sábado, 20 de diciembre de 2025

Una muerte en Olivos, un presidente que se ríe

Por: Sergio Olguín

Al señor presidente se le ha muerto alguien en su propia casa, en la casa que habita mientras dure su mandato. Un granadero que estaba ahí para cuidarlo a él y a su corte de los milagros. Los partes oficiales dicen que se suicidó, que tenía deudas. Rodrigo Gómez se llamaba el soldado que pertenecía al Escuadrón Chacabuco, que forma parte del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín del Ejército Argentino, encargado de la seguridad presidencial en la quinta de Olivos. Era un pibe de 21 años, que seguramente soñaba con servir a la patria, independientemente de quien estuviera en el poder. Se habrá imaginado mil veces firme saludando con una venia al primer mandatario. En treinta años tal vez hubiera llegado a conocer a seis o siete presidentes distintos, pero no. Se pegó un tiro, dicen los partes oficiales. ¿Y qué hace el señor presidente a las pocas horas? Se va a su streaming favorito y se caga de la risa. Hace chistes, se muestra feliz, mientas los padres de Rodrigo Gómez viajan en auto desde Misiones para que el señor presidente les devuelva el cuerpo de su hijo. Ellos vieron salir a un pibe con futuro, a un granadero con sueños y el presidente les devuelve un cadáver. ¿Dónde está lo gracioso? ¿Lo divierte que sus payasos a sueldo deshonren al soldado muerto en su streaming favorito acusándolo de timbero? ¿Le pareció correcto traer a sus padres en un auto recorriendo 1100 kilómetros en vez de poner a su disposición algún avión de los que usa el propio presidente?

Ahí mismo, en ese programa, el señor presidente se burló de la gente reprimida en la protesta habitual de los miércoles. Confesó estar al tanto de cada ataque realizado por las fuerzas de seguridad (Policía, Gendarmería y Prefectura) con camiones hidrantes, que él se mantiene en diálogo con la ministra del área (suponemos que con la actual, pero muy probablemente también con la anterior). El presidente se reía, se deleitaba llamando "la caprichosa" al camión hidrante, como si atacar a jubilados indefensos fuera algo que causa risa.

Sus ataques no solo son indecorosos, también son cobardes, porque siempre ataca a los más débiles, reprime a los que no pueden ni comenzar a defenderse. Rocían gas pimienta y se esconden, intentan matar a un fotógrafo y se esconden, pegan palazos entre diez a personas tiradas en el piso. Una policía y demás fuerzas de seguridad hechas a imagen y semejanza del señor presidente.

Este gobierno debe ser el primero de la historia que manifiesta a los cuatro vientos el placer que le produce reprimir, perseguir, intimidar a sus opositores. Hay que reconocerle un mérito al señor presidente: sus declaraciones encontraron eco en un sector de la sociedad, que también disfruta con la violencia estatal y que viene pidiendo mano dura desde 1983. Ese sector por fin tiene un gobierno de mano durísima y descontrolada.

El presidente disfruta de esa impunidad que le confiere haber ganado nuevamente las elecciones, a pesar de las denuncias, de sus políticas y de su violencia. Esa impunidad que le permite insistir en quitarles derechos a los discapacitados, que no duda en desfinanciar a la educación, regalar nuestras riquezas, impedir que se desarrollen las industrias de conocimiento, que quiere un país de adolescentes y jóvenes atrapados entre aplicaciones de timba y trabajos basura. Hay que odiar mucho a un país para disfrutar con destruir su cultura, su educación, sus avances científicos, sus bienes intangibles que nos destacaron históricamente en todo el mundo. Pasamos de ser un país reconocido por su cine, su literatura, su arte, su alto nivel de alfabetismo, a ser la colonia mimada de una potencia desquiciada, ávida de expoliar todo a su paso. Galtieri también se creía el niño mimado de Estados Unidos antes de la Guerra de Malvinas.

Toda acción política contra este gobierno debería tener un principio rector: borrarle la sonrisa malvada y bobalicona que acompaña al señor presidente en cada una de sus declaraciones. Hay que hacerlo enojar y sobre todo, hacerlo dudar de que su éxito es tan arrollador como piensa. Que una Plaza de Mayo llena de opositores es solo la punta del iceberg de una sociedad que está harta. Que si de la vereda de enfrente no ve líderes que le compitan, que sepa que la gente tarde o temprano los encuentra.

Hace veinticuatro años, un gobierno en retirada, que había traicionado todos los principios que lo habían llevado al poder, se despedía reprimiendo y matando. No es casualidad que ese gobierno y el actual compartan integrantes nefastos. Como ocurrió con los cómplices civiles de la última dictadura, como ocurrió después de la caída de De La Rúa, la sociedad argentina no supo o no quiso juzgar a los responsables de esos desastres. Gente como Patricia Bullrich o Federico Sturzenegger deberían haber estado presos e inhabilitados para ocupar cargos públicos. Muchos empresarios del Círculo Rojo (o sus predecesores en el cargo) deberían también haber sido acusados por complicidad de la dictadura. No lo hicimos y hoy siguen tomando decisiones que perjudican a los sectores populares. Mi mayor deseo (aprovechando el espíritu navideño y findeañero) es que no volvamos a cometer el mismo error. Que los responsables de este gobierno, sus cómplices judiciales, empresariales y sindicales, todos terminen tras las rejas y no puedan volver a ejercer el poder.

Señor presidente, señor presidente. Debería haberle escrito una carta abierta para decirle estas cosas, pero es inútil porque usted no oye, salvo a sus bufones disfrazados de funcionarios o periodistas. No oye ni ve, como le ocurre al turista en una playa minutos antes de un tsunami. Usted se cree poderoso y lo es. Se cree capaz de todo y lo es. Su maldad, que nos enoja y nos deja perplejos, le despierta regocijo. Señor presidente, tiene que saber algo. Antes de usted hubo otros presidentes que incluso fueron más poderosos, más sanguinarios, más convencidos de estar librando una guerra santa. No olvide nunca, señor presidente, que uno que lo antecedió en su plan de hundir al pueblo argentino terminó sus días en una cárcel común, murió cagando en el inodoro de su celda. No lo olvide, señor presidente, cada vez que apoye las nalgas en su propio inodoro.
Fuente: Diario PáginaI12

La memoria no se rinde. A 24 años, la salida sigue siendo colectiva

A 24 años del 19 y 20 de diciembre de 2001, la memoria volvió a escribirse en el pavimento y en los cuerpos. Frente a los Tribunales provinciales, en Balcarce al 1600, organizaciones sociales, barriales, sindicales, culturales, políticas y de derechos humanos se reunieron para homenajear a las nueve víctimas de la provincia de Santa Fe, abrazar a sus familias y volver a exigir justicia. Entre nombres que retumbaron como presentes y ahora y siempre, el reclamo por el fin de la impunidad y el tratamiento de la Ley de Reparación Histórica se hizo una vez más colectivo, acompañado por imágenes, palabras y gestos que sostienen la memoria y la lucha que no se rinde.

24 Años del 2001
"𝘗𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘢𝘯𝘥𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘢, 𝘦𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘺 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘢𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢ñ𝘢𝘯 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘯 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘥𝘪𝘨𝘯𝘰", nos decía Celeste Lepratti, hermana de Pocho.

"El tiempo no pasó para nosotres, parece que fue ayer que asesinaron a nuestros seres queridos", menciona Mary Martínez, esposa de Rubén Pereyra.

"No hay un día que no pensemos en Ellas, Ellos", suma Lila García, mamá de Yanina.

"Nosotros quedamos con una herida que no cierra, nos marcó para siempre", sentencia José Acosta, hijo de Graciela Acosta.
24 años pasaron. Son hijes, madres, padres, hermanas, hermanos, esposas… sus familiares, que cada 19 y 20 cuentan la otra historia: la de sus vidas, que en esos días cambiaron para siempre. Y cada 19 y 20 la herida sangra y desgarra, pero no paraliza, porque como siempre exclaman, la salida es colectiva y la Justicia la hacemos entre Todes.

Así entonces relata Natacha, integrante de Arte x Libertad: con un mate, con muchas bicicleteadas sembrando linos rojos, en los colores de cada mural, con charlas largas y sentidas, en cumpleaños, con la risa en desparpajo, entre lágrimas, bailando un chamamé, con antorchas ardiendo corazones en la estación, en carnavales embrujados, buscando la luna en la cara de Lila, pateando el barrio, en la cocina, en las marchas vestida de mareas en verde y violeta, a la sombra de los ceibos, bajo las innumerables estrellas que tiene el campo, en ciudades alucinadas, con el viento, la rebeldía y las hormigas. Caracterizando a Cele, la Asamblea también construye desde hace 24 años la Memoria, el homenaje y el NO olvido, remarcando la huella que nos dejaron para que las sigamos pisando hacia el camino de la construcción popular: "confiar en el camino que trae de vuelta lo que amamos. Vemos que hay horizonte claro, un sendero señalado y mucha tarea por continuar".
Y aquí estamos, en el andar espiral que nos supo reunir y nos vuelve a reunir cada vez, como es hoy, como será.

En estas jornadas nos movilizamos en Rosario a 24 años: contra el hambre que sigue siendo un crimen, contra la entrega del país nuevamente al FMI, a las multinacionales, contra el saqueo y la represión, con la bronca y el dolor de tanta crueldad implementada por el gobierno de Javier Milei.

En 2001, las calles fueron los cauces naturales de un río de pueblo que desbordó las estructuras y enfrentó y tumbó a un gobierno sordo y su plan económico de miseria, crisis hija del modelo neoliberal de los años 90. Hoy decimos que Milei nos enfrenta a un endeudamiento voraz que nos impacta directamente al pueblo trabajador, a les pibas y pibes en los barrios, a las compañeras en los comedores, a la precarización aún mayor de nuestras vidas. "El invierno eterno no existe, si despertamos se va!", andaba predicando el Pocho con su bicicleta.
Por ello, esta tarde convocamos a marchar en Rosario porque significa reivindicar la memoria rebelde que no calla; salir por la rebelión del 19 y 20 y por la masacre de 2001, por el asesinato de 33 víctimas, nueve en nuestra provincia, a manos de la policía de Reutemann en Santa Fe. Este 19 y 20 unimos la lucha contra la impunidad junto a los Familiares de las víctimas de gatillo fácil: hubo más de 9000 casos desde 1983. También marchamos por el cierre de las causas a los trabajadores detenidos por luchar contra la reforma jubilatoria de Pullaro.

