial.
Por estas razones, el personal despedido de FM Identidad, como José Luis Zorzi y Patricia González están convencidos que se vacío la empresa adrede. Ante el hallazgo,Cassino decidió despedirlos mientras enviaba a personal de seguridad privada de la empresa Murata a que les prohibieran el ingreso al edificio en el que trabajaron durante diez años. Horas después, haría lo mismo con los periodistas de “Ahora es Nuestra la Ciudad”, que se solidarizó con los despedidos.
El caso FM Identidad amenaza con transformarse en otra espina de un zapato. El gobierno de "todas las voces" cerró el pico y la rebeldía de Pergolini se apagó,como las luces del estudio de FM Identidad.
Fuente: Perfil.com