Al señor Jefe de Gabinete Jorge Capitanich:
Ejemplares del diario Clarín como el que rompió usted el lunes constituyen una obra colectiva de casi 2.000 trabajadores que cada día dan vida a este periódico.
Quizás usted no lo sepa, pero muchos de los trabajadores de Clarín sintonizan con la línea editorial del diario y muchos otros disienten con ella.
Y cada día convivimos y trabajamos codo a codo intentando que ese disenso nos enriquezca, que nos permita entendernos como un grupo de compañeros diverso, complejo y estimulante, que busca hacer foco en lo positivo de la convivencia de diferentes opiniones, más que en lo que nos divide. Al igual que en la sociedad argentina actual, no es fácil convivir sin tensiones. Pero lo intentamos.
La Comisión Gremial Interna de los trabajadores de Clarín y Agea es, en sí misma, un reflejo de esa diversidad de sensibilidades y opiniones. Y nos enorgullecemos profundamente por ello.
Y desde ese lugar es que cuestionamos su actitud de romper ante las cámaras de TV lo que no es otra cosa que el fruto de nuestro trabajo cotidiano. No podemos menos que repudiar que un alto funcionario confunda el enfrentamiento contra la línea editorial de un determinado grupo de medios con la labor de sus trabajadores.
Los trabajadores de prensa hemos sido una de las grandes víctimas en esta larga pelea que mantienen el Gobierno y el Grupo Clarín. La otra gran víctima han sido los lectores, que se han visto perjudicados por una notable baja de la calidad de la información que reciben, tanto del sector público como de la mayoría de las empresas editoriales. Y no creemos que esta sea mayormente una responsabilidad de los trabajadores de prensa. La mayor culpa la tienen los que pelean sin respetar los más mínimos códigos de la vida democrática: funcionarios y empresarios de medios. Ellos no son las víctimas principales de este enfrentamiento, sino los trabajadores.
A fines de 2014, realizamos una encuesta entre más de 500 periodistas de los medios de nuestra empresa. Además de marcar el fuerte deterioro de los salarios pagados en el sector y de las condiciones de trabajo (algo de lo que también son corresponsables tanto el gobierno como los empresarios), esa consulta indicó que el 37% de los trabajadores “siente muy afectada su tarea” por el conflicto entre Clarín y el Gobierno, mientras que a 40% le afecta “poco” y al 23% “nada”.
Es decir que por una pelea ajena a nuestros intereses 3 de cada 4 trabajadores de esta empresa se han visto, mucho o poco, afectados por el conflicto. (Los resultados completos pueden verse acá)
Señor Jefe de Gabinete, usted ha llevado esta pelea a un extremo grotesco. Romper las hojas de un diario ha sido un gesto simbólico que seguramente no cambiará en lo más mínimo el carácter virulento de la relación entre el Gobierno y el Grupo Clarín, pero que ha herido profundamente a trabajadores que –muchas veces en precarias condiciones laborales- entregan su pasión y su esfuerzo para dar vida a este diario.
Los trabajadores constituimos el sector más frágil de este enfrentamiento.
Y gestos como el suyo no hacen más hacer más profunda y preocupante esa fragilidad.
Comisión Gremial Interna Clarín/AGEA