"No hay hojas, no hay flores, no hay frutos, entonces sostengamos las raíces", escribió Pocho Lepratti en una de sus agendas. Por eso volvemos al 2001 cada año, cada día y cada vez que buscamos justicia, hacemos memoria, soñamos y trabajamos en la construcción de los proyectos colectivos que son la base del trabajo de hormiga.
¡La Lucha Sigue!, ¡La Salida es Colectiva!
Yanina García, Marcelo Pacini, Graciela Machado, Rubén Pereyra, Walter Campos, Ricardo Villalba, Juan Delgado, Graciela Acosta, Claudio "Pocho" Lepratti, ¡presentes!
No olvidamos, no perdonamos. 39 Presentes ahora y siempre!

Asamblea 19y20 Rosario - #LaJusticiaLaHacemosEntreTodxs

24 años de los hechos de 2001: el testimonio de María Martínez, viuda de Rubén Pereyra 
Cada 19 y 20 de diciembre, el país recuerda la rebelión popular y la masacre de 2001: 39 vidas arrebatadas, cientos de heridas que aún duelen. Como cada año, familiares de las víctimas se reúnen, acompañados por gremios y organizaciones, para exigir justicia y reparación. Frente a los Tribunales Provinciales, sus voces se alzan, firmes y conmovedoras.
Frente a Tribunales estaba Mari Martínez, compañera de Rubén Pereyra, que habló desde el corazón: "Gracias a todos por estar hoy acá. Yo era familiar de Rubén Pereyra. Rubén fue asesinado en Barrio Las Flores, a través de la escuela 1257. A 24 años seguimos pidiendo justicia porque no se hizo nada en la causa. Hoy mi hija tiene 26 años, tengo un nieto de 3 años, y seguimos exigiendo justicia que nunca la vimos".

Sus palabras atravesaron el aire con la memoria de quienes no tuvieron voz: "También por todos los asesinados que hoy no tuvieron justicia. Los chicos de Graciela Acosta, que cada año se han quitado la vida. Ya creo que van tres chicos que se han quitado la vida en el aniversario de su mamá. Que es muy triste eso".

El tiempo no borra el dolor, y la conversación con su hija lo recuerda con crudeza: "Hoy anoche hablando con mi hija me decía: mamá, ya pasaron 24 años, tenés que soltar, tenés que dejar de escribir cosas de papi. Y yo le explicaba a mi hija que no se puede. Yo tenía 17 años cuando Rubén se me murió en mis brazos y no pude hacer nada para salvarlo. Hace 3 años intenté suicidarme. No pensé ni en mis hijos".

Mari narra la vida que siguió, marcada por la ausencia y la lucha constante: "Yo seguí mi vida, yo tengo mis hijos y ahora tiene 26, tengo una nena de 14, tengo un nene de 11. Pero la vida es muy dura para nosotros. A veces yo veo toda esta gente acá y todos los políticos que todos los años vienen y nos abrazan y nos dicen ‘estamos con vos’. Y después todo el año se olvidan de los familiares de diciembre del 2001".

"Yo creo que lo único que siempre estuvieron fueron los chicos que hoy están acá pintando, que siempre nos ayudan. Las vacaciones que tenía mi hija cuando salía de vacaciones de la escuela en enero era ir a la casa de Herminia Severini, fundadora de la agrupación Madres de la Plaza 25 de Mayo de Rosario. Hoy estábamos recordando justamente eso. Mi hija usaba lentes desde los 7 años, y la que le cubría los gastos siempre fue Alicia Gutiérrez, que fue una diputada acá de Rosario, junto con la Cele Lepratti. Nosotros nos sentimos abandonados a 24 años porque la mamá de Yanina García hoy no pudo estar acá porque también tiene problemas de salud".
No habló solo de su familia, sino de todos los sobrevivientes marcados por la violencia: "También pido por los chicos que están heridos que hoy ya son todos unos hombres, pero tienen sus balas alojadas en su cuerpo y no pueden seguir trabajando con un trabajo estable. Hay un chico que perdió los ojos que siempre lo nombro, porque hoy está sin su lente, que sale carísimo, y el seguro del trabajo no se lo cubre la obra social. Y todos los años que ha venido acá, todos le han prometido, y hoy está ese chico sin su lente porque no tiene los medios para comprarse".

La solidaridad surge entre el dolor y la memoria: "Después los otros heridos están en Las Flores ayudando a la gente. Se armó un grupo de chicos heridos de Las Flores que están ayudando a la Plaza Itatí, que están dando comida a todos los necesitados y contando la historia de ellos, ¿no? Cómo pasó lo del 2001. Me gustaría que se recuerde el 2001 con todos los 39 fallecidos y miles de heridos, no con un helicóptero saliendo de la Casa Rosada, como siempre escribo".

Y cerró con un pedido que retumba con fuerza: "Nada más. Justicia y que se haga algo por la reparación histórica".
Fotos: Paula Sarkissian

viernes, 19 de diciembre de 2025

Libertad de expresión en disputa: el Concejo de Rosario respaldó a periodistas y La Libertad Avanza votó en contra

En la última sesión de prórroga del período 2025, el Concejo Municipal de Rosario aprobó por mayoría una declaración de apoyo a periodistas argentinos y a organizaciones profesionales y de derechos humanos que denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hechos que afectan la libertad de expresión. El bloque de La Libertad Avanza votó en contra y fundamentó su postura, mientras que la autora de la iniciativa, la concejala Norma López (Comunidad), defendió el proyecto y el rol democrático del periodismo.

La iniciativa fue tratada como expediente 277739, proveniente de la Comisión de Igualdad. El proyecto recibió 22 votos afirmativos y 6 negativos, correspondientes a los bloques La Libertad Avanza y Nación y Libertad.

Desde Secretaría se anunció formalmente: "Expediente de la Concejala Norma López, número 3. Es una declaración. El Concejo Municipal expresa su solidaridad y apoyo a periodistas argentinos y organismos, organizaciones profesionales y de derechos humanos que han expuesto sobre hechos que afecta la libre expresión en el territorio nacional. Ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la Comisión de Igualdad, expediente 277739".

El voto negativo de La Libertad Avanza y la intervención de Anabel Lencina
La presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, otorgó la palabra a la concejala Anabel Lencina (La Libertad Avanza), quien fundamentó el voto negativo de su bloque. Durante la lectura inicial de un texto que la edil había preparado se produjeron cuestionamientos desde el recinto, vinculados a la pertinencia de leer íntegramente la intervención. Ante esa situación, la presidenta aclaró que la concejala se encontraba en uso de la palabra y que estaba habilitada a leer su fundamentación, e invitó a canalizar cualquier debate reglamentario al respecto en una reunión de Labor Parlamentaria.
Luego de la aclaración, Lencina decidió comenzar nuevamente su exposición y leyó de manera completa el siguiente texto: 
"Señora Presidente (así la denominan los integrantes de LLA), concejales y estimados ciudadanos.
Este expediente se presenta bajo la invocación de un valor noble y compartido en la Constitución, la libertad de expresión. Nadie en este recinto, y mucho menos quienes defendemos la libertad, podría desconocer la centralidad de este principio en una República Constitucional. Y justamente, por respeto a las ideas de Alberdi y a esta Constitución, este proyecto debe ser rechazado.

Desde nuestro bloque partimos de una premisa muy clara y esta es su mejor definición. El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Como enseña el profesor Alberto Venegas Lynch, hijo, frase divulgada a nivel mundial por nuestro prócer de la libertad, Javier Milei, el primer presidente liberal libertario de la historia de la humanidad.

Para nosotros, menos poder estatal es más libertad individual. Menos discrecionalidad política es más autonomía social.

Quisiera aclarar que el expediente se apoya en denuncias efectuadas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sin embargo, corresponde efectuar una distinción jurídica elemental que este proyecto omite.

La mera presentación de una denuncia no constituye un hecho aprobado. Ni una declaración de responsabilidad, menos una violación constatada de derechos humanos. Este expediente es construido sobre una interpretación sesgada de informes que omite reconocer que todos tienen derecho a expresarse, incluso el Presidente.

Sí, incluso el Presidente, porque él también es ciudadano argentino y también tiene derecho a defenderse de los ataques que reciba. En este sentido, es muy importante destacar una noticia de último momento. Hace apenas unas horas, la Justicia ordenó reabrir una causa contra una periodista por sus dichos contra el Presidente y su hermana*.

Las expresiones cuestionadas refieren a la vida privada del Presidente como persona y no a su carácter de tal. Lo que vuelve a poner en debate la moral de ciertos sectores del periodismo que se declaran ofendidos, cuando en realidad son ellos quienes incurren en la agresión. La defensa de la libertad de expresión no puede ser selectiva.

El proyecto utiliza el tema para desprestigiar al Gobierno Nacional, construyendo un falso cuadro de censura previa que no existe en nuestro país. Este Concejo es un órgano de representación de los intereses de los rosarinos que nos votaron para proponer soluciones sobre los problemas propios de la ciudad. En contexto de demandas sociales urgentes, la prudencia institucional exige priorizar la agenda local, evitando declaraciones que no resuelven conflictos concretos y no mejoran la vida de la gente.

Por último, quiero destacar que pertenecemos a un partido cuyo nombre justamente es el de La Libertad Avanza, representando en la provincia, representado en la provincia, por nuestra máxima referente, la diputada Romina Díez, bajo el liderazgo de nuestro Presidente, Javier Milei, que desde el principio da la batalla en favor de la construcción de este milagro argentino, el que si Dios quiere, llevaremos delante en la Ciudad. Por eso es que el voto de nuestro bloque es negativo. Gracias, señora presidente".

La respuesta de Norma López y la defensa del proyecto
A continuación, pidió la palabra la concejala Norma López, autora de la declaración, quien explicó los fundamentos del expediente y respondió a los cuestionamientos planteados:

"En principio voy a hacer una aclaración, en algunos párrafos voy a leer, sobre todo por respeto a las y los trabajadores de taquigrafía que son quienes también sustentan nuestro reglamento interno.

Quiero decir que esta declaración que voy a pedir luego que sea leída por secretaría en su aspecto resolutivo, está basada en la situación de persecución que han sufrido comunicadoras y comunicadores en nuestro país, pero que surgió además luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos planteara la necesidad de visitar Argentina por las denuncias que tenían sobre hostigamiento a la labor periodística y además el hostigamiento que sufren algunos organismos de derechos humanos.

