Algunas disidencias internas llevaron a que el olavarriense Pablo Cunioli quedara afuera del organismo. Las preguntas que aún no tienen respuesta. Cunioli arguye que es parte de la política, pero lo dice con algo de resignación. El titular regional de la AFSCA, Daniel Salomón, justifica su actitud en la "operatividad" de la dependencia
Por: Cacho Fernandez - cfernandez@elpopular.com.ar
Es todavía un espacio chico y, si se quiere, no podría tener problemas, pero Nuevo Encuentro tuvo su primer interna regional. El disparador estuvo relacionado con un tema "de operatividad" como lo definió el titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), Daniel Salomón, a FM 98 POP (98.1).
Ese problema de "operatividad" le costó el contrato al olavarriense Pablo Cunioli, quien desde septiembre del año pasado dejó de pertenecer a la oficina local del organismo, que quedó a cargo de otros dos militantes del espacio.
Salomón dijo que "se le dio de baja a su contrato por razones de operatividad. No hay razones personales ni nada por el estilo", respondió al ser consultado por las razones por las cuales Cunioli había dejado de pertenecer al organismo regional. "Cuestiones que hacían al funcionamiento de la AFSCA", explicó.
Por su parte, Pablo Cunioli, por el mismo medio y en el mismo programa radial "Un Cacho de mañana", dijo que la AFSCA es como el ANSES y la AFIP, que "trabajan con cuestiones específicas, pero están teñida de lo político, y no digo que esté mal. En este contexto se plantean las diferencias. La militancia se hace en todos los lugares, pero no se puede llevar adelante por tener el manejo de una organización. Entonces, se mezcla la militancia con lo operativo. Y con respecto a la Ley de Medios, por un lado tenés que actuar y, por otro, no en virtud de una cuestión política. En ese sentido es donde uno se plantea que ésa no es la manera de hacer las cosas".
Esa disidencia con el jefe regional de la AFSCA le trajo aparejado a Cunioli el fin de su contrato. El olavarriense lo responsabiliza concretamente de ello a Salomón, pero lo acepta como parte de las reglas de juego de la política. ¿Tanto cuesta una disidencia? ¿Un organismo dedicado a defender la libertad de expresión puede sancionar tan duramente un pensamiento diferente dentro de su estructura? ¿No es eso una gran contradicción con la esencia de lo que representa el organismo que sería teóricamente defender la pluralidad y la diversidad de voces?
El caso es aparentemente puntual, pero refleja algo más esencial o ideológico. Porque la diversidad es democracia, por lo tanto ¿qué democracia está ayudando a sostener una dependencia que limita y sanciona a quien piensa diferente?
Militancia y políticas
Daniel Salomón advirtió que Pablo Cunioli "seguirá acompañando este proyecto. Aquí no hay nada personal, sino que responde simplemente a razones de operatividad de la AFSCA. Nosotros pensamos que se podía hacer mejor el trabajo con otros compañeros".
Para Cunioli, lo sucedido que lo terminó separando del organismo en septiembre de 2014 "son discusiones que se llevan dentro de un partido, pero que suelen llegar a estos niveles. A mí me permite tener mayor autonomía, porque igualmente uno sigue militando en el espacio. Un contrato a uno no lo hace militar. Uno milita porque le gusta y no lo hace por un contrato".
Luego deslizó una crítica al verticalismo de una parte de su espacio. "La mayor parte de la gente está viendo cuál va a ser el candidato de Cristina para alinearse. Está atento a quién va a ser bendecido. Con respecto a la AFSCA, urgía hacer los concursos para las licencias que ya tendrían que haber salido como para ir ordenando todo eso. Uno quisiera cambiar algunas cuestiones en la ciudad donde vive", señaló elípticamente.
Tras ello aludió a la caída de su contrato. "Obviamente, la decisión no la tomé yo, también me la enteré porque me avisaron, pero así son las cosas".
Consultado sobre quién hizo caer el contrato y si fue por haber planteado su disidencia con algunas políticas, Cunioli no dudó en responsabilizar a Daniel Salomón: "Y sí, la ha tomado él... Hablé a Buenos Aires y pregunté para saber y quién tiene la decisión del contrato, y es pura y exclusivamente él quien tiene la decisión de nombrar a alguien. La AFSCA es regional y abarca Azul, Bolívar, 25 de Mayo, Saladillo... Hay compañeros en otras ciudades con representatividad. Tal vez será más importante nombrar en otro distrito que mantenerme acá".
Advirtió que no pertenece más a la AFSCA y, ante la crítica sobre el método de resolver una disidencia a través de la caída de un contrato, contestó casi con resignación: "Es muy común ver esto, pero uno sigue militando. Son diferencias. Uno acepta y la otra persona decide. Una de las consecuencias es ésta. Uno lo hace en disidencia con los métodos políticos que se utilizan para la militancia y no coincido con esa forma de militar. Pero no me voy, lucho para sumar y para decir que ésa es la forma en la que se hace política. El resto es la vieja política". Lo remarcó casi como un consuelo. Luego atacó nuevamente: "Uno milita ad honórem y lo hace para cambiar la realidad".
Así como lo plantea, ¿no se paga un poco cara la disidencia?
En este caso, sí. Es así y no más para inclinar para el otro lado. También está mi responsabilidad. Tuvimos oficina, luego no la tuvimos, y uno se iba manejando de una manera pero con diferencias con lo que pretende el delegado regional. El no estaba conforme con la manera en que yo trabajaba y eso suscitó en bajarme el contrato.
Fuente: El Popular de Olavarria