En su corta vida, logró posicionarse en la pantalla sanjuanina con contenidos de calidad. Breve reseña sobre su origen
El año 2013 no fue un año cualquiera para las universidades argentinas. Se cumplían 400 años de la creación de la primera universidad en el país, la Universidad Nacional de Córdoba, que festejó con actividades culturales, académicas y científicas, para reflexionar sobre la importancia de la fecha. Era el comienzo de una historia que tuvo que escribir luego muchas páginas más, hasta llegar a ser lo que hoy se concibe como el sistema universitario argentino.
En Córdoba, aquel año, en medio de una grilla repleta de actividades por la celebración de la Universidad argentina, la Universidad Nacional de San Juan fue protagonista de dos hechos de suma importancia: por un lado, la firma del convenio entre el Ministerio de Educación, la Secretaría de Políticas Universitarias y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), destinado a la creación del Programa de Fortalecimiento de las Radios Universitarias, en el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por el cual se otorgó un aporte de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación por un total de 15 millones de pesos para el conjunto de las radios universitarias. El segundo acuerdo fue un convenio destinado a impulsar la Cooperación, Implementación y Fortalecimiento de las Señales Audiovisuales Universitarias.
Pero la historia había empezado mucho antes. A fines de la década del 80, el ingeniero Carlos Graffigna, con mucha visión, había impulsado la creación del CREACOM en el seno de la secretaría de Extensión Universitaria de la UNSJ. Este Centro de Creación para Medios de Comunicación veía la luz en un escenario de medios local que crecía de manera vertiginosa, con la aparición de numerosas emisoras de radios FM y la instalación del primer sistema de televisión por cable en la provincia. Desde sus inicios, el CREACOM tuvo la impronta de reflejar en sus producciones toda la actividad de una institución como la UNSJ, que pese a tener mucha presencia en la sociedad sanjuanina, no siempre tenía “pantalla” para mostrar lo que hacía. El programa Polos Tecnológicos Audiovisuales, como política pública, y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual le imprimieron una energía nueva al CREACOM y la idea de tener un canal de televisión ya no parecía un sueño lejano. La UNSJ, por su parte, había dado el gran paso de crear la Secretaría de Comunicación, como una forma de reafirmar la decisión de jerarquizar a la comunicación como una de las tareas sustanciales para el desarrollo de sus objetivos.
Así nació Xama, que toma su nombre de un vocablo allentiac que significa nada menos que “Palabra”. Palabra como mensaje, palabra como la comprendían los pueblos que habitaron en este suelo: palabra sagrada, creadora de realidades. Y desde hace seis años, Xama es palabra, pero también es imagen, es música, es pluralidad de voces, es derechos humanos, es comunicación con perspectiva de género, es inclusión y es defensa de la educación pública, laica y gratuita.
Al decir de su director, Gastón Alcayaga: “Estos seis años de Xama TV pueden reflejar una gran madurez y solidez del sistema de comunicación universitario público. La sociedad sanjuanina ha aceptado y valorado el trabajo que transmite nuestro canal público. La comunidad entera nos hace sentir día a día que entramos a sus hogares, que los acompañamos y somos una verdadera alternativa a la TV comercial. La incorporación de Radio UNSJ, a través de un formato híbrido, a la pantalla de Xama nos permite llegar a más receptores y por consiguiente nos obliga a crecer en calidad de comunicación. Estamos estructurando un crecimiento en la grilla de producción local, con espacios nuevos, nuevas voces, nueva caras sin descuidar la calidad de los productos y enmarcados en un proyecto comunicativo éticamente sostenible”.
Celebramos este día mirando el camino andado y con esperanza por lo que vendrá, renovando la convicción de trabajar por la comunicación como un derecho humano universal inalienable, para todos los hombres y mujeres que habitan nuestro suelo.
Fuente: UNSJ