Pero quiero hacer también mención de cuáles son estas instituciones que se han presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Por ejemplo, el Foro de Periodismo Argentino, FoPeA, lejos está FoPeA de ser un organismo conducido desde algún sector del peronismo, del kirnerismo, algún sector que esté ligado al antimileísmo.

La organización FoPeA nuclea la diversidad de opiniones de muchos formadores de opinión pública justamente que lideran distintas franjas de la comunicación en nuestro país. También forma parte de esta denuncia Amnistía Internacional y el Centro de Estudios Legales y Sociales que tienen una extensa trayectoria y que han defendido históricamente el derecho a la libertad de expresión y a la libertad de trabajo.

La libertad de expresión cabe para todo el pueblo argentino y la libertad de trabajo no solamente resguarda los fundamentos de lo que significa la libertad en las editoriales y la libertad de pensamiento en comunicadores y comunicadoras.

Pero además quiero hacer referencia a lo que hemos introducido en este expediente como uno de los considerandos para argumentar el porqué de esta declaración. El informe anual 2024 de FoPeA actualizado a septiembre de 2025, indica que se han registrado 226 agresiones a periodistas, atribuyéndose casi la mitad de ellas al accionar directo del presidente Javier Milei, lo que evidencia una escalada de hostigamientos, deslegitimación pública, agresión verbal desde altas esferas gubernamentales, prácticas incompatibles con los estándares democráticos vigentes.

Para quienes nos hemos formado en ámbitos académicos o en ámbitos laborales en materia de comunicación y periodismo, sabemos que el valor de una comunicación democrática debe privar, no solamente para garantizar la opinión de trabajadores de la comunicación, sino también en la transparencia informativa de todos los gobiernos, porque tiene que ser uno de los pilares democráticos de todo lo que significa una estructura gubernamental y de una República.

Por otro lado, hay distintas leyes que avanzan en lo que significa el derecho a la información. Como comunicadora, como periodista, es que avancé y presenté este proyecto y que no tiene ni más ni menos que la necesidad de hablar justamente de la escasa participación democrática intentada desde las altas esferas y que habla también de que estamos en riesgo la institucionalidad democrática, lo peor que podemos hacer es acallar a periodistas, a comunicadores y comunicadoras y además, más allá de lo que ha acabado de informar la concejala preopinante acerca de una acción judicial que han incorporado contra una comunicadora, lo que quiero decir que no se puede asimilar lo que significa la simetría en relación al poder que tiene el Presidente de la Nación sobre el resto de los ciudadanos y ciudadanas y por eso es que más aún necesitamos de un compromiso.

Y este cuerpo, que es el cuerpo político que representa la mirada democrática de la ciudad, que representa las distintas palabras y posicionamientos políticos y expresiones populares, porque cada uno de nosotros y cada uno de sus vecinos, nosotras, estamos sentados aquí por voluntad del pueblo de Rosario y nuestro deber es defender las instancias democráticas, entre ellas la libertad de expresión, la libertad de pensamiento y el respeto a lo que significa el trabajo digno de comunicadores y comunicadoras".

Escuchá este debate:

El respaldo del Sindicato de Prensa Rosario
Tras la aprobación de la declaración, el Sindicato de Prensa Rosario (SPR) difundió un comunicado en apoyo a la iniciativa del Concejo: Destacamos y apoyamos la declaración del Concejo Municipal rosarino en solidaridad con las y los periodistas y con las organizaciones profesionales y de derechos humanos afectados en el derecho a la libertad de expresión en nuestro país, situación expuesta ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por esas organizaciones. La iniciativa pertenece a la edila Norma López en un firme respaldo a las y los trabajadores de prensa que venimos sufriendo agravios, persecución y violencia física en las coberturas periodísticas.

El texto de la declaración señala la "escalada de hostigamientos, deslegitimación pública y agresión verbal desde altas esferas gubernamentales, prácticas incompatibles con los estándares democráticos vigentes. Que se denunciaron ante la CIDH discursos violentos, judicialización abusiva de periodistas y acciones que podrían configurar mecanismos de censura previa, afectando el secreto profesional y el derecho a la información, situación expresamente prohibida por el sistema interamericano".

La declaración, a la que se opone el bloque de ediles de la Libertad Avanza, resalta además que "el derecho al acceso a la información pública -reconocido por la Ley Nacional 27.275 y por principios republicanos de transparencia-se ha visto restringido por decisiones y omisiones del Gobierno Nacional, afectando la rendición de cuentas, la participación ciudadana y el ejercicio del control social institucional".

"Reclamamos a nuestrxs legisladores que respalden de modo explícito esta declaración de apoyo al trabajo periodístico en un marco de respeto a la libertad de expresión, la pluralidad de voces, la transparencia informativa y la consideración a la comunicación como un derecho humano inalienable. Resguardar la libre circulación de la información, expresada en el trabajo periodístico es defender la vigencia real de nuestra democracia", señaló el gremio de prensa.

*La causa judicial mencionada en el debate
Durante su intervención, la concejala Lencina aludió a una "noticia de último momento" vinculada a la periodista Julia Mengolini. Al respecto, se informó que la Sala I de la Cámara Criminal y Correccional Federal, integrada unipersonalmente por el juez Pablo Bertuzzi, revocó el sobreseimiento de la periodista y abogada y ordenó la prosecución del proceso iniciado por una querella del presidente de la Nación, Javier Gerardo Milei, por el delito de injurias.

El tribunal consideró que las expresiones cuestionadas no podían quedar automáticamente excluidas del ámbito penal por no encuadrar, según su criterio, en un "asunto de interés público" en sentido estricto.

Sobre este punto, el constitucionalista Gustavo Arballo advirtió que el razonamiento es conceptualmente incorrecto. Señaló que el artículo 110 del Código Penal no limita la atipicidad solo a expresiones de interés público, sino que también protege opiniones, juicios de valor y manifestaciones críticas, incluso cuando resultan ofensivas o provocadoras. Según Arballo, reducir la protección penal a una noción restrictiva de interés público genera una falsa dicotomía que desconoce el alcance real de la libertad de expresión, especialmente en el debate político.

El especialista agregó que, tratándose de figuras públicas, lo personal también forma parte de lo político y advirtió que, con el estándar aplicado en este caso, la crítica política quedaría expuesta a una judicialización permanente, con jueces convertidos en árbitros constantes del discurso público.

Texto completo de la declaración

jueves, 18 de diciembre de 2025

Disparar para silenciar: la represión que quiso borrar la imagen de Pablo Grillo

Este miércoles 17 de diciembre se realizó el conversatorio 'Justicia por Pablo Grillo. La represión mileísta a trabajadorxs de prensa', en el marco de la 36ª Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino de ARGRA. Participaron Fabián Grillo, padre de Pablo; Claudia Cesaroni, abogada de la familia e integrante de la Liga Argentina por los Derechos Humanos; Juan Pablo Sarkissian (Sindicato de Prensa Rosario – SPR); y Ana Isla y Farid Dumat Kelzi (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina - ARGRA). El encuentro tuvo lugar en la Sala de las Miradas de Plataforma Lavardén, Mendoza 1085
Un plan sistemático de ajuste y represión
Edgardo Carmona, Secretario General del Sindicato de Prensa Rosario, denunció la política de represión sistemática bajo el gobierno de Javier Milei. "Se está desarrollando un plan que incluye 300.000 puestos de trabajo menos. En estos años, casi 20.000 empresas cerraron. Es un plan minucioso que también contempla la represión de movilizaciones", afirmó.

"La justicia social es presentada como una cuestión terminada, decadente", agregó, mencionando la eliminación de la salud pública, la educación pública, los derechos laborales y los derechos individuales. Amnistía Internacional informó que en los últimos dos años hubo 2.500 personas heridas en actos reprimidos, y al menos 200 periodistas resultaron heridos, además de numerosos detenidos ilegalmente. Carmona subrayó: "Este plan solo puede sostenerse con represión y silenciamiento: que la gente no participe y que el periodismo no pueda mostrar lo que ocurre".

Entre los casos más graves se encuentra el de Pablo Grillo, fotógrafo de 36 años, herido durante una movilización de jubilados frente al Congreso. Su padre, Fabián, lo acompaña en la recuperación, simbolizando la lucha por justicia: "Cada reprimido, cada encarcelado, cada ignorado forma parte de la historia real de un país que sufre. Nuestro compromiso es acompañarlos permanentemente para que este gobierno pague y se esclarezcan responsabilidades políticas".

El ataque y la noche de la represión
Pablo Grillo fue herido el 12 de marzo mientras registraba la marcha de jubilados frente al Congreso, cuando el gendarme Héctor Jesús Guerrero disparó una cápsula de gas lacrimógeno que impactó en su cabeza. Fabián aclaró que no hablaba en nombre de su hijo: "El intento de asesinato no funcionó. Él podrá hablar por sí mismo cuando sea oportuno".

Pablo atraviesa una recuperación sorprendente, seguida incluso por equipos de neurocirugía del Hospital Ramos Mejía. Volvió a tomar fotografías, documentando festivales internos del hospital: "Cumplió su rol de fotógrafo. Estaba contentísimo", relató Fabián.

El disparo no fue accidental. "Esa imagen no podía salir", dijo el padre. La represión comenzó antes de que la marcha se consolidara, golpeando a jubilados, hinchas y trabajadores de prensa. Mientras Pablo era operado durante nueve horas, Patricia Bullrich declaró públicamente que estaba detenido, acusándolo de ser un "fotoperiodista militante". "Le seguía pegando a Pablo mientras lo estaban operando. Inventaron un delito, lo juzgaron y lo intentaron ejecutar el mismo día", denunció Fabián.

Pablo sufrió un total de ocho operaciones. Su hidrocefalia generó retrocesos, pero con la colocación de la válvula empezó a revertirse; está recuperando la deglución y pronto podría dejar la sonda. Además, continúa terapias de kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional y salud mental.

Fabián destacó la importancia del compromiso de la sociedad civil. "De hecho, el sistema judicial debería estar avergonzado, porque la sociedad civil resolvió el hecho la misma noche en que ocurrió", sostuvo.

Gracias a los colegas de Pablo, a los testigos y a todas las personas presentes, explicó, ese mismo día el hecho ya estaba esclarecido. Fabián agradeció especialmente a los fotógrafos, fotoperiodistas, periodistas y a quienes manejan drones: las imágenes captadas fueron contundentes y clave para identificar al responsable.

Sin embargo, señaló, resulta increíble que, aun frente a lo que estaba siendo transmitido en directo, algunos sigan mintiendo sobre lo ocurrido. "Nos dicen que lo que vemos no es cierto", enfatizó, y reflexionó sobre la gravedad de la desinformación: si se miente sobre lo que todos podemos ver, ¿qué estará ocurriendo en los lugares opacos, que no conocemos? ¿Qué pasó con Santiago Maldonado? ¿Qué pasó con Rafael Nahuel?

Fabián cuestionó además la versión oficial difundida días después. Bullrich afirmó que la bala de gas lacrimógeno había rebotado tres veces antes de impactar en Pablo. Pero las imágenes mostraban otra cosa: no había estructuras metálicas, sino madera quemada. La munición atravesó un borde de esa madera como si fuera manteca; el disparo fue directo y no rebotó en ningún lado.

Por eso, concluyó Fabián Grillo, es necesario reflexionar sobre lo que ocurre en los lugares que no se ven. "Si mienten sobre lo que estamos viendo, ¿qué estará pasando en otros ámbitos, incluso en la economía?", se preguntó, subrayando la gravedad de la manipulación de la información y la necesidad de vigilancia ciudadana.

Patricia Bullrich y la legitimación del ataque
Claudia Cesaroni, abogada de la familia e integrante de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, señaló: "Patricia Bullrich estaba etiquetando a Pablo Grillo como un delincuente y decía que estaba detenido. La construcción de alguien como enemigo es lo que se hizo con Pablo".

Recordó que otras víctimas también fueron atacadas ese día: una niña gaseada y un hincha de Chacarita que perdió un ojo. "Quienes mostraban lo que estaba pasando fueron construidos como enemigos. Ese intento de Patricia Bullrich de legitimar el intento de homicidio fue central".

"Hago un paréntesis: la querella está integrada, en mi caso, por la Liga Argentina por los Derechos Humanos, donde soy abogada, y por otra compañera, Agustina Lloret, del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Son las organizaciones que eligió la familia de Pablo para acompañarlos en la querella y en la presentación de su caso", acotó.

Respecto al procedimiento jurídico, Cesaroni explicó que, en cuanto a la parte legal, el hecho ocurrió el 12 de marzo y el 21 de marzo la familia se presentó acompañada por los abogados y el CELS. "Nos presentamos acompañando a Fabián, a Mari —su esposa y mamá de Pablo— y a Emiliano, es decir, a la familia de Pablo. Inmediatamente pedimos que se cite a prestar declaración indagatoria a la persona que ya ese 21 de marzo sabíamos que era el autor del disparo contra Pablo: el gendarme Héctor Jesús Guerrero".

La abogada precisó cómo identificaron al responsable: "¿Cómo lo sabíamos? Porque había centenares de fotos y videos, no solo en bruto, sino analizados por los compañeros del Mapa de la Policía, lo que nos permitió identificar claramente que el autor del disparo era Héctor Jesús Guerrero. Todo ese material lo aportamos al expediente. El juzgado que interviene es el Juzgado Federal N.º 1, a cargo de la doctora María Romilda Servini".

Cesaroni agregó que, desde el primer momento, se señaló la responsabilidad de Guerrero, pero también se pidió que se responsabilice penalmente a los superiores: "A Patricia Bullrich, al comandante jefe de la Gendarmería, y al jefe de los grupos específicos que estaban operando en la calle, en particular el grupo de Guerrero. Todo eso todavía no lo logramos. Lo único que hasta ahora hemos conseguido —que no es poco— es el procesamiento del gendarme Guerrero, que se dictó el 7 de octubre y fue apelado por los abogados de la Gendarmería".

Por último, destacó un aspecto clave del caso: "Quiero destacar algo muy importante: los abogados de Guerrero son abogados de la Gendarmería. Es decir, tienen su domicilio legal en la Dirección de Asuntos Jurídicos de la Gendarmería. Toda persona tiene derecho a defensa, por supuesto: puede defenderse con la defensa oficial o con un abogado particular. Acá, sin embargo, lo está defendiendo institucionalmente la Gendarmería. Esto significa que la Gendarmería está diciendo que lo que hizo Guerrero está bien. Porque si Guerrero estuviera acusado, por ejemplo, de violar a alguien o de robar un celular, no estaría la Gendarmería defendiéndolo. Lo está defendiendo porque entiende que lo que hizo fue un acto de servicio".
Fotoperiodismo y trabajo colectivo
Ana Isla y Farid Dumat Kelzi de ARGRA resaltaron la exposición al riesgo del fotoperiodismo. Pablo fue atacado por cumplir su rol profesional. Destacaron el Mapa de la Policía, que permitió reconstruir los hechos gracias al material aportado por reporteros y militantes.

Ana Isla, reflexionó sobre el trabajo de los reporteros gráficos y la exposición que implica: "Como reportera gráfica, al trabajar en la calle una pone el cuerpo, y efectivamente eso es lo que le pasó a Pablo: puso el cuerpo. Me parece muy importante destacar algo que ya mencionaron: el compromiso social y el compromiso profesional del fotoperiodismo. Pablo carga con toda esta represión sistematizada que está ejerciendo el gobierno. En Rosario quizás no tenemos exactamente el mismo protocolo, no se aplica de la misma manera".

En ese momento, Claudia Cesaroni interrumpió para subrayar lo que ocurre en Santa Fe: "Lo oculto acá son las cárceles".

Ana continuó: "Acá, el trabajo de reporteros y reporteras enfrenta otro tipo de violencias, que también son ejercidas desde distintos ámbitos del poder político. También es difícil trabajar en la calle en situaciones de balaceras, en barrios marginales donde matan pibes todos los días, y donde nosotros también estamos con el cuerpo expuesto en esa situación".

La credencial de reportero, de protección a blanco
Fabián Grillo agregó su mirada sobre la transformación de la labor del fotoperiodismo: "Como verán, no soy un pendejo: tengo unos años, he vivido bastante tiempo en este país y he visto el trabajo de la prensa durante muchos períodos. Y nunca como ahora la credencial de reportero pasó a ser un blanco y no una herramienta de protección. Eso es lo que al menos está ocurriendo en Buenos Aires. En otra época era un salvoconducto: te permitía acceder a los lugares donde informar. Hoy pasa a ser un blanco".

"Atentaron incluso contra compañeros que son de la élite del reportero gráfico, como es el caso de Rodrigo Abd", dijo Ana y Fabián señaló: "Ahí hay una foto de él, preciosa. Es un fotógrafo internacionalmente consagrado. Sacó fotos de misiles en Gaza, en Afganistán, y sin embargo acá, en Buenos Aires, recibió un chorro de agua que le provocó problemas auditivos. Es gravísimo, gravísimo".

El padre de Pablo reflexionó sobre la absurda militarización del trabajo periodístico en protestas sociales: "El hecho de que los reporteros tengan que ir a cubrir como si estuvieran en una guerra, con cascos y máscaras, es una locura. Es una protesta social, no una guerra. Mucha gente naturaliza eso. Hoy hubo personas que me preguntaron por qué no estaba con casco. Estaba sacando fotos. En una protesta social, ¿por qué habría que ir con casco? Sin embargo, ahora eso parece naturalizado. Parece que en una protesta social es necesario ir con casco".

Farid Dumat Kelzi, fotoperiodista, completó la visión sobre la exposición de los reporteros: "Con máscaras antigás nosotros acá, después de la realidad, se distingue el protocolo. Hay máscaras que se aplican, pero después de la marcha de Pablo el otro miércoles viajé a cubrirla y no pasó nada. Nada. Pero fui con Rodrigo Abd y le pregunté si tenía un casco para prestarme o una máscara para los ojos".

Farid remarcó la falsa sensación de seguridad que brinda la cámara: "Lo mío por ahí no va a pasar, que lamentablemente no sucede. Porque, como decía, a Rodrigo le pasó, le pasó a Pablo Piovano, a muchos compañeros. A Tomás Cuesta hace poco también lo metieron preso por documentar su trabajo. Uno va a reportar, a mostrar lo que pasa, y lamentablemente no sabe si va a volver a su casa, si se prepara para ir a una guerra o si está yendo al Congreso de la Nación".

El fotoperiodista cerró subrayando la unidad y la solidaridad de los colegas: "Siempre estamos preocupados por nuestros colegas, tanto en Rosario como en Buenos Aires, y dispuestos a colaborar entre nosotros".

Fabián Grillo relató cómo se reconstruyeron los hechos que llevaron al ataque contra su hijo Pablo: "Lo que se hizo para reconstruir los hechos tuvo mucho laburo. Kaloian Santos, con la foto que aportó, ese mismo día intuyó que había captado al agresor y se quedó hasta las 4 de la mañana revisando las imágenes para descubrir y ver el nombre de la persona. Se hizo un trabajo minucioso de revisión de archivos, y así se pudo detectar quién disparó. Uno podría pensar que un fotoperiodista que identifica a un agresor en una movilización debería ser premiado. Bueno, a Kaloian Santos lo echaron de su trabajo en la Secretaría de Cultura de la Nación. Desde el punto de vista de ellos tiene lógica, pero desde lo humano no: debería haber sido premiado. Es increíble. Además, la gravedad se origina desde el mismo Estado represor".

Estela Hernández recordó el contexto político y social: "Con un presidente que dice que hay que odiar, que no se odia lo suficiente a los periodistas, ya desde ese marco —que es una aberración— estábamos viviendo en un clima de locura. Esto también remite al caso de José Luis Cabezas: después del asesinato hubo responsabilidades judiciales involucradas. Quería destacar el aporte de los reporteros gráficos que se ponen al frente, que se adelantan. Sin esas fotos, sin esa circulación de imágenes, los cuerpos hubieran quedado tirados ahí sin que se supiera qué había pasado".
Doctrina de seguridad continental
Ese análisis fue profundizado por Oscar Lúpori, integrante del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, sacerdote fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en Rosario y Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario.

Lúpori advirtió que lo ocurrido con Pablo Grillo no responde únicamente a decisiones de un gobierno argentino, sino que se inscribe en una doctrina de seguridad continental. En ese marco, señaló que el enemigo ya no es el comunista ni el socialista, como en otras etapas históricas, sino el "crimen organizado", el "terrorismo" y el "narcoterrorismo".

Ese desplazamiento conceptual, explicó, permite presentar la protesta social como desorden, violencia o terrorismo, y justificar así la represión. En ese sentido, recordó que Patricia Bullrich sostuvo públicamente que era necesario "mantener el orden" para garantizar el progreso, argumento con el que luego lanzó el protocolo de seguridad.

Lúpori alertó también sobre el perfil de la nueva ministra de Seguridad de la Nación, Alejandra Monteoliva, a quien definió como una académica convencida de esta doctrina, con antecedentes como asesora de Nayib Bukele, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Esa continuidad, señaló, demuestra que no se trata de improvisación ni de excesos individuales, sino de una planificación estructural.

Como ejemplo del alcance regional de esta doctrina, mencionó la presencia creciente de fuerzas militares y ejercicios conjuntos en zonas estratégicas, como el Caribe y las fronteras del norte argentino, y la militarización de territorios populares bajo el argumento del combate al narcotráfico.

El diálogo con el gobierno nunca existió
Fabián Grillo aseguró que jamás nadie del gobierno nacional se comunicó con la familia. "De ninguna instancia", remarcó. Contó que intentaron establecer contacto en varias oportunidades, incluso cuando Patricia Bullrich fue a votar. "Fuimos con mi hijo Emiliano. Pasó con vidrios polarizados y custodia. Nunca hubo diálogo".

Luego, recordó, tanto Bullrich como el vocero presidencial Manuel Adorni afirmaron públicamente que la familia había cortado el diálogo. "No se puede cortar algo que nunca existió", sostuvo. Si bien dijo que le gustaría hablar con Bullrich e incluso debatir públicamente, admitió que a esta altura cualquier gesto resultaría hipócrita.

En contraste, destacó la solidaridad popular recibida desde el primer día. "Es algo precioso", dijo. Mencionó el acompañamiento de los pibes de Independiente, los amigos del barrio, los gremios y figuras históricas del club como Pancho Sá, el Chivo Pavoni y Ricardo Bochini, quien incluso fue a visitar a Pablo al hospital.

También recordó los carteles en distintas canchas y el mural realizado en Díaz Vélez e Yrigoyen, frente a la estación Darío y Maxi, realizado por escenógrafos de La Renga. Agradeció, además, la solidaridad de artistas como La Renga, León Gieco, Ricardo Mollo, Ariel Prat y tantos otros que expresaron públicamente su apoyo.

No es un error: es un sistema
La conclusión compartida por los participantes fue contundente: el ataque contra Pablo Grillo no fue un accidente, ni una desviación personal de un gendarme, ni un error operativo. Fue el resultado de un marco político, discursivo e institucional que define enemigos internos, habilita la violencia estatal y luego intenta legitimar sus consecuencias.

Para finalizar el encuentro, Edgardo Carmona afirmó: "Quiero quedarme con el relato de Pablo luchando, mejorando, rodeado de amor. Más allá de los análisis políticos, me quedo con la resistencia. Hay coraje, hay amor, hay valentía; no hay resignación. Vamos a seguir peleando por el futuro que nos merecemos. Hay vida después de Milei: nos toca animarnos a conquistarla".
Fotos: Julia Carmona

miércoles, 17 de diciembre de 2025

Néstor Sappietro 1962–2025

Las causas que no se rinden
El periodista, escritor y docente rosarino Néstor Sappietro murió este miércoles a los 63 años. Se fue una voz singular y profundamente querida de la cultura rosarina, un narrador de historias mínimas y esenciales que encontró en la radio, la escritura, la docencia y la creación audiovisual un territorio propio desde el cual decir el mundo sin alzar la voz, pero sin retroceder un paso.

Néstor Sappietro fue periodista, escritor y realizador audiovisual. Su trayectoria estuvo marcada por una relación profunda con la radio, el periodismo narrativo y la producción cultural independiente, siempre desde una mirada sensible y comprometida con las historias invisibilizadas.

En radio desarrolló gran parte de su obra. Entre 1991 y 1994 condujo y produjo Rebeldes, soñadores y fugitivos, emitido por FM Latina y FM Río. Más tarde fue productor y columnista de Apuntes, programa emitido por LT8 Radio Rosario y Radio Nacional Rosario entre 1997 y 2004, que obtuvo el Martín Fierro al mejor programa periodístico del Interior del país. También fue columnista de Sobre la hora (FM Red TL, 2003–2004) y de Radiohistorias, ciclo que se emite por Radio Universidad Rosario desde 2004, ganador del Martín Fierro 2006 como mejor programa periodístico y del Martín Fierro 2009 como mejor programa documental en radio del Interior.

Su labor periodística incluyó colaboraciones en diversos medios gráficos. Escribió en los periódicos El Puente (Rosario), La Tarde (Victoria, Entre Ríos) y El Eslabón, además de la revista Postales de la ciudad de Alcorta. También integró la Agencia de Noticias Pelota de Trapo desde 2007 y colaboró con la revista Voces de Santa Fe desde 2008. Sus crónicas y notas circularon además en distintos portales y espacios digitales.

Desde 1993 integró el grupo de producciones audiovisuales Octaedro, con el que realizó numerosos documentales periodísticos. Entre ellos se destacan María Soledad, burdel y esperanza, La página final —ganador del Martín Fierro 1993 al mejor trabajo testimonial del Interior del país—, Carasucia, El caso Maders, el poder que mata, Amurado, tango en Rosario, De escuelas y barriletes —mención al mejor video sobre Derechos Humanos en el Festival Latinoamericano de Video—, El Rosario de Galtieri, La resistencia, crónica de una pasión rosarina, Rosario, segundo tiempo, Operación rescate y Liliana y Eduardo… Las luces de la memoria, declarado de interés cultural por la Legislatura de Santa Fe y el Concejo Municipal de Rosario.

En el campo de la escritura, publicó cuadernillos con sus crónicas, presentados en salas de Rosario en 2001, y colaboró en los libros La ciudad goleada I y II y Orgullo portuario, junto al periodista Carlos del Frade. Esa obra dispersa —radial, gráfica, audiovisual— dialoga con sus libros Crónicas de las causas aparentemente perdidas, donde condensó una poética propia: relatos breves, nacidos para ser escuchados, que defienden la dignidad de la vida común y la persistencia de la esperanza.

Sappietro fue, ante todo, un hombre de la escucha. De esa paciencia aprendida en la calle, en los barrios, en los trabajos y en la radio nacieron sus Crónicas de las causas aparentemente perdidas, relatos breves que pusieron en primer plano la dignidad del hombre común, los sueños modestos, las derrotas que no resignan pelea. "Tenía una manera inconfundible de contar: sensible, honesta, sin concesiones, capaz de convertir lo cotidiano en una causa digna de ser defendida", lo definió su amigo Carlos del Frade, con quien compartió proyectos, micrófonos y una ética común.

Emilio Lenski, que ya no está, dejó también su voz en algunos relatos de las Causas aparentemente perdidas de Néstor Sappietro, cuando Aire Libre Radio Comunitaria producía el programa de tango El Berretín de Olaieta. En esas grabaciones, la radio volvió a ser fogón: la palabra dicha, el tiempo de la escucha, la respiración justa. No eran lecturas, eran encuentros donde la voz de Emilio abrazaba historias pequeñas y necesarias, devolviéndoles esa dignidad silenciosa que sólo existe cuando alguien se toma el trabajo de contar y otro el de escuchar.

A mitad de este año, en julio, Sappietro había presentado el segundo volumen de Causas aparentemente perdidas, junto a la reedición del primero. Lo hizo como vivía: rodeado de amigos, con música, lecturas y tiempo compartido. Allí volvió a contar que esas crónicas habían nacido en la radio, pensadas para ser escuchadas antes que leídas, escritas con palabras simples y la medida justa de tres minutos al aire. Una página A4 como límite y como desafío: presentar un personaje, narrar una vida, cerrar una historia sin traicionar su verdad.

Las suyas eran historias de barrio, de bohemia, de pelea cotidiana. Personajes que casi nunca entran en la agenda de los grandes medios, pero que en su prosa encontraban abrigo y nombre. Eternos perdedores, decía, solo en apariencia. Porque mientras se siga luchando, ninguna causa está del todo perdida.

Ganador de cuatro premios Martín Fierro, impulsor del grupo de realización audiovisual Octaedro, asesor legislativo durante la expropiación de la Guido y Spano, Sappietro nunca tuvo un lugar cómodo en los márgenes del sistema mediático. Tal vez por eso encontró su sitio más estable y más hondo en las aulas de las escuelas secundarias, donde ejerció la docencia como otra forma de militancia cultural.

Hijo de un poeta tanguero, heredó del tango esa melancolía digna que atraviesa su escritura. Admirador de Roberto Arlt, de Hamlet Lima Quintana, de los rebeldes con causa, fue también un apasionado del fútbol, de Central, de Los 11 de Azcuénaga, síntesis perfecta de su identidad barrial. Le gustaba decir que el amor era lo mejor que podía pasarnos en esta breve aventura cósmica que es la vida.

Carlos del Frade lo despidió con palabras atravesadas por la bronca y el amor. Lo llamó "el mejor cuentista de las radios rosarinas", un tipo valiente y honesto, más cercano al Polillita Da Silva que al goleador rutilante, cerebral y certero frente al arco. Recordó a sus hijos, Lautaro y Julián, su orgullo mayor; a Claudia, la madre de ellos, acompañándolo hasta el final; a Morita, su última compañera perruna; y a ese Sappietro que pedía explicaciones metafísicas apoyado en la baranda de su balcón, rodeado de plantas.

Estaba escribiendo una novela. Planeaba un viaje a Europa con amigos. Seguía creyendo en la justicia poética, en el peronismo sentimental, en las libretas cósmicas donde las desgracias pudieran equilibrarse con un poco menos de pena. Nada de eso llegó a terminarse. Pero dejó libros, audios, videos, clases, entrevistas y una forma de estar en el mundo que no se archiva.

Sus textos —como sus clases, como sus crónicas radiales— quedan como materiales indispensables para una ciudad que a veces parece olvidar a quienes la narran con honestidad. Difundir su obra es, quizás, una manera concreta de seguir defendiendo esas causas que Sappietro llamó "aparentemente perdidas", pero que siguen respirando en cada lector y oyente que se reconoce en ellas.

No hay preparación posible para la muerte. Pero quedan las palabras dichas, las historias contadas, las mesas compartidas. Y queda la certeza de que, mientras alguien vuelva a abrir una de sus crónicas, Néstor Sappietro seguirá entrando al estudio, al aula o al bar con ese paso tranquilo de los que saben que todavía hay algo para decir.

No hay punto final.

Algunas Causas Aparentemente Perdidas
Descubrimiento del C.A.P.
Por: Néstor Sappietro
El periodista caminaba sin rumbo en busca de una nota que pudiera conmoverlo. Necesitaba sentir que no todo estaba perdido, que todavía quedaban cosas por hacer... 
"Todavía quedan cosas por hacer" 
Le sonaba a frase hecha, a un reflejo de voluntarismo que esta vez no le alcanzaba. 
Pensando en eso, y también en la ferocidad del invierno que llegaba para recordarle que el agujero de su suela gastada estaba creciendo inexorablemente, se encontró frente a una puerta de chapa que tenía estampada la sigla C.A.P.... Debajo, entre paréntesis, podía leerse: Causas Aparentemente Perdidas... 
Sin dudarlo, ingresó al lugar... Causas Aparentemente Perdidas... 

El hombre que había bebido tantas veces el brebaje de la derrota, y tan pocas el de la gloria, supo que lo que hubiera ahí dentro, seguro, tenía que ver con él. 

Después de atravesar el pasillo se encontró con un tipo de voz aguda, pelo rubio, nariz fina y patilla corta, de chaqueta militar zurcida y botas remendadas. Ese rostro era muy parecido a otro que tantas veces había recortado del "Billiken", cada 20 de junio, en su paso por la escuela primaria, pero no podía ser más que una casualidad. 

El hombre le preguntó quién era y qué andaba buscando. El periodista se confesó un perdedor de la primera hora. 

En la libreta de sus días de gloria tenía anotados unos pocos y borrosos apuntes, como por ejemplo: "Hoy Clarisa me miró" "Esta tarde Clarisa agradeció con una sonrisa cuando le presté la goma de borrar"... En ese punto terminan las referencias a Clarisa, lo que hace suponer que la cosa no fue más allá. También se podían encontrar un despeje en el medio del área en un picadito de barrio y otras referencias por el estilo. A la libreta de los días de gloria del periodista le sobraban páginas en blanco. El hombre con cara de prócer traicionado comprendió que esos antecedentes eran suficientes para dejarlo pasar a la sala grande. 

Allí, el periodista se encontró con una muchedumbre que andaba de un lado para el otro. 

Un tornero anarquista, un escritor con faltas de ortografía, un gordito que siempre quiso jugar de 9 en el equipo del barrio, un loco con un espejo que solo reflejaba mezquindades, el hombre que creía en el horóscopo, viejas máquinas de escribir, un "canilla" que inventaba los titulares de los diarios... También se encontró con una sala de video donde podía verse al gato Silvestre acorralando a Twity entre dos panes de miga, al Coyote atrapando por fin al correcaminos, al grupo familiar de la serie "Bonanza" resignando "La Ponderosa" en manos de los Siux y los Apaches. Reivindicaciones que los presentes aplaudían al son del bombo de "Tito el esperanzador" que batía su parche como telón de fondo. Tomó nota de todo lo que pudo. 

La tarde se había ido con la velocidad que tienen los momentos más gratos. El periodista salió del lugar después de haber escuchado historias que no constan en ningún registro oficial. Relatos que tienen que ver con la capacidad de insistir, ésa que tan solo conocen los que pierden una y otra vez, y una y otra vez se levantan con la misma entereza necia y rebelde, aunque Clarisa jamás llegue a estar entre sus brazos, y aunque su gambeta siempre encuentre un pie que la desaire. 

Mientras se alejaba, no podía dejar de pensar que hay una información que no aparece en los medios masivos ni en los libros de historia, que tal vez los guionistas nos hayan engañado siempre, ocultándonos ese último capítulo en el que los eternos perdedores cambian su suerte. Tal vez el C.A.P. sea ese espacio que existe en la imaginación de cada uno de nosotros donde vive la utopía... 

Si es así las causas aparentemente perdidas gozan de buena salud aunque les pese a los globalizadores del nuevo orden... 

Si es así, siempre habrá alguien por ahí postulando la posibilidad de contradecir al viento. 

Gente necesaria (por Néstor Sappietro)
El 15 de septiembre de 1923, nacía en Morón, provincia de Buenos Aires, uno de los tipos necesarios e imprescindibles de nuestra cultura, Hamlet Lima Quintana.

Hace ya unos cuantos años, en un lugar de Buenos Aires llamado "Liber Arte" que solía frecuentar el poeta Hamlet Lima Quintana, tuve la maravillosa posibilidad de hacer una nota con él, una charla sin apuro, con todo el tiempo. Allí nos paseamos por unas cuantas vivencias de su vida. Nos habló de su amor por Rosario, que fue el único lugar donde pudo trabajar cuando estaba prohibido y plagado de deudas. Agradecía por esos días al "pelado" Reinoso (con i latina), que alguna vez lo sacó por la puerta de atrás de una peña cuando venía la cana para llevárselo. Contó las anécdotas vividas junto a tipos como Raúl González Tuñón, y esa romántica relación con los ladrones de aquel tiempo. Habló de su pasaje por el periodismo, el trabajo en agencias de noticias, y también como redactor de Clarín, y decía que lo ponían de muy mal humor las formas del periodismo moderno.

"Los diarios están mal escritos...", sostenía, "... de tanto apelar al poder de síntesis andan empobreciendo las ideas de la gente...".

Ante cada inquietud que le planteaba, el poeta respondía con una maravillosa contundencia.

"El que no es rebelde, que se quede en la cama dispuesto a morir. La rebeldía debe ser una condición humana. La injusticia, el manoseo, la indignidad y la humillación son moneda cotidiana. Por eso, el hombre debe ser rebelde desde que se levanta hasta que se acuesta a dormir... y a lo mejor en el sueño, también se deba ser rebelde...".

Así hablaba, escribía y vivía Hamlet.

Habían pasado un par de horas y el hombre andaba por su tercera ginebra. Además, solía fumar dos atados de cigarrillo por día. Por eso resultaba sorprendente escucharlo decir que le quitaba la piel al pollo para cuidarse del colesterol.

Este hombre, que escribió 23 libros de poemas, cuatro de cuentos y relatos, una biografía de Osvaldo Pugliese y más de cuatrocientas canciones, solo parecía tenerle temor a que le falte tiempo para terminar su obra.

"La obra no puede parar...", repetía, casi como una obsesión.

Mi amigo, el "colo" Belmonte, a quien le tocó recorrer cada pueblo de la provincia de Santa Fe interpretando "La Forestal" junto a Hamlet, se avergonzaba de sentir cansancio, viendo a ese hombre de casi setenta años que subía al colectivo después de cada actuación como si nada.

Mostraba la vitalidad de un pibe de veinte, como empecinado en desafiar a la aburrida lógica y al implacable tiempo.

La charla terminó con un autorretrato que nos dejó en la mesa como yapa:

"...Yace casi feliz y hecho un fantoche,
un Hamlet que habitó en Lima Quintana,
muere de mucho olvido por las noches,
resucita cantando en las mañanas...".

Este señor de figura quijotesca no creía en la muerte, de quien decía: "...es una gran farsante...".

Y lo avalaba asegurando que: "...Los hombres culminan ciclos, pero la vida no se puede interrumpir, como no se puede interrumpir la primavera...".

Quizás, en honor a esas palabras, su obra más reconocida lleva por título Zamba para no morir.

"...En el hijo se puede volver siempre...", decía Hamlet.

Y la obra que alumbró, podemos asegurar, estará condenada por siempre a mojarle la oreja a todos los olvidos.

Maestro (por Néstor Sappietro)
Decía Julio Cortázar que "las palabras pueden llegar a cansarse y a enfermarse como se cansan y se enferman los hombres o los caballos...".

Esto sucede con el uso de algunas expresiones que todos conocemos. Por ejemplo: "justicia", "democracia", "pobreza"...

Las utilizamos más de una vez sintiendo que estamos cayendo en el abismo del lugar común, donde un eco extraño las repite con distintas voces que las han vaciado de contenido tiempos de mentira y decepción.

Esta degradación no alcanza, afortunadamente, a la palabra maestro.

Aunque los detractores se empecinan, desde el ultraje diario, nada han logrado hacer.

Todavía, el desfalco que ha sufrido nuestro idioma no ha podido con lo que significa para la gente llamar a alguien: "maestro".

Es uno de los códigos en común que trasciende las edades, y es un rango que no se otorga a cualquiera.

Podríamos mencionar unos cuantos apellidos que llegaron a la categoría de maestro en el deporte, la ciencia, la cultura...

Es el título máximo que otorga la voz de la gente: Favaloro, Zitarrosa, Fioravanti, Pugliese, Quinquela, Gardel, Borges, María Elena Walsh, Maradona, Leguisamo...

Los jóvenes la usan para darle la más alta jerarquía a sus ídolos: "Es un maestro", dicen, cuando se refieren a Charly García, el Indio Solari, el Flaco Spinetta...

No existe una distinción mayor, ni más entrañable.

Si convocara desde lo más íntimo a los que me han marcado algún camino de coherencia y de integridad, nombraría entonces a Rodolfo Walsh, Roberto Arlt, Juan Gelman, Osvaldo Soriano, el Mono Ardizzone...

Nada mejor se me ocurre que decirles maestros.

Así lo llamábamos, también, a don Héctor, el director técnico del equipo de fútbol de "Los once de Azcuénaga".

Algo debe suceder, entonces, para que en medio de tanta palabra devaluada, uno diga "maestro" y sienta que hace un homenaje a la virtud.

Una virtud que abarca desde el corazón que restauró Favaloro, hasta la seño de la escuela marginal que le entrega al pibito de ojos oscuros una suma y una resta para pelear la dignidad que le corresponde.
Huellas (por Néstor Sappietro)
Mi viejo escribía tangos.

Cuando me preguntan a qué se dedicaba, me gusta decir que escribía letras de tango.

Él tuvo una tornería, fue vendedor de repuestos de autos, tuvo un kiosco y otro montón de rebusques.

Pero yo digo que escribía letras de tango.

En casa había un combinado Ranser que sonaba en el living donde Gardel tenía un lugar de privilegio.

Los sábados venía don Julio y miraban Grandes valores del tango.

Le gustaba la noche, los asados y andar contra el viento.

Canaya y comunista en una familia toda de Ñuls y de Perón.

Era, por sobre todo, un tanguero.

Yo, en cambio, andaba con rebeldías inútiles.

Escuchaba Queen, Los Beatles, Pink Floyd, y despreciaba el bandoneón.

Sosteníamos una batalla encarnizada.

Una noche me encontró cantando Sui Generis frente al espejo.

Me miró con una tristeza infinita y se fue en silencio.

Creo que ese día pensó que yo era un caso perdido.

Con los años entendí que había cumplido uno de sus sueños.

El tiempo no nos alcanzó para muchas cosas.

Pero me sobraron huellas para conocerlo.

Dejame creer que te llega mi abrazo.

Dale, dejame creer.

A Emilio Lenski (por Néstor Sappietro)
Me tocó conocerlo a Emilio Lenski en los últimos años de su vida y me alcanzó para quererlo y admirarlo por toda la pasión que le ponía a su oficio. Conocí poca gente con tamaña pasión.

Tuve la fortuna de hacer junto a él un video en el que Emilio debía representar a un desocupado. Esa mañana fría, que tanto perjudicaba a sus fueyes malheridos, llegó con la taza enlozada para el mate cocido, un overol gastado, una gorra y un atado de Imparciales, porque decía que era el más común en las fábricas.

Nadie le había pedido el vestuario, sin embargo se tomó el laburo de prepararlo.

Habíamos filmado toda la mañana y parte de la tarde. Nosotros queríamos parar, Emilio no.

Llegamos a una fábrica deshabitada, con los vidrios rotos, buscando la escena del hombre al que le destruyeron su lugar de trabajo. Corría mayo de 2001 y se veía venir la debacle que estallaría en diciembre.

Bajamos para intentar hacer algunas tomas. Un guardia de seguridad que había en la puerta nos dijo que no podíamos filmar en ese lugar.

Emilio había visto todo desde el auto. Cuando llegamos, desanimados, a él le brillaban los ojos. Se le había ocurrido algo.

"Ustedes solo enciendan la cámara y encuadren el portón de rejas", nos dijo.

Le hicimos caso. El portón de rejas había quedado entreabierto y Emilio caminó muy despacio hacia él.

El guardia, al ver la situación, se apresuró a cerrarle el portón casi en la cara, gritando: "Les dije que no se puede entrar".

Entonces Emilio encendió un cigarrillo. Se quedó mirando hacia adentro los vidrios rotos, el lugar donde alguna vez habían estado los tornos, el ruido de las máquinas, la gente.

Tiró el cigarrillo con bronca y tristeza, y salió del encuadre.

Caminó hacia el auto y nos preguntó si habíamos filmado todo. Cuando le contestamos que sí, empezó a reírse a carcajadas.

"Ese otario…", nos dijo, refiriéndose al guardia de seguridad. "Nunca se va a enterar de que trabajó en una película".

Emilio había imaginado la escena tal como sucedió y así fue, enterita, en el video.

Ese era Emilio: un tipo ingenioso, entrañable, apasionado, tierno.

De esos que se hacen extrañar.

Porque es inevitable extrañar las mañanas en las que aparecía por el estudio asegurando que estaba fumando menos y se bajaba un atado de Virginia Slim, mientras me regalaba secuencias de la vida de Chaplin, de Discépolo, de Florencio Parravicini o de Homero Manzi.

Emilio solía contar que su padre ejerció el oficio de sastre, que le tocó en la vida revestir lo de afuera, y que quizás por eso a él, con su oficio de actor, le tocó revestir lo de adentro.

Y la pucha si lo hizo.

Más de cinco mil funciones teatrales, videos, radio, grabaciones en CD, docencia, dirección teatral, trabajos comunitarios.

Le puso su máscara de actor a grandes obras: El violinista sobre el tejado, Chocá los cinco, Sabés quería decirte, Stéfano, La Forestal, Andrés Eloy Blanco, el Bolívar de la pluma, Bautismo de Arlequín, Pedroni, la espiga y la paloma y Oficio de actor (obra que recibió la mención Estrella de Mar en 1994).

Podemos asegurar que se encargó de revestir nuestra parte de adentro como un sastre de almas.

También decía Emilio que siempre entendió que su trabajo era un acto de amor y que, a pesar del tiempo —que a veces se encarga de descorazonarnos—, logró preservar su capacidad de dar y jamás logró colmar su capacidad de asombro.

Hizo funciones para 35 mil personas y también para 3 espectadores, y estaba orgulloso de eso.

"No creo en las crisis del teatro", decía. "Creo que las llamadas crisis del teatro son las crisis temporarias del hombre. He sido más tiempo otro que yo mismo, pero eso no me ha apartado de la realidad ni de mi necesidad de ser solidario con la cicatriz ajena".

Esta ciudad suele ser mezquina con sus artistas. Emilio fue un tipo que dio mucho más de lo que le devolvieron.

Elsie, su gran compañera, escribió para despedirlo —hace hoy 16 años— algo que nos gustaría usar para cerrar esta crónica:

"Emilio ya es uno de esos duendes que se escapan por las rendijas de los teatros. Sólo les pido un cariñoso recuerdo para él, que no podía vivir sin ternura".

Diego y el sueño de los sin jeta (por Néstor Sappietro)
–Pelu, si vas a jugar… después de las cinco, cuando caiga el sol…

Eran las dos de la tarde en Villa Fiorito, y la Tota cumplía con el rito maternal de la advertencia.

Pelusa contestaba: "Sí, mami, quedate tranquila…", y salía de su casa con el Negro, con el Beto o con quien fuera, para estar a las dos y cuarto dándole a la pelota bajo el rayo del sol.

Ese pibe al que las hermanas le juntaban las monedas que costaba el bondi para que pudiera ir a practicar.

"Mi viejo tenía menos fondo que una cancha de paddle".

El que hacía jueguito con cualquier cosa: una naranja, bollitos de papel o trapos.

"Al que tenía una de cuero en Fiorito lo mirábamos como si fuera un astronauta".

El que se pasaba las noches de lluvia corriendo tachitos y gambeteando goteras.

"Caía más agua adentro que afuera, y éramos ocho durmiendo en una sola pieza".

Ese pibe iba a seguir desafiando al sol.

Cuando Pelusa empezó a ser el Diego.

Cuando de ser el Cebollita que hacía malabares con la pelota en los entretiempos pasó a ser el hombre más conocido de la tierra.

Entonces se volvió incontrolable.

Su zurda comenzó a jugarle una revancha a la pobreza y uno no sabe bien en qué momento se transformó en una metáfora de la Argentina.

En el ’82 un general borracho mandaba a los pibes a morir al sur, y Diego en esos días terminaba expulsado en un Mundial en el que lo cagaron a patadas y al que habíamos ido convencidos de que éramos los mejores del mundo.

Después se iba a transformar en un dios napolitano que haría sucumbir, a puro talento, a la Italia del norte rica y poderosa.

Era el tiempo de la consagración.

El Mundial de México y su obra cumbre.

Otra vez desafiando al sol, en el estadio Azteca, cuando media docena de ingleses quedaron desparramados buscando su orgullo en el verde césped.

Ese saltito de Diego levantando el puño derecho fue uno de los instantes más felices en la vida de los argentinos.

Que el fútbol y la patria no se mezclan es una gilada.

Al menos lo fue ese 22 de junio.

Maradona empezó a enfrentarse a los poderosos simplemente diciendo lo que pensaba.

Lo que uno comenta en la cocina o en el bar.

Havelange y Blatter, los dueños del fútbol del mundo, eran descuartizados ante cada micrófono que le ponían a Diego.

El Papa tampoco se salvó.

"Fui al Vaticano y vi los techos de oro. Y después escuché al Papa decir que la Iglesia se preocupaba de los chicos pobres… ¡Pero vendé el techo, fiera, hacé algo!".

El poder lo usaba y después le soltaba la mano.

Igual que a nosotros.

La poesía se siguió escribiendo.

Un pase gol a Caniggia, con el tobillo hecho un globo violeta, para eliminar a Brasil.

La puteada a los italianos cuando silbaban el himno.

El llanto de la eliminación.

Y empezaron a pasarle las facturas.

Vinieron con los tapones de punta.

La droga, la suspensión, la resurrección, la enfermera rubia llevándolo de la mano, la efedrina.

Y la historia reciente.

Y los programas de la tarde.

Y su nombre que siempre vende.

Demasiada vida para un solo hombre.

Como Pelusa, los argentinos vivimos de la esperanza al desencanto.

Nuestra historia está plagada de dealers que nos llenaron de merca las narices.

Y otra vez nos tiran el achique.

Y otra vez quedamos en off-side.

Demasiado verso para un solo país.

Más allá de las contradicciones nuestras y las del Diego, desde ese lugar donde residen las causas aparentemente perdidas, seguiremos creyendo obstinadamente en los corazones rebeldes.

En los que intentan el caño y la rabona para gambetear de una buena vez al stopper que nos boicotea los sueños.

Aunque el árbitro esté comprado.

Aunque nos sigan embarrando la cancha.

Son las dos de la tarde y en alguna casa de estos parajes del sur Pelusa vuelve a abrir aquella puerta.

–Si vas a jugar… después de las cinco, cuando caiga el sol…

–Sí, mami, quedate tranquila… quedate tranquila.
Mesas (por Néstor Sappietro)
Las reuniones navideñas que juntaban a la familia en la casa de la abuela tenían una consigna clara, que nuestros mayores desobedecían puntualmente una y otra vez.

El abuelo, desde la cabecera, decía:

"En la mesa no se habla de política".

Nosotros, los pibes, no sentíamos que la medida nos afectara.

Nada decía el mandato acerca de tirar cohetes ni cañitas voladoras, entonces lo tomábamos como otra de las cuestiones de adultos que no llegábamos a entender.

Sin embargo, a pesar de la voz potente y amenazante del abuelo, entrada la noche, cuando el alcohol incorporaba sus efectos a la velada, la desobediencia empezaba a hacerse sentir.

Todos sabíamos que en algún momento, por cualquier cosa que no viniera a cuento, la charla amena se convertiría en una sucesión de frases que nos habíamos aprendido de memoria.

Todos los años se discutía lo mismo.

No había análisis profundos ni discursos.

Solo frases que se disparaban de un lado y del otro y encendían viejos rencores que nunca terminaron de apagarse.

—Vos no tenés memoria… ¿te olvidaste de quién nacionalizó los ferrocarriles? ¿Quién fue? Perón fue… Te olvidaste. Lo que pasa es que vos no tenés memoria…

El tío de Arroyito, indignado, respondía:

—¡Claro que tengo memoria! Sobraba la guita. Les vendíamos hasta el maíz podrido. Con eso compró los ferrocarriles. A los ingleses les vino bárbaro. En un año los tenían que devolver y nosotros se los compramos. No contés la historia por la mitad, que los pibes escuchan y aprenden mal…

Entonces saltaba el otro tío:

—¡Callate, gorilón! ¿Gracias a quién te compraste una casa? ¿Gracias a quién tenés un oficio? ¡Gorilón! ¡Desagradecido!

Y la cosa seguía.

Las mismas sentencias.

Que a uno lo rajaron de la empresa porque no se puso el brazalete negro.

Que se construyeron un montón de escuelas.

Que hacían asado con el parquet.

Que estadista.

Que demagogo.

Que nacional y popular.

Que fascista.

Hasta que el tío de Arroyito se levantaba de la mesa, llamaba a sus pibes, a la tía Ñata, y decía:

"Mejor me voy a mi casa, por respeto al abuelo".

"Pero sí, tomátelas…", se escuchaba del otro lado, a modo de despedida.

Después, la mesa se hacía toda silencio.

Aquella mesa terminó de despoblarse con los años.

Nosotros fuimos creciendo.

Las discusiones políticas pasaron a la clandestinidad.

Se trasladaron a mesas más pequeñas.

Vinieron días en los que decir lo que pensabas podía costarte mucho más que el enojo del abuelo.

Después llegó la democracia.

Se exhumaron algunas de las viejas pasiones.

Las mesas transitaron tiempos de ilusión, desencanto, esperanza y apatía.

Llegué a extrañar las reuniones en la casa de la abuela.

Hoy, más allá del lado en el que uno esté —porque siempre se está de algún lado—, vuelvo a escuchar algunas de las frases que amenizaban aquellas reuniones.

Me ha tocado estar en mesas donde aparecieron los duendes del tío de Arroyito, la tía Ñata, mi abuelo, mi viejo y los tíos peronistas.

Y, a decir verdad, después de la clandestinidad, después del desencanto y después de la indiferencia, uno no puede dejar de celebrar estos días de mesas que habilitan la discusión.

Que desafían al silencio.

Y aunque por ahí la mesa se vuelva ruido.

Y aunque todavía no nos alcancen las nueces.

Aunque alguna pata siga estando chueca.

Y aunque nos sobren ausencias.

Aunque sea por un día, juguemos a creer que los deseos se cumplen.

Juguemos a creer en un futuro más justo.

Juguemos a creer que la memoria le ganará la pulseada eterna a todos los olvidos.

lunes, 15 de diciembre de 2025

Telecom unifica sus marcas en Personal mientras espera el aval regulatorio para integrar Movistar

Gonzalo Hita, director de Operaciones (COO) de Personal, dijo que la compra de Telefónica es un hecho, a pesar de lo cual las compañías se administran de forma independiente hasta que se autorice la fusión

Antes de que diciembre entre en su recta final, Telecom decidió mover una ficha clave. En un contexto marcado por la presión regulatoria, la espera por la aprobación de la compra de Telefónica y la irrupción de nuevos competidores globales como Starlink, la compañía anunció un giro estratégico: todas sus marcas comerciales se unifican bajo el nombre Personal. La decisión no es solo estética ni comunicacional. Es, sobre todo, una señal de cómo la empresa lee el escenario que viene y del tamaño que considera necesario para seguir compitiendo e invirtiendo.

El anuncio se realizó en el auditorio que Telecom tiene en sus oficinas de Barracas, durante un encuentro encabezado por Gonzalo Hita, COO (Chief Operating Officer o Director de Operaciones) de la compañía, quien hizo un balance del año, presentó los resultados del negocio y anticipó los principales ejes estratégicos para 2026. "La industria de las telecomunicaciones enfrenta desafíos significativos", advirtió el ejecutivo al comenzar su exposición.

Un sector bajo presión
"El tráfico global de datos se va a incrementar exponencialmente en los próximos años. No hay datos exactos, pero algunos estiman que podrían crecer hasta x9 hacia 2033", afirmó Hita. Ese crecimiento plantea un problema estructural: "La industria de las telecomunicaciones enfrenta desafíos significativos por este crecimiento exponencial de los datos, que requiere inversiones (CAPEX) cada vez más intensivas, mientras que los ingresos se mantienen estables o amesetados".

A este escenario se suma la intensificación de la competencia, con la aparición de jugadores globales como los satélites de órbita baja (LEO), que pueden sustituir redes fijas y móviles tradicionales. "No hay negocio si no hay una necesidad a cubrir", aseguró Hita, y explicó que la estrategia de Telecom se centra en construir un ecosistema de soluciones que respondan a los puntos de dolor de sus clientes.

"Estamos construyendo un ecosistema relevante con soluciones de entretenimiento y contenido con Flow, soluciones de pago con Pay, ecosistemas B2B. Todo gira alrededor de la conectividad y está potenciado por la inteligencia artificial", resumió.
Los números del negocio
En los últimos doce meses, Telecom registró una facturación de u$s 3.731 millones, con más de 35 millones de conexiones en todo el país e inversiones superiores a u$s 700 millones. Desde la fusión Cablevisión–Telecom, la compañía lleva invertidos alrededor de u$s 8.000 millones, con un promedio anual cercano a los u$s 700 millones, nivel que —según Hita— se mantendrá en los próximos años.

Uno de los datos destacados fue la recuperación de Flow. En 2024, la plataforma había perdido 72.000 clientes, pero en 2025 logró revertir esa tendencia y sumar más de 85.000 nuevas suscripciones. El repunte se explicó por dos estrategias: el desarrollo de contenido propio —como Viudas Negras y Yiya— y la integración de servicios OTT como Disney+, HBO+, Universal+, Paramount+ (incluido), el pack fútbol y la transmisión en vivo de grandes eventos musicales como Lollapalooza, Quilmes Rock y recitales de Lali, Miranda y María Becerra.
 
Inversión en redes: fibra y 5G
La migración tecnológica es otro de los pilares del plan. En la red fija, Telecom avanza en la expansión de fibra óptica hasta el hogar (FTTH), con el objetivo de apagar definitivamente la red de cobre en 2026. Actualmente, la compañía cuenta con unos 5,4 millones de hogares con FTTH y proyecta llegar a 7,1 millones.

En redes móviles, la evolución va del 4G al 5G. Hoy, el 27% del parque de clientes ya utiliza 5G, el 83% cuenta con dispositivos compatibles y 2,9 millones de usuarios generan tráfico sobre esa red. Además, se desplegaron más de 750 sitios 5G, con foco en las zonas donde el 4G comienza a saturarse.

En este contexto, el 5G también habilita nuevos negocios, como el acceso fijo inalámbrico (5G FWA), que ya suma unos 50.000 clientes, principalmente en Capital Federal, Rosario y Córdoba, y se posiciona como alternativa —y en algunos casos competidor— del satélite.

La compra de Movistar
Consultado sobre la adquisición de Movistar, Gonzalo Hita fue categórico: "La compra está confirmada. Estamos esperando la aprobación por parte de los reguladores". Hasta que eso ocurra, Movistar y Personal seguirán operando como compañías separadas. "Cuando nos aprueben, vamos a devolver la marca Movistar y todo quedará bajo la marca Personal, pero no sabemos cuándo será eso. Sin escala, no hay inversión posible", enfatizó.

La fusión entre Movistar y Personal —resultado de la compra de la filial argentina de Telefónica por parte de Telecom por u$s 1.245 millones en febrero de 2025— avanza, pero aún no fue autorizada por los reguladores argentinos. La operación está bajo análisis del Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) y de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC), luego de cuestionamientos por un posible impacto negativo en la competencia. En marzo de este año, el Gobierno dispuso una suspensión preventiva de la integración operativa, medida que posteriormente fue dejada sin efecto por la Justicia, permitiendo que el proceso de evaluación continúe.

En este marco, el presidente Javier Milei se manifestó públicamente en contra del acuerdo, al advertir que podría derivar en una concentración excesiva del mercado y afectar la libre competencia. El mandatario llegó a cuestionar al Grupo Clarín —uno de los principales accionistas de Telecom— al sostener que "se quiere quedar con Telefónica de prepo" y remarcó que la operación debe ser analizada con estrictos criterios antimonopólicos. Mientras tanto, el ENaCom mantiene su intervención extendida hasta al menos enero de 2026, por lo que Movistar y Personal continúan funcionando de manera independiente, a la espera de la definición final y de las eventuales condiciones que puedan imponer los organismos regulatorios.
Silvana Cataldo, directora de Entretenimiento y Brand Marketing de Personal

Personal, la marca madre
Una de las principales novedades del anuncio fue la unificación de todas las marcas bajo Personal. La razón social seguirá siendo Telecom —nombre que se mantiene para la cotización bursátil—, pero Flow, Pay, Tienda y Smarthome pasarán a ser productos dentro del ecosistema Personal.

"Debíamos simplificar la arquitectura marcaria y aprovechar el potencial del nombre para diferenciar los servicios en un mercado competitivo", explicó Silvana Cataldo, directora de Entretenimiento y Brand Marketing de Personal. La ejecutiva detalló que la elección respondió a dos razones centrales: el apalancamiento en la conectividad —base del ecosistema— y la diferenciación a través de la personalización. "El nombre Personal sugiere naturalmente algo único y distinto", afirmó.

"Personal será la única marca, empleadora y comercial. Queremos revalorizar lo más potente que tenemos", agregó Cataldo.

Contenidos y billetera digital
Otra de las apuestas para sumar ingresos es el contenido. "Para 2026 ya tenemos en marcha tres proyectos de contenidos que no podemos adelantar", adelantó Cataldo, en línea con una estrategia que incluye producciones nacionales, contenidos cortos y nuevas alianzas OTT.

En cuanto a Personal Pay, la billetera digital ya cuenta con más de 4 millones de cuentas, aunque solo 2,5 millones la utilizan como cuenta principal. "Una billetera es exitosa si gana principalidad", explicó Hita. Entre las novedades, Cataldo confirmó que sumará la función PIX para pagos en Brasil de cara al verano, mientras que otras operaciones —como el pago de sueldos— siguen limitadas por cuestiones regulatorias.

Lo que viene
"El plan para el año que viene es personalización y experiencia, IA como habilitador de negocio y crecimiento y mejoras en el NPS", resumió Hita. Telecom también continuará fortaleciendo su red fija, expandiendo 5G y desarrollando negocios complementarios en entretenimiento, hogar conectado, finanzas digitales y soluciones tecnológicas para empresas bajo la marca Personal Tech.

En un mercado con tráfico en alza, ingresos presionados y nuevos jugadores globales, la compañía apuesta a la escala, la simplificación y el ecosistema como respuesta. La unificación de marcas es, en ese sentido, mucho más que un cambio de nombre: es una definición estratégica sobre cómo competir en la próxima etapa de la industria.
Fuentes: Telecom, Señales

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